Se intentó en 2021 y no salió adelante. Se intenta ahora en 2024 y ya hay un primer acuerdo. Porque el Gobierno, junto a PNV y Junts, ya han pactado según medios como El País o El Mundo que tendremos una reforma fiscal que apunta directamente a los conductores, con una subida del diésel.
De momento, todo tiene que ser aprobado pero parece que ya hay un primer acuerdo para llevarlo a cabo. Además, Europa vigila con lupa y 6.500 millones de euros están en juego.
Polémico. Es, desde luego, la palabra que mejor refleja el camino que ha seguido el Gobierno para intentar sacar adelante este aumento a los precios del diésel. La medida ha sido incluida entre las enmiendas para subir los impuestos a las grandes compañías.
Los medios que siguen de cerca la actualidad política coinciden en que el Gobierno, PNV y Junts han llegado a un acuerdo después de intensas negociaciones para apoyar la medida. Entre ellas se encuentra la de imponer un nuevo impuesto a la banca o endurecer el pago de sociedades de las grandes empresas. Es lo que se considera una subida del diésel «por la puerta de atrás».
¿Qué estamos pagando? En estos momentos, la diferencia que existe entre el precio del diésel y de la gasolina se encuentra en los impuestos fijos que se pagan. Éstos se aplican de diferentes maneras. Tanto el diésel y la gasolina están gravados con un IVA del 21%, lo que varía la recaudación con el precio final del combustible.
En su tramo fijo, ambos combustibles pagan 7,2 céntimos/litro por lo que se conocía como el tramo autonómico, que se igualó al alza en 2019, del Impuesto Especial sobre Hidrocarburos. El tramo general en estos momentos está definido de la siguiente manera:
- Gasolina sin plomo 98: 431,92 euros/1000 litros o 0,432 euros/litro.
- Gasolina sin plomo 95: 400,69 euros/1000 litros o 0,401 euros/litro
- Diésel: 307 euros/1000 litros o 0,307 euros/litro.
¿Qué se quiere conseguir? La intención del Gobierno y los socios es clara: igualar lo que pagamos por el diésel a lo que se paga por la gasolina. Es decir, igualar el tramo general del Impuesto Especial sobre Hidrocarburos a 0,401 euros/litro, lo que implica una subida de 9,6 céntimos/litro.
A la cifra anterior hay que sumar la aplicación del IVA sobre el nuevo precio del diésel por lo que el incremento en el precio final podría irse a unos 11 céntimos/litro. De salir adelante la medida, el coste de llenar un depósito de diésel de 50 litros se incrementaría en unos 5,50 euros.
De momento, dicho incremento se aplicaría a partir del mes de abril de 2025 y no afectaría a los transportistas, para lo que se busca una solución. Hay que recordar que en marzo de 2022 una huelga de transportistas por los altos precios del combustible llegó a paralizar algunas carreteras españolas y afectó directamente a los supermercados.
¿Cuánto se prevé recaudar? No hay cifras concretas de cuánto dinero puede conseguir el Estado con esta nueva medida. En El País recogen que en 2022 Hacienda calculaba un aumento en la recaudación de unos 2.000 millones de euros. En esa cifra, sin embargo, se incluía el gasóleo profesional, por lo que algunos expertos apuntan a que el dinero recaudado se reduciría a la mitad.
En El Mundo recogen las voces de ACEA, quienes aseguran que el montante final si no se saca al profesional de esta subida alcanzará los 2.900 millones de euros. La patronal europea del automóvil apunta que si se lleva a cabo esta medida, España se situará entre los cuatro países que mayores impuestos aplica al combustible.
Recogen también en este diario que la subida del impuesto al diésel podría quedar limitada si el precio final del mismo supera los 1,50 euros/litro de media. El medio avanza que se estudia capar el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos al diésel en 0,422 euros/litro en este caso. Es decir, no se igualaría con la gasolina que con la suma del tramo general y el especial se sitúa en 0,473 euros/litro.
6.500 millones de euros. La subida del precio del diésel está íntimamente ligada con las presiones de Bruselas para que España aumente sus impuestos. La Unión Europea condiciona la entrega de la quinta ayuda de los fondos Next Generation (6.500 millones de euros) a una reforma fiscal en nuestro país.
Esos fondos, a los que habría que sumar 500 millones de euros en préstamos, llegarían más tarde de lo esperado, ya que el Gobierno ha dilatado todo lo posible la petición de los mismos para poder aplicar las reformas necesarias que Europa está exigiendo como contraprestación.
Foto | Mazda
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