El francés Samuel Umtiti debió ponerle punto final a su carrera mucho antes de lo que hubiera querido, a los 31 años. “Pocas personas saben lo mucho que lo intenté, pero mi cuerpo no pudo aguantar”, fueron las resignadas palabras de despedida del exzaguero central, inactivo durante un año entre febrero de 2024 y el mismo mes de 2025 a causa de otra operación y crónicas lesiones en la rodilla izquierda
Campeón del mundo con Francia en 2018 y compañero de Lionel Messi en Barcelona durante cinco años, su último equipo fue Lille, en el que no disputaba un partido desde enero de 2024, ante Racing Club Paris, por la Copa de Francia. Luego se sometió a una intervención quirúrgica, a la que le siguieron problemas musculares, que solo le permitieron ser suplente en las tres fechas finales de la Liga de Francia de la temporada pasada. Finalizado su contrato, se tomó un tiempo de reflexión que derivó en el retiro anunciado este lunes.
Nacido en Yaoundé (Camerún), futbolísticamente se formó en las divisiones inferiores de Lyon, donde debutó primera división y obtuvo la Copa y la Supercopa de Francia. En julio de 2016, Barcelona compró su pase en 25 millones de euros. Defensor de gran poderío físico y contundente en la marca, integró la dupla central con Gerard Piqué. Hasta 2021 compartió la formación con Messi y juntos obtuvieron siete títulos (dos Ligas de España, tres Copa del Rey y dos Supercopa de España). Con Luis Enrique y Ernesto Valverde alcanzó su mejor rendimiento y le quitó el puesto a Javier Mascherano.
Le reconoció a L’Equipe que lloró el día que se hizo su transferencia a Barcelona: “Vengo al equipo de mis sueños a aprender. Espero adaptarme muy rápido al equipo, al club, al grupo, haré lo necesario para demostrar que quiero formar parte de esta familia. Soy un gran trabajador, y el fútbol es competencia”. Tuvo por referentes a Piqué, Ramos y Thiago Silva: “Me inspiran porque son constantes”.
En Barcelona empezaron las dificultades en la rodilla izquierda que se agudizaron tras su salida, a préstamo a Lecce en agosto de 2022, ya que no era tenido en cuenta por Xavi. Antes, sus mejores años en Barcelona, donde se ganó el apodo de “Big Sam”, lo confirmaron como titular indiscutido en la selección de Francia, tras haber sido campeón mundial sub 20.
Junto a Raphaël Varane, que se retiró tras el Mundial 2022, conformó la zaga central campeona del mundo en Rusia 2018. Por entonces ya había comenzado su calvario con la rodilla. Mientras los médicos de Barcelona le aconsejaban una operación por la inflamación de un cartílago, Umtiti optó por un tratamiento conservador para no quedarse al margen del Mundial. La apuesta le salió bien. Disputó seis de los siete encuentros, enfrentó a la Argentina en el triunfo 4-3 por los octavos de final y es muy recordado su gol de cabeza en el 1-0 a Bélgica por las semifinales.
Después de levantar la copa en el estadio Luzhniki de Moscú, el físico solo le dejó disputar 41 cotejos en cinco años. Sus tratamientos incluyeron hasta la aplicación de células madre e incontables horas en el gimnasio, pero nunca recuperó la plenitud física. En su carrera con Les Bleus disputó 31 cotejos y convirtió cuatro goles.
Didier Deschamps, entrenador de la selección campeona del mundo y que pondrá fin a su gestión tras el Mundial 2026, despidió a Umtiti: “Me quedo con su solidez defensiva, su espíritu de lucha. Su rodilla ya le causaba dolor; sin embargo, se mantuvo con un coraje ejemplar hasta el final. Cumplió un papel importante en nuestra conquista”.
En su video publicado en Instagram, Umtiti expresó: “Después de haber vivido una carrera intensa con sus altibajos, ha llegado el momento de decir adiós. Lo di todo con pasión y no me arrepiento de nada”. Más allá del final prematura, Umtiti se sintió realizado por una carrera que tuvo sus picos de gloria.