Arrancó el año. Y a todo ritmo: los clubes grandes (y algunos otros, poderosos por historia, presente y dólares frescos), negocian con entusiasmo y rapidez para conseguir los primeros refuerzos para una temporada exigente, que hasta contiene al Mundial de Clubes para Boca y River. Habrá de todo, como siempre: Copa Libertadores, Sudamericana, Recopa, trofeos de un partido… y el nuevo formato del volátil fútbol argentino.
La primera división tendrá dos torneos, uno por cada semestre, durante 2025. El primero, como en las viejas épocas doradas del plano local, se denominará Apertura; mientras que el segundo será el Clausura. Sin embargo, más allá de que lleven el rótulo de liga y que cuenten como tal a la hora de enumerar los títulos, tendrán formato de copa, con dos zonas de 15 equipos, 16 fechas -una interzonal y una contra su clásico rival o club en esa sintonía- y rondas de eliminación directa desde octavos de final en adelante.
Los dos torneos ya tienen fecha de realización: el primero se disputará entre el 26 de enero y el 1° de junio, mientras que el segundo se jugará entre el 13 de julio y el 14 de diciembre. Otra novedad es que volverán los descensos rumbo a la Primera Nacional: uno por la Tabla Anual, que suma los puntos de los dos campeonatos, y otro por la de promedios. Y otros dos clubes ascenderán desde la segunda categoría, por lo que se mantendrán los 30 equipos en primera para 2026.
Con ese desafío doméstico (lo primero que se juega), Boca, River y todos los equipos suman caras nuevas. Agregan y se desprenden de jugadores. Con el tiempo se sabrá si fueron “incorporaciones” o “refuerzos”. El mercado de pases ya se juega en la Argentina. Boca, River y los otros 28 equipos de la Liga Profesional buscan comprar, vender y ceder futbolistas.
Lo saliente: Matías Rojas, el enganche zurdo que brilló en Racing y jugó con Lionel Messi en Inter Miami, irá a River, el River de Gallardo, que ya tiene el regreso confirmado de Enzo Pérez, el sorpresivo arribo de Gonzalo Tapia y está a punto de acordar las vueltas de Lucas Martínez Quarta (casi confirmado) y Gonzalo Montiel (se aceleraron las negociaciones).
Más allá del regreso del ídolo, de 38 años y de la factible incorporación de otro campeón del mundo, el héroe definitivo de Qatar, el caso Rojas es todo un mensaje al fútbol argentino. Boca, antes del arribo de Fernando Gago, lo buscó más de una vez y no pudo repatriarlo. Paraguayo, de 29 años y buena pegada, aunque con ciertas licencias durante largos periodos de tiempo. Además, el club millonario podría “soplarle” otro valor a su histórico adversario: Giuliano Galoppo, un número 5 que actúa en San Pablo.
Lo último: River y Sevilla tomaron nota del pedido de Montiel. No habría problemas de papeles ni de economía para el regreso del defensor, uno de los preferidos de Gallardo, que nunca se sostuvo con firmeza en el fútbol europeo. Atención: Miguel Borja, incómodo con los planteos del Muñeco, podría alejarse a la MLS, y Paulo Díaz escucha ofertas ante la llegada de Martínez Quarta.
A través del controvertido Consejo de Fútbol, Boca toma nota de las negociaciones con el mismo entusiasmo que su histórico rival, aunque midiendo cada paso. Ander Herrera, de 35 años, de destacada trayectoria en el fútbol del Viejo Continente, fue ofrecido por su simpatía por los colores xeneizes y su deseo de conocer la Bombonera desde adentro. Algo parecido al caso de Iker Muniain, que soñaba jugar en River, actuó un semestre en San Lorenzo y probablemente siga su travesía por América del Sur en Botafogo, el campeón de la Copa Libertadores y del Brasileirao.
Parece ser un deseo del jugador, pero Boca tomó nota y habría dado el OK. En la Ribera creen que puede ser un impacto parecido al de Edinson Cavani. Atención: ya se fueron Pol Fernández (Fortaleza), Aaron Anselmino (Chelsea) y está por emigrar Gary Medel. Al mismo tiempo, se supo que la popular entidad tiene todo acordado con Alan Velasco, un enganche surgido en Independiente, de exitoso paso por Dallas, aunque el club norteamericano elevó las pretensiones. Por ahora, solo tiene asegurado a Carlos Palacios, chileno, un rapidito, campeón con el Colo Colo de Jorge Almirón.
¿Qué más? Independiente (Luciano Cabral, Nicolás Freire) y Racing se pelean por Walter Mazzantti, de buena temporada en Huracán. La Academia perdería a Juanfer Quintero y Adrián Maravilla Martínez, mientras que el Rojo fracasó en el intento de sumar a Imanol Machuca, que se inclinó por Vélez y la próxima Libertadores. San Lorenzo, envuelto en un mar de salidas y de deudas, incorporó a Emanuel Cecchini, jugador libre.
Con el ingreso de un grupo empresario, Estudiantes, que promete una revolución cultural, adquirió a Cristian Medina y Lucas Alario, y va a la carga por Sebastián Driussi, de largas temporadas en el fútbol norteamericano. ¿Algo más? Lucas Zelarayan volvió a Belgrano, desde el exótico Al Fateh, de Arabia Saudita; Nicolás Gaitán se fue de Sarmiento, y Claudio Aquino y Valentín Gómez dejaron Vélez.
Algo más: el mercado de pases de los técnicos tampoco afloja su ritmo. Los cinco grandes mantienen a sus conductores, toda una novedad. En cuanto a lo demás: Gustavo Quinteros salió campeón de la Liga Profesional con Vélez, se fue a Gremio y ya fue reemplazado por Sebastián Dominguez, que dejó su puesto en Tigre, ahora en manos de Diego Dabove. Walter Erviti asumió en Belgrano, Mariano Soso en Newell’s, Pedro Troglio en Instituto, Ariel Broggi en Banfield y desde hace varios días, Mauricio Pellegrino conduce a Lanús.
