Francisco Cerúndolo tuvo una gran reacción en su debut en el US Open y venció al italiano Matteo Arnaldi por 3-6, 2-6, 7-5, 6-4 y 6-3. El argentino, 19° del mundo, mantuvo la calma pese a los dos primeros sets desfavorables e hizo prevalecer su experiencia para imponerse en 3 horas y 44 minutos.
Se trata de su primera remontada en el ATP Tour después de perder los dos primeros parciales en torneos de Grand Slam. Después de los nervios, era lógica su emoción: se tendió en el cemento del court 7 y se agarró la cabeza, para luego quitarse la gorra. En la próxima etapa, el argentino se enfrentará con el suizo Leandro Riedi, que venció al español Pedro Martínez en tres sets.
A Cerúndolo se lo veía atado durante largos pasajes del encuentro y parecía no hallar el camino, pero de a poco fue encontrando el ritmo de juego y acumuló confianza para terminar doblegando al 64° del mundo. Lo mejor: el ímpetu que demostró en su búsqueda por el triunfo, sobre la base de 54 tiros ganadores.
Pero también hay que consignar su irregularidad durante el match, porque cometió 66 errores no forzados, nada menos que 14 más que su rival. Además, el argentino aprovechó 5 posibilidades de quiebre y 71% de puntos ganados con el primer servicio.
Todo ese cúmulo de emociones, con ese rendimiento lleno de altibajos, lo llevó a volver a su silla después del triunfo y quedarse a reflexionar durante algunos minutos, para después predisponerse a la firma de autógrafos sobre pelotas gigantes y selfies con los espectadores.
Los primeros indicios de recuperación se observaron en el tercer set. Consciente de que ese parcial podía determinar su despedida del torneo, Cerúndolo encontró profundidad en la derecha y mejoró su servicio. Sabía que debía tener paciencia y que las soluciones no llegarían tan rápido, pero trabajó punto a punto y se impuso 7-5, un primer empujón para creer que la remotada era factible.
Todo fue de menor a mayor: en el cuarto set levantó aún más su nivel y lo cerró 6-4. Cuando llegó el parcial decisivo se vio lo mejor, con todo su repertorio disponible para intentar apabullar a un rival cada vez más desestabilizado. Las devoluciones profundas y los aciertos en la red fueron consolidándolo hasta dejar la sensación de que el partido quedaría en sus manos. Y así fue: un 6-3 que dio la pauta de su autoridad, en su condición de top 20 mundial.
“¡Que linda batalla! Luchando y compitiendo a segunda!! Nos vemos el jueves nuevamente Gracias por todo el apoyo!, escribió en la red X Cerúndolo tras el encuentro, haciéndose eco de un posteo oficial del US Open que retrataba su remontada.
“Estaba jugando muy mal. Uno se lesiona y llega sin ritmo después de tres semanas. Encima, en Buenos Aires, donde hice la recuperación, me enfermé, estuve una semana en cama y llegué con lo justo. En los entrenamientos acá me sentí bien físicamente, pero estaba lento en la cancha y no estaba cómodo con el saque. Igual sabía que era un partido largo, que iba a tener mi chance. Cuando recuperé el quiebre, competí con lo que había, la tiré al medio y desde ahí empecé a ganar confianza», resumió el argentino en diálogo con ESPN.
Y agregó: “Sabía que tenía que ser valiente a partir del cuarto y que en el inicio del quinto no podía esperar ni dejar que él jugara“. Al mismo tiempo, llevó tranquilidad respecto a su físico de cara a lo que viene: “El abdomen, por suerte, respondió bien. Jugué casi cuatro horas y no tuve dolor”.