KUPIANSK, Ucrania — Los soldados ucranianos se levantaron al amanecer, desperezándose, frotándose los ojos y enrollando bolsas de dormir en un escondite en un sótano cerca de la línea del frente, en el este del país.
Su jornada no los llevaría muy lejos.
La mayoría se quedó en el sótano, trabajando con teclados y joysticks que controlaban drones.
En un momento precario para Ucrania, mientras el país se tambalea entre las esperanzas de que las conversaciones de alto el fuego del presidente Donald Trump pongan fin a la guerra y los temores de que Estados Unidos retire su apoyo militar, los soldados estaban participando en una iniciativa del ejército ucraniano que Ucrania espera le permita permanecer en la lucha en ausencia de armas estadounidenses.
Si las conversaciones de paz fracasan o Estados Unidos suspende los envíos de armas, es probable que la iniciativa ucraniana de drones cobre mayor importancia.
El programa redobla su apuesta por los sistemas no tripulados ensamblados en Ucrania, principalmente pequeños drones explosivos que vuelan desde refugios subterráneos.
El lunes, el presidente ruso, Vladimir Putin, agravó la incertidumbre en la guerra al ordenar un alto el fuego de tres días en Ucrania el próximo mes, aunque no está claro si dicha pausa se mantendrá o siquiera comenzará.
La estrategia ucraniana de drones nació de una debilidad clave de su ejército tras más de tres años de guerra: la menguante motivación de los ucranianos para alistarse en el ejército. Foto de Tyler Hicks para The New York Times.Este anuncio se produjo tras una semana de guerra incesante en Ucrania, que incluyó el ataque más mortífero contra Kiev, la capital, en casi un año, y señales contradictorias sobre el futuro de la administración Trump.
En los últimos días, Trump ha sido menos crítico con el liderazgo ucraniano, y en su lugar ha reprendido a Putin por sus continuos bombardeos sobre Ucrania.
Sin embargo, Trump aún no ha prometido más armas, que siguen siendo cruciales.
La decisión estadounidense de suspender la ayuda militar dejaría a Ucrania vulnerable en el frente y mucho más allá.
Su ejército depende de los interceptores Patriot como única defensa contra los ataques con misiles balísticos rusos contra Kiev.
El ejército ucraniano también carece de misiles de mediano alcance propios, como los disparados por el sistema HIMARS de fabricación estadounidense, que son clave para atacar a las tropas y el equipo rusos antes de que lleguen al frente.
Y las innovaciones ucranianas anteriores en la guerra, como la flota ucraniana de lanchas rápidas explosivas controladas a distancia que hundieron gran parte de la Flota rusa del Mar Negro, se introdujeron con gran efecto solo para que Rusia luego ideara contramedidas.
Estrategias
Aun así, los ucranianos ya han superado las adversidades en su batalla contra un enemigo mucho mayor, en parte porque cambiaron su estrategia en el campo de batalla y reajustaron sus armas sobre la marcha.
Al menos por ahora, los soldados esperan que el último programa innovador, llamado Línea de Drones, les ayude a mantener a los rusos prácticamente estancados en el frente.
“Ya no es un enfrentamiento hombre contra hombre”, afirmó el comandante del escuadrón que opera desde el sótano en el este de Ucrania.
El grupo vuela drones con vista en primera persona, lo que ofrece al piloto el equivalente en video de estar en primera fila mientras las bombas caen sobre soldados, autos, tanques o búnkeres rusos.
Un taller de drones en un sótano de Ucrania. Si fracasan las conversaciones de paz, es probable que la iniciativa de los drones cobre más importancia que nunca. Foto de Tyler Hicks para The New York Times.Siguiendo el protocolo militar, el comandante pidió ser identificado solo por su nombre y rango, soldado Artem.
Incluso antes de la Línea de Drones, Ucrania dependía en gran medida de armas no tripuladas, que ahora causan alrededor del 70% de las bajas en la guerra en ambos bandos, según el ejército ucraniano, más que todas las demás armas juntas, incluyendo tanques, obuses, morteros y minas terrestres.
Si bien estas otras armas son proporcionadas parcialmente por Estados Unidos, Ucrania ensambla los drones en su país con componentes fabricados principalmente en China.
El programa ampliado de drones, en preparación desde el otoño pasado pero anunciado formalmente en febrero, es el Plan B de Ucrania si fracasan las conversaciones para poner fin a la guerra, que comenzó con la invasión a gran escala de Rusia en 2022.
Los drones de ambos bandos ya zumban casi continuamente sobre el campo de batalla.
En la guerra de drones, Rusia tiene ventaja en cantidad, mientras que Ucrania la tiene en calidad, siendo a menudo pionera en la adopción de nuevas tecnologías.
Estas incluyen el uso de drones retransmisores para ampliar el alcance de los drones explosivos y el guiado de drones con hilos de fibra óptica finísimos, inmunes a las innovaciones de interferencia de las fuerzas rusas.
La estrategia de la Línea de Drones se ha visto eclipsada por las negociaciones de alto el fuego y por la anterior evaluación despectiva de Trump sobre las posibilidades de Ucrania sin la ayuda estadounidense.
(«No tienes las cartas en la mano», le dijo al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en una polémica reunión en el Despacho Oval).
Pero el despliegue de drones ya ha dado resultados, según analistas militares.
Se le ha atribuido en parte la ralentización de tres meses de la ofensiva rusa en Ucrania.
Freno
Las fuerzas rusas que avanzaron el otoño pasado se encuentran prácticamente estancadas desde enero, a pesar de los costosos ataques del ejército ruso.
Un búnker en el noreste de Ucrania. El programa ampliado de aviones no tripulados, en preparación desde el otoño pasado pero anunciado oficialmente en febrero, es el plan B de Kiev si fracasan las conversaciones para poner fin a la guerra. Foto de Tyler Hicks para The New York Times.La ofensiva rusa alcanzó su punto álgido en noviembre con la captura ese mismo mes de 700 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano, según DeepState, un grupo de análisis vinculado al ejército ucraniano.
En marzo, Rusia capturó tan solo 132 kilómetros cuadrados, según el análisis del grupo.
La principal victoria de Rusia durante el invierno fue la expulsión de Ucrania de toda, o casi toda, la región de Kursk, dentro de Rusia.
El programa ucraniano completará cuatro batallones de drones para convertirlos en regimientos de drones, expandiendo cada uno de ellos de unos 700 soldados a 2500, armados con drones de visión en primera persona, otros que lanzan bombas y sistemas terrestres no tripulados.
Estos últimos incluyen vehículos teledirigidos armados con ametralladoras.
Todas las guerras impulsan la innovación, como la invención del radar durante la Segunda Guerra Mundial y las gafas de visión nocturna en Vietnam.
Pero la estrategia de Ucrania con respecto a los drones también surgió de una importante debilidad de su ejército tras más de tres años de guerra:
la menguante motivación de los ucranianos para alistarse en el ejército.
A medida que la evasión del servicio militar se ha generalizado, el reabastecimiento de las fuerzas armadas se ha convertido en un desafío.
Los drones no reemplazan a las tropas; de hecho, cada vuelo de un dron con vista en primera persona puede requerir hasta cuatro soldados.
Para los vuelos de la semana pasada en el noreste de Ucrania, un escuadrón de drones estaba compuesto por un piloto, un navegante, un armero y un piloto de un dron retransmisor.
Pero reclutar para estos puestos es más fácil que encontrar tropas de infantería que servirán en las trincheras.
Con menos soldados que perder que Rusia, Ucrania quiere limitar los enfrentamientos directos.
Ahí es donde entran en juego los drones.
La estrategia se centra en una franja de tierra a unos 29 kilómetros de profundidad tras la línea del frente ruso.
Saturar el espacio aéreo de esta zona con drones de reconocimiento y ataque puede impedir que los soldados rusos se concentren para los asaltos.
Los drones, que vuelan a unos 128 km/h, pueden superar en velocidad a cualquier vehículo terrestre.
“La evaluación justa es que está funcionando”, dijo Michael Kofman, miembro senior del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, sobre el programa de drones.
La escasez de equipo ruso y el clima invernal también influyeron, añadió.
El objetivo, dijo Kofman, era diseñar una fuerza que “pueda bloquear grandes partes del frente” y mantenerse sin la ayuda de Estados Unidos.
El objetivo del programa es expandirse con el tiempo, con pilotos de drones experimentados que compartan su experiencia con soldados de otras unidades, en un intento de complicar las operaciones rusas de logística, defensa aérea y guerra electrónica en la retaguardia, declaró Yuriy Fedorenko, comandante del Regimiento Achilles, en una entrevista.
«La idea es cubrir toda la línea del frente» con drones, añadió.
El ejército ucraniano realizó una prueba el año pasado cuando los republicanos en el Congreso paralizaron un proyecto de ley de gastos suplementarios para Ucrania.
La munición de artillería escaseó tanto que algunas tripulaciones solo dispararon proyectiles de humo.
En una sección del frente, cerca de la ciudad de Chasiv Yar, las tripulaciones de drones compensaron con una oleada de ataques que interrumpieron la ofensiva rusa.
Los drones cuestan entre 500 y 750 dólares cada uno, menos que los proyectiles de artillería de gran calibre, que cuestan alrededor de 3.000 dólares.
Otros ejércitos están tomando nota.
El Cuerpo de Marines de EE.UU. formó este año su primer escuadrón experimental de drones de ataque, que vuela con drones con vista en primera persona.
Artem sirve en el Regimiento Aquiles, una de las unidades recientemente ampliadas en el marco del programa de drones.
Al igual que una quinta parte de los reclutas del regimiento, es un ex programador informático que trabajó en la floreciente industria de la subcontratación en Ucrania antes de la invasión rusa.
Aunque operan a cubierto a unos 5 kilómetros de la línea del frente, las tripulaciones de los drones no están a salvo ni de la barbarie de la guerra ni del peligro.
El viernes, la tripulación ucraniana captó a un soldado ruso al descubierto, corriendo sobre la hierba verde de una llanura aluvial del río Oskil.
Corría hacia un bosquecito para ponerse a salvo.
Pero el último fotograma de la transmisión de vídeo mostraba que el dron lo había localizado a corta distancia, lo que sugería que no lo había logrado.
Más tarde ese mismo día, los soldados ucranianos que colocaron los drones al aire libre para el lanzamiento se mantuvieron fuera de la vista mientras un dron ruso sobrevolaba antes de alejarse a toda velocidad y estrellarse cerca con un estruendo atronador.
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