ASUNCIÓN, Paraguay.- Esta calurosa ciudad será la sede del regreso de Marcelo Gallardo a una definición por un título. River se medirá este miércoles a las 20 con Talleres por la Supercopa Internacional 2023 con la intención de empezar a encarrilar el rumbo de un equipo que aún no logra regularidad futbolística. Para el Muñeco, será la decimoctava final de su trayectoria como entrenador millonario y la historia le hace un guiño: ganó trece y perdió solo cuatro a lo largo de sus primeros ocho años y medio en su ciclo inicial. Y además, tendrá su quinta final fuera del territorio argentino: se impuso en dos (Suita, Japón y Madrid, España) y cayó en dos (Yokohama, Japón y Lima, Perú). Va por la tercera.
Más allá de ser una competencia novedosa que recién se jugará por segunda vez, para el segundo ciclo de Gallardo este puede ser el trampolín necesario para que el equipo destrabe la cabeza, envalentone el espíritu y crezca anímica y futbolísticamente. El presente tiene cuestionamientos lógicos por los vaivenes e inconsistencias que se dieron en el nivel del equipo entre el regreso inesperado del DT en agosto y este marzo incipiente sin poder consolidar una formación estable. Salvando las distancias de aquel histórico año, hay puntos de conexión con la Supercopa Argentina que ganó en marzo de 2018 contra Boca.
Aquella vez, venía de ser eliminado en semifinales de la Copa Libertadores 2017, tuvo un cierre de año con problemas y afrontaba un inicio de 2018 sin respuestas lo ponía quizás en el momento más crítico del ciclo: llevaba cinco triunfos (entre ellos la final de la Copa Argentina), tres empates y nueve derrotas en los últimos 17 partidos hasta ganar el clásico. “Tengo que sincerarme: estos dos meses en los que veníamos jugando muy mal fue parte de la estrategia. Boca no sabía cómo jugábamos nosotros porque veníamos muy mal, fue todo para ganar este partido”, disparó un irónico Gallardo en conferencia tras vencer 2-0 a Boca.
Esta vez, el equipo responde desde lo numérico: ganó cuatro, empató tres y perdió solo uno en este inicio del Torneo Apertura. Y desde la eliminación con Atlético Mineiro en la Copa Libertadores ganó nueve, empató cuatro y perdió tres. Pero todavía no tuvo ese partido consagratorio, esa actuación que le permita hacer el clic. River no vuela futbolísticamente, le falta volumen de juego, ser más punzante, más convincente. Por eso, la final número 18 en la laureada carpeta del Muñeco es una oportunidad inmejorable.
Hace once años se dio la primera definición de una etapa gloriosa: 1-1 y 2-0 a Atlético Nacional de Colombia para ganar la Copa Sudamericana 2014. Luego, en 2015 jugó cinco finales y ganó tres: Recopa Sudamericana ante San Lorenzo (1-0 y 1-0), Copa Libertadores a Tigres (0-0 y 3-0) y Suruga Bank ante Gamba Osaka (3-0) en Japón. ¿Las dos que perdió? Supercopa Argentina con Huracán (0-1) en San Juan y el Mundial de Clubes con Barcelona (0-3) en tierras japonesas. Un año después, en 2016 se quedó con la Recopa Sudamericana (0-0 y 2-1) a Independiente Santa Fe y le ganó 4-3 a Rosario Central en una inolvidable Copa Argentina en Córdoba.
La tercera definición perdida fue en 2017 ante Lanús (0-3) en la Supercopa Argentina en La Plata. Y aquel año lo cerró con la obtención de la Copa Argentina en Mendoza frente a Atlético Tucumán (2-1), en un éxito que le permitió meterse a la Supercopa Argentina que le ganó a Boca en marzo de 2018 en Mendoza. Aquella final que se volvió a replicar después de 42 años se repitió en la Copa Libertadores: 2-2 en la Bombonera y 3-1 en el Santiago Bernabéu en Madrid para conquistar América por segunda vez.
Luego llegó 2019, un año con altibajos: ganó la Recopa ante Athletico Paranaense (0-1 y 3-0) en el Monumental; perdió la Libertadores con Flamengo (1-2) en Lima; y se quedó con la Copa Argentina frente a Central Córdoba (3-0) en Mendoza. Y finalmente en 2021 se dieron las últimas dos finales, con éxito en ambas: 5-0 a Racing para ganar la Supercopa Argentina y 4-0 a Colón para quedarse con el Trofeo de Campeones, ambas en Santiago del Estero.
Así, la Supercopa Internacional de este miércoles será la duodécima final a partido único de Gallardo en River: acumula siete victorias y cuatro derrotas, siempre durante los 90 minutos, con 24 goles a favor y 13 en contra. Y además se tratará de la novena final nacional: se quedó con seis y perdió dos. La historia promete e ilusiona. La espalda del técnico entusiasma. Ahora llegó el momento de refrendarlo en la cancha. La caliente Nueva Olla de Asunción y un Talleres ilusionado lo esperan.