No había sido un cómodo primer tiempo para la selección argentina en Montevideo. Con una postura más posicional para tener controlado a Uruguay y encontrar contragolpes, que no fueron fructíferos, se acomodó en el segundo período, siendo un equipo mucho más peligroso, con su identidad a flor de piel. Pasó a manejar la pelota, a no correr peligros en la última línea y a generar situaciones peligrosas. Dos de ellas, con la excelsa pierna derecha de Thiago Almada.
El ex futbolista de Vélez silenció el mítico estadio Centenario a los 22 minutos del segundo tiempo. Tras un traslado del incansable Julián Álvarez, que fue del centro del ataque hacia el costado izquierdo del área, Almada se mostró solo por detrás, ubicado más centrado para que el atacante de Atlético Madrid descargase. El ahora volante ofensivo de Lyon, de Francia, tenía todo en la mente. Así como recibió el pase, se perfiló para su mejor pierna, miró el arco e hizo viajar el remate hacia la esquina elegida. Lejos quedaron las manos de Sergio Rochet y arriba quedó el equipo de Lionel Scaloni en el resultado. Y más arriba en la eliminatoria sudamericana, a un punto de la clasificación para el Mundial y con cinco fechas remanentes.
La imagen del cambio de postura táctica y estratégica de la Argentina para la segunda mitad había estado reflejada, justamente, con una acción de Almada casi calcada a la del gol. El conjunto albiceleste elaboró un contragolpe feroz a los tres minutos de derecha a izquierda. Giuliano Simeone jugó para Alexis Mac Allister y la última combinación fue del mismo tándem que participaría más tarde en el único tanto: Álvarez controló mínimamente y con un toque ligero abrió para un Almada totalmente libre. Esta vez de primera, Thiago abrió el pie con su mejor perfil para que el balón ingresara por el mismo ángulo al que le acertaría un rato después.
¿La diferencia? En el primer intento no tuvo el tiempo suficiente como para avizorar el destino y, para colmo, en un campo de juego bastante poceado, el balón picó antes del impacto. De todas maneras, tanta técnica y tanta precisión en el ex volante de Vélez hicieron que el recorrido dibujara el mismo golazo, pero esa tentativo no pudo ser: Rochet, el arquero de la Celeste, despejar la pelota a un tiro de esquina con ambas manos.
Lo que sí se dio a los 22 minutos fue de tal calidad y tal impacto que desde el otro arco Emiliano Martínez hizo un par de gestos de asombro: Dibu sacudió la mano izquierda, de arriba hacia abajo y viceversa, y puso cara de sorprendido, y casi de dolorido, mucho más que de alegría, por lo que había logrado Almada en la acción individual más importante de su trayectoria en el seleccionado. Que, por cierto, incluye la gloria mundial de Qatar.
Con el gol de Thiago, ahora la selección quedó a un punto de asegurarse un lugar en la Copa del Mundo Estados Unidos-México-Canadá 2026. Con 28 unidades, lleva 15 de ventaja al séptimo de la tabla, Bolivia (en posición de repechaje), cuando quedan 15 en disputa por equipo. Por consiguiente, un empate frente a Brasil el próximo martes en Buenos Aires será suficiente para la clasificación.