La selección argentina de vóleibol se enfrenta con Francia por un pasaporte a los octavos de final del Mundial, en el cierre del Grupo C. El encuentro en el Coliseo Smart Araneta de Quenzon City, Filipinas, es una prueba durísima para el conjunto de Marcelo Méndez, ya que se enfrenta al último campeón olímpico.
El equipo argentino comenzó con una gran producción en el Mundial y busca dar el golpe para acceder a los octavos de final como líder de su zona. En el caso de imponer, avanzará, pero si pierde por 3-2 ante Francia habrá un triple empate entre argentinos, franceses y Finlandia, que en la madrugada superó 3-1 a Corea del Sur. En caso de lograr el objetivo, el equipo nacional afrontará el duelo de octavos de final ante un rival del Grupo F (Bélgica, Italia, Ucrania o Argelia).
El arranque del partido fue muy parejo y la selección argentina encontró muy buenas respuestas en el ataque con Luciano Vicentín, Luciano Palonsky y Agustín Loser. La tranquilidad de Luciano De Cecco desde el armado resultó determinante en el final del primer set, ya que el conjunto nacional sufrió hasta el final del primer parcial, levantó dos set point y logró imponerse por 28-26 para estar al frente 1-0.
El segundo parcial comenzó con mucha solidez del conjunto nacional. Mantuvo mucha contundencia en el ataque, fue muy parejo en el bloque y defendió con mucha garra cada ataque de Francia. Los errores en el saque de los dos equipos es un punto clave en el parcial. Con la experiencia de Le Goff, de Clevenot y de Earvin Ngapeth. Más allá de todo el poder francés, la claridad de la selección argentina en cada ofensiva resultó vital, porque Lulo Palonsy arriesgó en las pelotas que eran necesarias y un error en el saque de Ngapeth, le dio 25-23 para ponerse arriba por 2-0.