El valle de San Joaquín se extiende a lo largo de la mitad sur del valle Central del estado norteamericano de California. El valle formado por la cuenca del río San Joaquín es una región clave para la agricultura del estado más poblado de los EE UU, pero también un área donde la gestión de los recursos hídricos tiene grandes implicaciones.
El valle más profundo. Un nuevo estudio ha relacionado la extracción de aguas procedentes de acuíferos en el valle de San Joaquín, con el progresivo (y marcado) hundimiento del suelo en la región. Un hundimiento promedio que se sitúa cerca de los 2,5 centímetros al año, pero que en algunos puntos multiplica por 12 este ritmo según el nuevo trabajo.
La subsidencia en el valle. El hundimiento de este valle, o la subsidencia de este utilizando la terminología empleada por el equipo, no es una novedad. A lo largo de las últimas dos décadas la pérdida de altitud del valle era un fenómeno bien conocido, pero desconocíamos hasta ahora la magnitud del fenómeno.
Esto se debe, explica el equipo responsable del nuevo estudio, a la existencia de un vacío en los datos para el periodo entre 2011 y 2015. Un hueco que ahora ha podido rellenarse gracias al trabajo del equipo de la Universidad de Stanford.
“Nuestro estudio es el primer intento de cuantificar realmente la magnitud total de la subsidencia en las últimas dos décadas,” explicaba en una nota de prensa Rosemary Knight, coautora del trabajo. “Con estos resultados, podemos ver la imagen global para mitigar esta subsidencia récord.”
Llenando un vacío. Para salvar el vacío en los datos, el equipo recurrió a mediciones geodéticas de subsidencia. Combinaron así las medidas de las herramientas satelitales InSAR (interferometric synthetic aperture radar) con datos de elevación obtenidos por estaciones de GPS en la región. Así pudieron estimar el volumen perdido por el valle en el periodo entre 2006 y 2022 y encontraron una diferencia de 14 km³ en el volumen del valle durante ese periodo de 16 años.
El equipo realizó otro análisis similar para el “periodo histórico”, entre 1925 y 1970. Los detalles del trabajo fueron publicados en un artículo en la revista Nature Communication Earth and Environment.
Un problema en stand by. El análisis de estos dos periodos resulta en una suerte de cronología de la subsidencia del valle de San Joaquín a lo largo del último siglo. Un hundimiento que habría tenido distintas fases: una primera fase (entre 1925 y 1970) de hundimiento rápido, una intermedia en el que el problema remitió, y una nueva fase de gran subsidencia (entre 2000 y 2022).
El equipo señala que durante el primer periodo, un área de más de 10.000 km² (aproximadamente el área de la Comunidad Foral de Navarra) se hundió más de 30 centímetros. Ahora la historia parece repetirse.
Llenar otro vacío. Este es un problema grave con muchas consecuencias. Por ejemplo el coste añadido que resulta de adaptar las infraestructuras hidráulicas, como los acueductos, empleadas para llevar el agua desde este valle a las zonas urbanas y agrarias de su entorno. Problemas que implican la necesidad de tomar medidas contra este hundimiento.
El equipo responsable del estudio señala que California cuenta con suficiente agua en superficie como para reducir la presión sobre sus acuíferos y permitir frenar la pérdida de volumen. Frenar la subsidencia requeriría que estos acuíferos recuperaran 832.000 millones de litros de agua al año, un volumen de agua ligeramente menor que la que recibe el valle anualmente.
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Imagen | Earth Science and Remote Sensing Unit, NASA Johnson Space Center / Lees & Knight (2024)