El fuerte apoyo de Elon Musk a Donald Trump no es gratis: Si bien comparten las mismas posiciones respecto a temas como la deportación masiva de los inmigrantes ilegales y la desregulación, el CEO de Tesla está detrás de contratos gubernamentales multimillonarios, así como de una desgravación fiscal potencialmente masiva y, tal vez, hasta un lugar dentro del gobierno.
Musk, la persona más rica del mundo, ha lanzado un esfuerzo de gran alcance para ayudar al expresidente a volver a la Casa Blanca. El multimillonario publica con frecuencia mensajes en apoyo de Trump en su plataforma de redes sociales X, donde cuenta con más de 202 millones de seguidores.
En los mítines del expresidente, Musk ha aparecido ocasionalmente en el escenario para hacer una apasionada petición de votos. También ha donado casi 75 millones de dólares en apoyo de Trump durante tres meses.
Y en los últimos días, Musk ha comenzado con un polémico sorteo diario de 1 millón de dólares a los votantes registrados en los estados bisagra o campo de batalla. El fiscal de distrito de Filadelfia, Larry Krasner, demandó posteriormente al empresario por supuestamente realizar una lotería ilegal.
Para participar en el sorteo, las personas deben firmar una petición distribuida por el America PAC de Musk que promete apoyo a la Primera y la Segunda Enmienda. Las únicas personas elegibles para firmar son los votantes registrados en siete estados clave.
Musk, que además dirige SpaceX, parece estar alineado con Trump en una serie de temas, incluyendo la deportación masiva y la desregulación. Pero la elección también tiene implicaciones significativas para las empresas de Musk, muchas de las cuales hacen negocios con el gobierno de los Estados Unidos y enfrentan disputas con las agencias federales.
«La relación que Elon Musk tiene con el gobierno federal no tiene precedentes», dijo Stephen Diamond, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santa Clara que se especializa en derechos de valores.
¿Qué está en juego para Musk en las elecciones de 2024? Por un lado, contratos gubernamentales por valor de miles de millones de dólares.
Los negocios millonarios
Una serie de empresas dirigidas por Musk hacen negocios con el gobierno o reciben apoyo federal. «Estás hablando de miles de millones de dólares al año», dijo Richard Pierce, profesor de derecho de la Universidad George Washington que se centra en la regulación gubernamental. «El presidente tiene un tremendo poder discrecional sobre los contratos gubernamentales».
La empresa aeroespacial de Musk, Space X, considera a los Estados Unidos como un cliente clave. En junio, la NASA otorgó a SpaceX 843 millones de dólares para construir un vehículo que ayudaría a sacar de la órbita a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés).
Elon Musk, director ejecutivo de Tesla y propietario de X, con el ex presidente estadounidense Donald Trump. Foto ReutersLa semana pasada, la Space Force de Estados Unidos otorgó a SpaceX más de 700 millones de dólares para ayudar con una serie de lanzamientos en los próximos años.
Tesla también ha recibido contratos del Departamento de Defensa y del Departamento de Transporte, entre otras agencias.
En total, SpaceX y Tesla han recibido al menos 15.400 millones de dólares en contratos gubernamentales durante la última década, según un análisis del New York Times.
Tesla también se ha beneficiado de miles de millones en subsidios federales. Desde 2018, la compañía de vehículos eléctricos ha recibido 9 mil millones de dólares en dicho apoyo gubernamental. Los fondos provienen principalmente de un programa que recompensa a los fabricantes por no exceder los límites de emisión de carbono.
«Musk está entrelazando financieramente con el gobierno federal», dijo Diamond.
Por otro lado, Musk tiene necesidad de reguladores «más amigables» a sus intereses.
Sus empresas están actualmente atrapadas en una serie de disputas con agencias federales y reguladores.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) se ha embarcado en varias investigaciones de Tesla por supuestos peligros asociados con la capacidad de conducción autónoma de Tesla.
Mientras tanto, la Junta Nacional de Relaciones Laborales presentó quejas contra SpaceX sobre los términos de un acuerdo de despido.
SpaceX demandó a la NLRB en enero alegando que sus audiencias administrativas violan la Constitución.
Las agencias federales ejecutan las leyes promulgadas por el Congreso, pero las decisiones de aplicación dependen en gran medida de las directivas y las decisiones tomadas por el presidente en funciones.
En agosto, Trump elogió a Musk por su voluntad de despedir a trabajadores en huelga. «Eres el mejor cortador», le dijo.
La campaña de Trump dijo que el apoyo de Musk y otros empresarios subraya la fortaleza de los planes económicos del candidato.
Musk busca también una desgravación fiscal potencialmente masiva. En otras palabras, podría beneficiarse de un gran recorte de impuestos si Trump gana las elecciones.
El ahorro fiscal puede ser el resultado de un plan propuesto por Trump en el que Musk asumiría un papel en la administración del republicano como jefe de una nueva «comisión de eficiencia gubernamental».
