Un momento de caras enrojecidas de bronca y tensión, en un duelo tradicional del rugby doméstico por el Top 12. Más allá de los festejos de El Cardenal que logró su mejor victoria del año, el choque entre CASI y Newman ofreció un momento poco feliz, ya que los jugadores de ambos equipos se trenzaron en una pelea cuando volvían a los vestuarios tras el final de la primera etapa. Al regresar a la cancha, el árbitro Pablo Deluca resolvió amonestar a los que iniciaron el conflicto y lo resumió de manera contundente: “Lo que pasó es un papelón”.
Lo que parecía una simple discusión tras el final del primer tiempo, terminó en una escena de empujones y golpes entre Miguel Prince (Newman) con Ignacio Larrague, y Juan Bautista Torres Obeid (ambos de CASI) y otros rivales cuando se dirigían a los vestuarios. Ante este escenario, el juez del partido tomó la determinación de explicarles a los capitanes de los equipos, Alejandro Urtubey y Luis Briatore, por qué entendió que debía amonestar a los jugadores que iniciaron el enfrentamiento.
“No sé qué pasó, yo estaba hablando con el uno (Prince) y con el capitán, cosas de primera línea. Y vos cuando viniste, también hablé con vos (por Luis Briatore) y de pronto se pelearon ¿Si? Esto no puede quedar así. Lo que acaban de hacer es un papelón. Los que lo empezaron fueron el 5 (Larrague) y el 1 (Prince). Así que el 5 y el 1 se van a tener que ir con amarilla“, les dijo Deluca a los capitanes en el centro del campo de juego, antes de reanudar las acciones.
Briatore intentó minimizar la situación y que la pena se atenúe. Le preguntó al juez: “¿No puede ser una advertencia? Porque ya lo hablamos y está todo bien“. La respuesta de Deluca fue igual de contundente: “No, porque fue realmente un papelón. Está bien, entiendo, respiraron, pero lo que acaba de pasar fue un papelón y dos se tienen que ir”.
El final de la historia obligó a CASI y a Newman a comenzar la segunda etapa con 14 jugadores cada equipo.
¿Qué sucedió en el partido? A partir de su esencia, Newman intentó establecerse entre los primeros puestos y dejar atrás un andar irregular. Si bien su juego integral lo posicionó como uno de los animadores del rugby de Buenos Aires de los últimos años, la solidez de su scrum le permitió dar un paso al frente. En la victoria sobre CASI por 22-8 recuperó el dominio en esa faceta y escaló al sexto puesto de la tabla del Top 12.
Fue una cuestión de determinación optar por pedir jugar un scrum a los 17 minutos del partido. De confianza e inyección anímica para empezar a hacerse fuerte en una formación que recuperó a sus mejores intérpretes. Luego de afrontar el Súper Rugby Américas por Pampas, Bautista Bosch regresó como pilar derecho y Miguel Prince, que había sido titular siete días atrás, lo hizo como pilar izquierdo.
Se trata de dos jugadores que habían sido convocados por Juan Manuel Leguizamón para potenciar el scrum del conjunto de Buenos Aires en el torneo continental. También volvió Marcelo Brandi, tras cumplir una fecha de suspensión por tres tarjetas amarillas. “Un try de scrum es la cosa más hermosa que hay. No tengo hijos, pero creo que es más lindo, je”, destacó con una sonrisa Prince. Luego de tres reseteos, el local abrió el marcador gracias a un try-penal y empezó a dominar psicológicamente a CASI.
Newman controló a su adversario con los forwards y lo dominó en el juego territorial. El 22-8 final habría sido mayor si el Cardenal hubiera afinado los últimos pases ante una defensa exigente. Durante los 80 minutos el local pasó 13 veces la línea de 22 metros ajenos y en nueve no sumó puntos. CASI fue contundencia pura en la etapa inicial; en su única incursión en el último sector de la cancha llegó un try de Torres Obeid, gracias a una acción que empezó con un quiebre limpio de Felipe Hileman y terminó con un gran ángulo de carrera del hooker para un 8-7 parcial en favor del visitante, por la puntería de Juan Akemeier en un penal previo.
Con cuatro victorias en sus últimas cinco presentaciones, el Cardenal procura colarse en los primeros puestos y que este éxito sobre uno de los favoritos sirva como impulso, según comentó Bosch: “Ojalá sea un clic. Trabajamos semana a semana y preparamos todos los partidos igual, mediante el esfuerzo. Esperemos subir la vara”.