Marcos Rojo será jugador de Racing. En cuestión de horas se resolvió la llegada de un futbolista que estuvo las últimas semanas en una nube de incertidumbre luego de que en Boca hubiera pasado a formar parte de los borrados por el entrenador, Miguel Ángel Russo y que también había sonado para Estudiantes. Este jueves se resolvió finalmente su salida del club xeneize, mientras que en las últimas horas, luego de una charla decisiva con Gustavo Costas, acordó su llegada a la Academia. El DT, que el domingo evitó responder si había iniciado gestiones por el excapitán de Boca, contará con el zaguero de 35 años como sexto refuerzo de este mercado de pases.
El defensor llega justo sobre el cierre de la lista de buena fe para los octavos de final de la Copa Libertadores, fase en la que Racing jugará su suerte contra Peñarol. “Agradezco el cariño y el respeto de la gente”, dijo Rojo al salir de la escribanía, este viernes, donde firmó la rescisión del contrato con Boca. “Por suerte esta mañana pude despedirme de mis compañeros”, contó a ESPN mientras caminaba por la calle. Consultado sobre si este sábado estará en la Bombonera, donde justamente Boca recibe a Racing, sorprendió: “Creo que sí, espero que sí”. Rojo admitió que no habló con Juan Román Riquelme, pero sí con Marcelo Delgado.
Si bien no quiso referirse a su llegada a Racing, desde la Academia confirman que una vez pasada la revisión médica se convertirá en refuerzo. Al mismo tiempo, Boca, a través de sus redes sociales, confirmaba la salida de su excapitán.
El jugador cuyo apellido alude al color prohibido por el técnico e ídolo racinguista -se dice que el nombre que figurará en su camiseta es “Marcos” y no “Rojo”- firmó en la mañana de este viernes la desvinculación de Boca, luego de resignar el dinero que correspondiente a la totalidad del vínculo que le quedaba por cumplir (diciembre de este año). Diego Milito, presidente del club de Avellaneda, le dio curso al pedido de Costas, quien considera que el exfutbolista del seleccionado nacional representa un salto de calidad para la defensa, el punto más flojo de su equipo y que en la actualidad cuenta con varios niveles individuales bajos.
Para Milito, la contratación de Rojo significa también un arma de doble filo, ya que en las redes sociales el termómetro indica que los hinchas -en general- están en desacuerdo con el arribo del zurdo, cuyas imágenes cargando al público académico en el Cilindro de Avellaneda ya son virales. Aquella actitud del defensor correspondió a un cruce con la gente mientras hacía una entrada en calor entre los suplentes del Xeneize, momento en el que respondió a los insultos con gestos y una frase: “Yo los eliminé acá, en aquel arco”. La referencia del ex Boca era al duelo de cuartos de final de la Copa Libertadores 2023, cuando ejecutó con certeza su penal en la definición en la que el equipo que dirigía Jorge Almirón dejó en el camino a la Academia de Fernando Gago.
La tratativa por Rojo implica, además, una diferencia sustancial en la política de contrataciones llevada hasta ahora por la nueva gestión académica, que hasta el momento había apostado a jugadores más jóvenes, con buenos presentes y/o proyecciones interesantes a mediano y largo plazo. Los cinco futbolistas que habían llegado hasta el momento en este libro de pases -Duván Vergara, Tomás Conechny, Elías Torres, Franco Pardo y Alan Forneris- reunían esas características, con edades entre los 20 y 28 años y por quienes Racing había comprado -de mínima- el 80 por ciento de sus pases.
En ese sentido, Rojo jamás estuvo en la evaluación de la secretaría técnica que encabeza Sebastián Saja, quien este último jueves había hecho pública -en una entrevista en ESPN- una postura que ya se había planteado puertas adentro del club: “Con las llegadas de los cinco refuerzos, Racing se retiró del mercado. Pese a la salida de Maxi Salas a River, entendemos que mejoramos y potenciamos al plantel y tenemos dos jugadores por puesto”.
“Oportunidad de mercado”, deslizan desde Racing ante la consulta sobre el motivo que deriva en la contratación de Rojo, pese a que el perfil del jugador no coincide con la línea trazada por la secretaría técnica, cuyos integrantes siguieron de cerca a más de 100 jugadores que integraron una amplia carpeta de posibles refuerzos para el plantel. Para Costas, que le planteó a Milito la idea de avanzar por el jugador en conflicto con el Xeneize, la chance de tener al futbolista que disputó los Mundiales de 2014 y 2018 significa potenciar al equipo deportiva y anímicamente, de cara a compromisos calientes en el ámbito internacional.
Sin embargo, al ímpetu y la experiencia consignada por Costas a Milito en la interna, se contrasta la realidad del zaguero: no llega con ritmo de competencia ni hizo la pretemporada completa a la par del plantel principal del Xeneize, ya que tuvo que trabajar a contraturno del equipo y con un preparador físico aparte. En su paso por el club de la Ribera, Rojo se perdió 141 partidos de 259 posibles: 103 por lesión, 28 para preservarlo (por motivos físicos y/o disciplinarios internos) y 10 por suspensión. Jugó los 90 minutos en 75 de los 118 que sí disputó, con expulsiones que lo marcaron como en el Superclásico ante River, en el Monumental (fue derrota 2-1, en 2021) y ante Palmeiras (en la semifinal de la Copa Libertadores 2023), cuando Sergio Chiquito Romero fue héroe en la cancha y en los penales para arribar al duelo cumbre, en el Maracaná, donde Rojo estuvo sancionado.
El ciclo de Rojo en Boca había terminado hace algunas semanas. La última discusión de Rojo con Miguel Russo fue la gota que rebasó el vaso, motivo por el cual había sido apartado del plantel profesional xeneize: ya no se entrenaba con sus compañeros, no podía ingresar al vestuario y había quedado al margen de toda actividad grupal. El conflicto terminó de explotar el 30 de julio pasado, tras un nuevo cruce con el entrenador, y marcó el cierre de su ciclo en el club.
Cuando rubrique su vínculo con Racing, será el sexto club en la carrera de Rojo, que luego de iniciarse en Estudiantes pasó por Spartak de Moscú, Sporting de Lisboa, Manchester United y Boca.