Luego de obtener su primer triunfo en el Torneo Apertura frente a Huracán en la Bombonera, Boca volvió a los trabajos el martes por la tarde y cerró con un asado organizado por Fernando Gago para todo el plantel, cuerpo técnico y utileros. Una situación habitual en Boca Predio desde que está Juan Román Riquelme, pero con la particularidad de que fue el propio entrenador quién se encargó de organizar y supervisar la parrilla, en un gesto que busca fortalecer la unión del equipo y que recuerda las prácticas implementadas por Carlos Bianchi en su exitosa etapa al frente del club.
El encuentro se llevó a cabo el martes por la noche, tras el día libre post triunfo, en una sesión de entrenamiento vespertina. Participaron jugadores, cuerpo técnico y utileros, los que están en el día a día en el predio, compartiendo un momento de camaradería que fue destacado en las redes sociales oficiales del club con el mensaje: “¡Hay equipo!”.
Esta iniciativa de Gago no solo busca celebrar la reciente victoria, sino también emular las estrategias de cohesión grupal que caracterizaron al Boca de Bianchi. Como contó hace un tiempo el ex jugador Xeneize, Cristian Traverso, en TyC Sports, los asados eran parte fundamental de la dinámica del plantel: “Nosotros los miércoles comíamos asado con los empleados, con los cancheros. Atrás de los carteles de la Bombonera poníamos una parrillita en el piso y comíamos asado, eso era Boca”.
Además, Traverso destacó la confianza que el Virrey depositaba en sus jugadores, permitiéndoles estas reuniones que fortalecían el espíritu de equipo: “Carlos sabía que nosotros nos quedábamos en el doble turno a comer lechón, con cerveza a lo mejor. Pero después te agarraba el profe Santella y te decía ‘hace 10 pasadas’, y nosotros no hacíamos 10, hacíamos 20, porque sabíamos que habíamos estado mal en comer el lechón, pero era necesario para nosotros”.
Con este asado, Gago no solo cumple una promesa hecha al plantel, sino que también busca revivir una tradición que, más allá de lo gastronómico, simboliza la unión y el compromiso dentro del equipo. Un gesto que, sin duda, evoca las épocas doradas de Boca y refuerza la identidad Xeneize.
El evento tuvo un condimento especial: fue el primer asado con el equipo para los refuerzos Ayrton Costa, Rodrigo Battaglia, Ander Herrera, Alan Velasco, Agustín Marchesín y Williams Alarcón.
Por su parte, el chileno Carlos Palacios había estado presente en el último asado, el 10 de enero, día que terminaban la “parte fuerte” de la pretemporada, previo a arrancar los partidos del 2025. El entrenador prometió que el próximo lo haría él, que suele hacerlos en su casa, ya que le gusta mucho, y cumplió.
Además, este asado marca la continuidad de una tradición que Boca mantiene desde que Juan Román Riquelme asumió la dirigencia: la costumbre de compartir estos encuentros como un símbolo de identidad y pertenencia. Aunque, según informan, el presidente no habría estado presente en el asado, una de sus comidas predilectas.
En esta entrevista de 2022 con ESPN, tras la victoria en el superclásico ante River de local, el actual presidente de Boca comentaba la cantidad de asados que hacen en el predio de Ezeiza.
La ocasión no solo sirvió como premio a los jugadores por el esfuerzo de varias semanas sin descanso, sino también como un gesto de unidad en la previa de una seguidilla de partidos clave en febrero, donde Boca enfrentará a rivales exigentes en el torneo local y en el repechaje de la Copa Libertadores.
Esta semana, el cuerpo técnico ya planificó todos los entrenamientos por la tarde, con el objetivo de optimizar la preparación física y táctica del equipo de cara al próximo compromiso. Boca visitará a Racing el sábado en el Cilindro de Avellaneda, en un partido clave que se disputará a las 22.15, horario modificado debido a la ola de calor que afecta al país. Será un desafío importante para el equipo de Gago, que buscará reafirmar su buen momento y sumar su segunda victoria en el torneo ante un rival siempre exigente, que viene de perder con Estudiantes en la última fecha.