Fue un cambio sorpresivo. Inesperado. Que descolocó a más de uno: a 15 minutos del final de un partido parejo que Boca igualaba 1 a 1 y debía ganar para terminar en la cima de la Zona A del torneo Apertura, el técnico Mariano Herrón decidió reemplazar a la figura del encuentro ante Tigre, Miguel Merentiel, para disponer el ingreso de Lucas Janson.
Podría ser un hecho aislado, apenas una decisión más de todas las que toma cualquier entrenador. Sin embargo, no lo es. Porque en los cinco partidos que Herrón dirigió interinamente a Boca desde que el delantero está en el plantel, siempre lo tuvo en cuenta. No así los DTs que vino a reemplazar.
En octubre pasado, Janson reemplazó a Cavani ante Argentinos (venía de jugar apenas un minuto, ante Racing, en los últimos tres meses), y en noviembre de 2023 fue titular frente a Godoy Cruz y Estudiantes, e ingresó por Bullaude frente a Newell’s en ese mismo mes. Solamente no tuvo minutos en un empate ante San Lorenzo.
Anoche, frente a Tigre, volvió a suceder lo que había ocurrido cuando reapareció frente al Bicho: Lucas Janson no jugaba un partido oficial con la camiseta de Boca desde el 22 de febrero, la noche en la que el Xeneize pudo perder por goleada ante Alianza Lima (por la ida de la Fase 2 de la Copa Libertadores) y rescató un 0-1 gracias a una estupenda actuación de Agustín Marchesin.
Janson ya había dejado de ser opción de Fernando Gago por bajo nivel en los entrenamientos y en el campo, por los puntos. Lo mismo había pasado antes con Diego Martínez. Se trata de los dos últimos entrenadores que contrató Juan Román Riquelme, quienes le dieron oportunidades varias al delantero que venía de ser suplente en Vélez Sarsfield. Las desaprovechó todas.
Con este cuarto interinato de Herrón, Janson volvió a tener otra chance que no se sostiene desde lo futbolístico ni lo físico. Porque, incluso, se lo vio fuera de estado. En un partido caliente, que Boca debía ganar por un asunto futbolístico y también por amor propio tras la derrota en el Superclásico, el DT eligió reemplazar a Merentiel para poner a Janson como centrodelantero. Teniendo en el banco al chico Valentino Simoni, figura en la Reserva que el propio Herrón dirigió hasta que asumió una vez el mando del primer equipo. El DT interino lo eligió por sobre un pupilo suyo que él mismo puso en el banco de los suplentes.
El pibe de 21 años, que marcó 8 goles en 11 partidos, no fue opción para Herrón pero sí lo fue el hombre de 30 que anotó apenas 3 tantos en los 45 oficiales que jugó desde que llegó al club azul y oro en agosto de 2023, y en los que solo pudo completar todos los minutos en escasas cinco ocasiones. En los otros 40, fue reemplazado (13) o ingresó desde el banco de suplentes (27).
Herrón explicó el cambio de Janson por Merentiel en la conferencia de prensa: “Venía medio cargado en la semana Miguel. Hoy (domingo) estuvimos en la duda entre ponerlo o no, porque ya se vienen ahora los octavos de final. Tuvo que hacer un esfuerzo grande y quisimos prevenir cualquier situación de mal gusto”, dijo Herrón sobre el cambio a los 28 minutos del segundo tiempo.
El centrodelantero uruguayo es autor de 42 goles en 117 partidos, con un promedio de 0.32, números superiores a los de Janson, cuya eficacia es bajísima (0,07 goles por encuentro), y que además es extremo o volante por izquierda, encima de baja estatura ante los gigantes centrales del Matador de Victoria. Sólo se aclaró la causa de la salida del uruguayo Merentiel pero no la elección de su reemplazante.
Tras el empate, el destino hizo que Boca deba cruzarse con Lanús en los octavos de final. El Granate finalizó séptimo en la Zona B con 20 puntos y una campaña pobre: cuatro victorias, ocho empates y cuatro derrotas.
El sábado próximo podrían saltar al campo de juego de la Bombonera cuatro viejos conocidos en Boca: Carlos Izquierdoz, Eduardo Salvio, Juan Ramírez y Walter Bou.
El Cali fue apartado del plantel primero y desvinculado del club en pleno torneo después por ser la voz cantante en una fuerte discusión con integrantes del Consejo de Fútbol en la previa de un partido decisivo ante Corinthians, por los octavos de final de la Libertadores 2022. Se dejó trascender que fue por negociación por los premios, pero fue una discusión mucho más profunda que esa versión. Al partido siguiente, Marcos Rojo le marcó un gol a San Lorenzo y fue corriendo a celebrarlo con el central que hoy juega para el Granate.
Para reemplazar a Izquierdoz, llegó Facundo Roncaglia, quien después de un intrascendente paso por Chipre, firmó con el Xeneize a los 35 años de edad, bajándose del avión para jugar en su Entre Ríos natal contra Patronato. En dos años y medio también se probó en ese puesto con Carlos Zambrano, Nicolás Figal, Bruno Valdéz, Cristian Lema (ex Lanús) y ahora Rodrigo Battaglia, que venía de coronarse campeón de la Libertadores con Botafogo como volante central. Ninguno estuvo al nivel que alguna vez mostró Izquierdoz.
Además, Gabriel Aranda emigró a Banfield; Nicolás Valentini jugaba en la selección argentina, pero fue marginado por un tema contractual y se fue libre a Fiorentina mientras que Aaron Anselmino fue vendido por cifras millonarias al Chelsea inglés, con casi sin acción en la primera xeneize. El único pibe del semillero que ocupa esa posición es Lautaro Di Lollo, con presencia frecuente entre los titulares por lesiones o suspensiones de los más “veteranos”.
El Toto fue protagonista involuntario del despido de Sebastián Battaglia como DT de Boca en una estación de servicio. El reclamo del entrenador por su renovación contractual, la negativa dirigencial por hacerlo y la imposibilidad de poder contar con él en ese encuentro ante Corinthians que culminó en derrota por penales en la Bombonera terminó eyectando del puesto al primer interino de la era Riquelme.
Salvio se despidió de Boca anotando un gol en una derrota 2 a 1 de local frente a Unión de Santa Fe, el 24 de junio de 2022. Casualmente, el día del cumpleaños del actual presidente de Boca. Ya con otra camiseta, el ex Benfica le marcó al Xeneize en el 1 a 0 de noviembre pasado, último cruce entre ambos antes del que disputarán el próximo fin de semana. fanático de la camiseta azul y oro, no lo celebró.
Ramírez fue el jugador fetiche de Riquelme en Boca. “Siempre juega bien”, elogió más de una vez JR, aun cuando la tarea del mediocampista era indefendible. Hartos, los hinchas de Boca llegaron a chiflar cada vez que aparecía en el equipo.
Después de 95 partidos oficiales y solo dos goles con la camiseta xeneize, finalmente emigró en el último mercado de pases y recaló en Lanús. “Nueva etapa”, escribió en su Instagram cuando fue presentado. Empezó como titular, aunque por momentos intercala y aparece como opción de recambio desde el banco.
Por último, Bou. La Pantera es la carta de gol del equipo que dirige Mauricio Pellegrino, algo que también lo destacó en su paso por Boca (10 gritos en 1587 minutos, uno contra River en el 4 a 2 de diciembre 2016 en el Monumental).
De perfil bajo, sin lugar en el equipo se fue del Xeneize en febrero de 2022, primero a Defensa y Justicia y más tarde al Granate. “Necesitaba jugar y acá me dieron la oportunidad”, dijo con la simpleza que siempre lo caracterizó. Al igual que Salvio, también le convirtió a Boca, en un 2 a 1 de febrero de 2024 en la Fortaleza.
Los cuatro enfrentarán el fin de semana a Boca, con el boleto a cuartos de final en juego y tanto Izquierdoz como Salvio y Bou tendrán el plus de querer demostrarle a la dirigencia azul y oro lo que consideran: que fue un error dejarlos ir.