La fiebre del coleccionismo tiene un nuevo protagonista: pequeños «ángeles de plástico» que están invadiendo los móviles de cada vez más gente en España, incluso sus portátiles. Sobre todo, de gente muy joven.
Por qué es importante. Los ‘Sonny Angels’, como se conoce a estas figuritas, representan esa intersección perfecta entre cultura online, mundo físico, nostalgia millennial y fenómeno viral de TikTok. Ha derivado en un mercado que está moviendo millones de euros.
La panorámica. Creados en Japón en 2004 por Toru Soeya, estos muñecos de 7 u 8 centímetros se han convertido en el último objeto de deseo de la generación Z y también de algunos millennials.
Su diseño minimalista –un bebé ángel desnudo con distintos gorros temáticos– esconde una estrategia de marketing tan predecible como efectiva: vienen en cajas sorpresa, generando el mismo tipo de dopamina que los likes en redes sociales.
En cifras:
- Precio medio: entre 12 y 30 euros por unidad, aunque hay versiones no oficiales mucho más baratas.
- Más de 600 modelos distintos.
- 3 millones de unidades vendidas al año.
Y subiendo.
Entre bambalinas. La versión más codiciada es la ‘Hipper’, diseñada específicamente para encajarse en el móvil. Ha tenido tanto éxito que lleva tiempo agotada en todas sus variantes en la web oficial de la marca.
El fenómeno ha sido impulsado por influencers tecnológicos y celebridades como Victoria Beckham o Rosalía, que han dejado ver su Sonny Angel adherido a la funda de su iPhone.
- La marca también se ha adaptado al mercado especializado en accesorios tecnológicos con colaboraciones estratégicas.
- Casetify, uno de los mayores fabricantes de fundas para móvil, ha hecho una colaboración con estos muñecos para crear fundas exclusivas.
Profundiza. Su éxito responde a varios factores:
- Diseño ‘kawaii’ (‘adorable’ en japonés) que activa respuestas emocionales primarias importantes para el público al que se dirige.
- Factor sorpresa en cada compra. Algo que engancha.
- Integración con el dispositivo más importante para la vida de mucha gente: su móvil.
- Gran presencia en redes sociales.
- Precio lo suficientemente alto para ser aspiracional pero lo suficientemente accesible para ser masivo. A 5 o a 50 euros funcionaría de otra manera.
Son la evolución del merchandising tecnológico habitual. Ya no basta con personalizar el dispositivo con fundas a juego con la ropa o siguiendo una moda estrafalaria, ahora pasamos al terreno de la narrativa social y emocional algo más amplia. Otra forma de expresión personal y conexión social, otra sensación de pertenencia a algo.
En Xataka | Las bibliotecas virtuales son maravillosas: así las estoy usando en mi lector de libros electrónicos
Imagen destacada | Sonny Angel