Además del acceso que ha tenido Musk, sus empleados han participado de forma integral en la transición examinando a posibles candidatos a altos cargos del gobierno.
Elon Musk desempeña muchas funciones con el presidente electo Donald Trump.
Es el donante más importante de su campaña, el promotor más influyente en las redes sociales y un asesor clave en política y personal.
Durante la mayor parte del tiempo transcurrido desde el día de las elecciones, también ha sido inquilino de Trump.
Musk ha estado utilizando una de las cabañas que se alquilan en la propiedad de Trump en Mar-a-Lago, la antigua casa de Marjorie Merriweather Post en Florida que Trump convirtió en un club y hotel solo para miembros en la década de 1990, según dos personas con conocimiento del acuerdo.
La cabaña en la que se ha alojado, llamada Banyan, está a varios cientos de metros de la casa principal, según una persona que conoce la propiedad.
El Sr. Trump convirtió Mar-a-Lago en un club y hotel sólo para miembros en la década de 1990. Foto Scott McIntyre para The New York TimesAlojarse en el mismo terreno ha facilitado a Musk el acceso a Trump.
Puede asistir a las cenas de Trump, como la que celebró recientemente con Jeff Bezos, rival de Musk y fundador de Amazon.
Musk, quien gastó más de 250 millones de dólares en los últimos meses del ciclo electoral de este año para ayudar a elegir a Trump, ha asistido a reuniones de personal en la Casa del Té de Mar-a-Lago, ha participado en llamadas telefónicas con líderes extranjeros y ha pasado horas con Trump en su despacho.
Los empleados de Musk de sus diversas empresas también han participado de forma integral en la transición, examinando a posibles candidatos a altos cargos del gobierno, en entrevistas en la sede de la transición de Trump en West Palm Beach.
Musk no es el único miembro del círculo íntimo del presidente electo que se ha alojado en la propiedad de Trump.
El vicepresidente electo, JD Vance, se ha alojado en una de las cabañas de Mar-a-Lago cuando ha estado en Palm Beach y ha acudido allí con frecuencia durante la transición, según una persona con conocimiento de sus estancias.
Y se dice que otros han utilizado casas de campo desde el día de las elecciones.
Pero pocos han sido tan omnipresentes como Musk.
La casa de campo que utiliza Musk ha sido utilizada a lo largo de los años por muchos amigos y socios de Trump.
Hace años, el ex presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, se alojó en Banyan con un amigo, antes de que Trump se convirtiera en candidato presidencial.
Trump ha alardeado ante la gente de que Musk —el hombre más rico del mundo— está “alquilando” uno de los espacios residenciales de Mar-a-Lago.
No está claro cuánto acabará pagando Musk por la cabaña, que históricamente se ha alquilado por al menos 2000 dólares la noche, según una persona con conocimiento de las tarifas.
Los funcionarios del club no suelen facturar a los huéspedes hasta el final de su estancia, lo que deja abierta la posibilidad de que Trump decida no cobrarle a Musk o reducir el importe de su factura.
Pero Trump no es conocido por rehuir las oportunidades de obtener ingresos.
Musk se instaló en la casa de campo en torno al día de las elecciones y vio los resultados en Mar-a-Lago con Trump.
Abandonó la propiedad alrededor de Navidad y se espera que regrese en los próximos días.
Musk es conocido en el club por hacer peticiones como comidas fuera del horario normal de la cocina.
Durante su estancia en Mar-a-Lago, le han acompañado al menos dos de sus hijos —Musk tiene al menos 11— y sus niñeras.
Una de las madres de sus hijos, Shivon Zilis, quien trabajó para Musk en su empresa de implantes cerebrales Neuralink, también ha sido fotografiada en Mar-a-Lago, después de las elecciones.
Musk viaja con frecuencia y es conocido por alojarse en propiedades de sus amigos.
En San Francisco, se sabe que se aloja en casa de David Sacks, el capitalista de riesgo al que Trump nombró recientemente asesor sobre criptomoneda e inteligencia artificial.
En Hawai, ha residido en lugares propiedad del multimillonario Larry Ellison en la isla de Lanai.
Sin embargo, Mar-a-Lago es diferente, ya que se trata de una empresa con fines de lucro propiedad de Trump y no de una vivienda privada.
Un portavoz de la transición de Trump no respondió a un correo electrónico en busca de comentarios sobre el acuerdo.
Musk no respondió a una solicitud de comentarios por correo electrónico.
El viernes, en una publicación en Truth Social que parecía destinada a ser una comunicación privada con Musk, Trump escribió:
“¿Dónde estás? ¿Cuándo vas a venir al ‘Centro del Universo’, Mar-a-Lago?
Bill Gates ha pedido venir, esta noche. ¡Te echamos de menos y x! ¡¡¡La víspera de Año Nuevo va a ser INCREÍBLE!!! DJT”.
Algunos asesores de Trump se han quejado en privado de la influencia que Musk ha tenido en la transición y de lo inseparable que es del presidente electo.
Es poco probable que Musk tenga un acceso físico tan ilimitado a Trump después de que el presidente electo asuma el cargo el 20 de enero en Washington.
Entrar y salir del ala oeste de la Casa Blanca es más complejo que en los clubes privados de Trump, al igual que el acceso a la residencia presidencial.
Aun así, a Trump le ha gustado a menudo coleccionar gente, y ha disfrutado sabiendo que muchos de ellos pagan por tener acceso a él.
Desde que asumió el cargo la primera vez, las personas que querían ganarse su favor —o estar cara a cara con él— se han unido a sus clubes, han alquilado salones de baile en sus propiedades o se han alojado en sus hoteles.
Se dice que Trump ha aumentado la cuota inicial de socio en Mar-a-Lago a 1 millón de dólares.
Maggie Haberman es corresponsal política sénior que cubre la campaña presidencial de 2024, desde las contiendas electorales en todo el país hasta las investigaciones sobre el expresidente Donald Trump.
Jonathan Swan es un reportero político que cubre las elecciones presidenciales de 2024 y la campaña de Donald Trump.
Ryan Mac cubre la responsabilidad de las empresas del sector tecnológico mundial.
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