“Sólo sí es sí, Iñigo. Parece mentira que me esté pasando esto contigo”, le dijo la actriz y presentadora Elisa Mouliaá al político que la estaba acosando, según ella le contó a la policía el jueves por la noche.
La denuncia por violencia machista contra Iñigo Errejón, el ahora ex vocero parlamentario de Sumar, la coalición de izquierdas con la que el PSOE de Pedro Sánchez gobierna desde noviembre del año pasado, sigue sacudiendo a la sociedad española: en las últimas horas se conocieron detalles cada vez más escabrosos del maltrato y el acoso que el ex diputado prodigó a algunas mujeres que le gustaban.
Y la política, terreno en el que Errejón fue muy activo agitando, desde la izquierda, la bandera del feminismo y la lucha contra el patriarcado, no queda a salvo de la ola expansiva del escándalo.
El derrumbe de Errejón, que renunció a su banca el jueves, se desencadenó cuando el testimonio anónimo de una mujer que estuvo con él lo acusó de ser “un maltratador psicológico” y de “montar numeritos” si no se accedía a ciertas “prácticas humillantes” de las que él sería devoto en la intimidad.
Inigo Errejon, (JAVIER SORIANO / AFP)Con una carta que subió a su cuenta de X, Iñigo Errejón, de 40 años, renunció el jueves a su cargo y a la vida política. Lo hizo después de que la vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz, referente de Sumar, le pidiera que entregara su acta de diputado. El partido llevaba días investigando la denuncia contra él y él reconoció ante los suyos que las acusaciones eran ciertas.
“Toda mi confianza para la vicepresidenta Yolanda Díaz y Sumar, una organización que ha hecho y está haciendo mucho por el progreso de las mujeres”, expresó el presidente del gobierno Pedro Sánchez en sus redes sociales.
El Partido Popular, en cambio, le pide a Yolanda Díaz responsabilidades políticas. “Lo sabía y lo encubrió”, opinan desde la oposición.
La renuncia de Errejón y la aparición de nuevos testimonios de mujeres que dicen haber sido agredidas sexualmente por el ahora ex diputado estaba en boca de toda España cuando Elisa Mouliaá, de 35 años, confesó haber sido, ella también, víctima del ex portavoz de Sumar que, desde el jueves, ya no cuenta con la inmunidad de la que gozó mientras fue diputado.
La denuncia de la actriz ya está en un juzgado de Madrid y esto no deja de ser un nuevo golpe bajo para el gobierno de coalición PSOE-Sumar, ya bastante agobiado por la investigación que podría imputar, en cuestión de días, a un ex ministro de Sánchez por corrupción.
José Luis Abalos, ex titular del Ministerio de Transportes y ex secretario de organización del PSOE, podría quedar implicado como presunta “pieza indispensable” de la trama que cobraba coimas en los contratos de compra de barbijos durante los primeros meses de la pandemia de Covid.
“Sólo sí es sí, Iñigo”
El 22 de septiembre de 2021 es muy probable que Iñigo Errejón se sintiera invencible. Ese día presentaba, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, su libro “Con todo. De los años veloces al futuro”.
Llevaba un año escribiéndose por Instragam y Telegram con Elisa Mouliaá y la invitó a la presentación. No se conocían personalmente.
Elisa le propuso luego que la acompañara a una fiesta de unos amigos suyos. Según consta en su declaración, Errejón comenzó a propasarse ya en el ascensor, donde la “agarró fuertemente de la cintura” y la besó.
Ya en la fiesta, bailaron, bebieron y charlaron hasta que la tomó del brazo y se encerró con ella en una habitación: “Cerró con pestillo la puerta, para impedir que la dicente (la denunciante) pudiese escapar, comenzando a besar y a tocar a la dicente por distintas partes del cuerpo, sobre todo la zona de los pechos y de los glúteos (…) sin el consentimiento de la declarante”, figura en el relato de Mouliaá ante la policía especializada en violencia contra la mujer.
Agregó que Iñigo Errejón “empujó a la dicente sobre la cama y el denunciado se sacó su miembro viril” y le tocó los pechos. Ella dijo haberse sentido “paralizada y que no consintió nada de lo que sucedió”.
En su declaración figura que el ex diputado la “liberó” bajo la promesa que en 2o minutos se irían de la fiesta a su casa, donde se repitió la escena no consentida.
Mouliaá dijo haberle preguntado a Errejón “si no sabía qué era la seducción, los tiempos y la escucha, a lo que el denunciado le contestó dándole las gracias y diciéndole que eso le iba a servir para futuros encuentros, extremo que provocó en la declarante sorpresa, repulsión y decepción”.
La actriz confesó que no se atrevió a denunciar lo que le sucedió hace tres años, porque temió que la influencia mediática del ahora ex diputado perjudicara su carrera profesional.
¿Un Me Too en la política española?
“En relación a los políticos no es frecuente estas denuncias públicas por acoso sexual”, dice a Clarín Angeles Carmona, experta en violencia contra la mujer y ex presidenta del Observatorio de Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial español, cuando se la consulta si España podría estar frente a un movimiento de denuncia contra delitos sexuales como sucedió en la industria cinematográfica de Hollywood en 2017 cuando surgió el Me too (Yo también).
“El último caso que recuerdo fue el del tenor internacional Placido Domingo -acusado en 2019 de acoso por un grupo de mujeres-, que tuvo repercusión fuera de España -recuerda Carmona-. Creo que la denuncia de la actriz puede animar a más víctimas. El hecho de que una mujer se exponga así en público frente a un político es un acto de valentía que suele suponer que otras víctimas también se atrevan a denunciar.”
Rumores desde hace un año
Sus ex compañeros de Podemos, el partido “de los indignados” que Errejón fundó junto a Pablo Iglesias en 2014, admiten que a mediados del año pasado se habló del comportamiento condenable del ahora ex vocero parlamentario por una denuncia anónima que apareció en redes pero que luego fue borrada.
Iglesias, que abandonó la conducción de Podemos y la política en 2021, confesó que hace más de cinco años que no tiene ningún contacto con quien fuera su entrañable socio político. “No tenía ni buena opinión personal ni política de Errejón. Pero fue mi amigo y no me alegro de que tenga un final tan siniestro”, reconoció Iglesias.
