Juan Martín del Potro, el tenista argentino más trascendente de la historia después de Guillermo Vilas, recibió una noticia de alto impacto. El tandilense es uno de los tres nominados de la “clase 2026″ para entrar en el Salón de la Fama del Tenis Internacional, en Newport (Estados Unidos), un lugar de privilegio.
A partir de este momento se abre un período de votación en el que Del Potro y también la leyenda suiza Roger Federer (probablemente, el mejor embajador del tenis de la historia, número 1 durante 310 semanas, ganador de 103 títulos, entre ellos 20 de Grand Slam) y la rusa Svetlana Kuznetsova (2° en 2007, ganadora de 18 títulos individuales, entre ellos el US Open 2004 y Roland Garros 2009), los otros nominados para el año próximo, pueden ganarse un lugar.
¿Cómo funciona el proceso de votación? Para ser elegido, un candidato debe recibir un voto afirmativo en el 75% o más de las papeletas enviadas por el Grupo de votación (compuesto por unos 140 periodistas de tenis, historiadores y miembros del Salón de la Fama) o un total combinado del 75% del resultado de ese mismo Grupo de votación y los puntos del voto de los fanáticos (vía web, en vote.tennisfame.com). En definitiva, hablando popularmente, la votación no es por uno o por otro de los nominados, sino que se vota por cada uno, por su “aprobación”. Los resultados se anunciarán en noviembre próximo.
“Qué linda noticia. Es un honor y un privilegio haber sido nominado para semejante reconocimiento. Además, compartir la nómina con el gran Roger y otra gran campeona como Kuznetsova”, le comentó hoy Del Potro a LA NACION.
Y amplió, emocionado, pocos días después de cumplir 37 años: “Estoy muy agradecido por el reconocimiento a tantos años de carrera y haber dejado una pequeña huella en nuestro amado deporte”.
Juan Martín, que a fines del año pasado se despidió jugando una exhibición con Novak Djokovic en el Parque Roca de Buenos Aires, jugó su último partido oficial hace tres años y ocho meses, el 8 de febrero de 2022, por la primera ronda del ATP de Buenos Aires: perdió con su amigo y compañero campeón de Copa Davis, el azuleño Federico Delbonis, por 6-1 y 6-3.
Del Potro, número 3 del mundo en agosto de 2018, fue compinche de la épica: una y mil veces se cayó, una y mil veces se puso de pie. Las lesiones lo mortificaron, pero se las ingenio para dejar un fuerte legado y escribir una tesis sobre resiliencia. Ganó 22 títulos, entre ellos el US Open de 2009 (venciendo a Federer en la final; también alcanzó la final de Flushing Meadows en 2018 y perdió con Nole); fue dos veces medallista olímpico (bronce en Londres 2012 y plata en Río 2016); fue el líder del equipo que conquistó la primera y única Ensaladera (en 2016) del tenis nacional. Además, el circuito lo ponderó por su conducta deportiva. Requisitos para estar entre los grandes de la historia.
La rusa Maria Sharapova y los hermanos estadounidenses Bob y Mike Bryan fueron los últimos en entrar en el Hall of Fame, en agosto pasado.
Los Salones de la Fama tienen mucha historia, más allá del deporte. Hay entidades creadas para homenajear a músicos, artistas, deportistas, educadores y hasta caballos. El primero del que se tiene registro es el del béisbol, ideado en 1936 y creado en 1939. El del tenis se creó en 1954. Luego llegó el del básquetbol (Naismith Memorial Basketball Hall of Fame de Springfield, Massachusetts), en 1959, que es el que honró a Manu Ginóbili en 2022.
El Salón de la Fama del tenis sólo tuvo jugadores norteamericanos hasta 1975, cuando se decidió hacerlo internacional. Hoy, los requisitos para poder incorporarse son diversos. Por ejemplo, el jugador tiene que tener un “distinguido historial de logros competitivos al más alto nivel internacional”, “se tendrá en cuenta la integridad, el espíritu deportivo y el carácter” y la categoría de Jugador (también existe la de “Colaborador” o la de “Tenis en silla de ruedas”), se considera anualmente. Si un jugador nominado no reúne los votos suficientes parar entrar, permanecerá en la boleta durante los siguientes dos años.
Vilas (en 1991) y Gabriela Sabatini (en 2006) son, hasta el momento, los únicos argentinos que pudieron entrar. ¿Se sumará Del Potro en 2026? Su carrera, cargada de momentos impactantes, lo merece.