Desde un golazo de tijera frente a Brasil hasta una asistencia de taco ante Estados Unidos, Othmane Maamma ha sido el jugador más desequilibrante de Marruecos en el Mundial Sub 20 en Chile. Capitán, figura y líder ofensivo, llega a la final contra la Argentina como el emblema de un equipo que sorprendió al mundo y es la revelación del certamen.
Nacido en Alès, en el sur de Francia, es categoría 2005 y cumplió 20 años el pasado 6 de octubre. Desde joven se formó en clubes menores del fútbol francés hasta que fue captado por Montpellier, donde debutó en la Ligue 1 en mayo de 2024. En solo 29 minutos en lo que fue derrota contra Mónaco, deslumbró con cinco gambetas exitosas, dos remates al arco y varias jugadas que encendieron las redes sociales. Su entonces entrenador, el armenio Michel Der Zakarian, elogió su entrada por su atrevimiento y la capacidad para lanzar centros.
Una semana después, se convirtió en el tercer goleador más joven en la historia del club al marcar ante Lens. A pesar de no tener una temporada deslumbrante con el equipo, que terminaría descendiendo a la Ligue 2 tras 16 años, su irrupción le valió un traspaso al Watford de Inglaterra por €1,3 millones, aunque aún no debutó en la Championship (segunda división inglesa). Hoy, su valor de mercado crece partido a partido, impulsado por su actuación en Chile.
En el Mundial Sub 20, Maamma ya llegaba en la previa como la gran figura del seleccionado marroquí, destacado por el propio portal de la FIFA. Y cumplió con creces. Acumula un gol y tres asistencias en seis partidos, ganó dos veces el premio al Jugador del Partido —los últimos dos encuentros, contra Francia y Estados Unidos— y lideró a su equipo en los momentos clave. Frente a Brasil marcó con una tijera espectacular; en cuartos ante EEUU, asistió de taco, y en semifinales, volvió a ser determinante.
“Estoy muy feliz por el equipo, nunca nos rendimos. Todo lo que hacemos está relacionado con los sentimientos”, declaró emocionado tras el pase a la final. “Juego por el equipo, por mi país y mi nación. Espero que todos demos todo lo que tenemos”, exclamó previo al duelo ante Argentina el domingo a las 20.
Su nivel lo llevó a ser comparado, nada menos, con Cristiano Ronaldo. El diario MARCA de España escribió que Maamma tiene “aires de Cristiano”, una definición que se repitió en distintas personas. Más allá de la inevitable exageración, la semejanza remite a aquel primer CR7 que jugaba como extremo en el Manchester United: por su potencia física, velocidad y esa mezcla de talento natural con una convicción fuerte. Incluso, el paralelismo se refuerza en la imagen: la camiseta roja y verde de Marruecos, y el inconfundible número 7 en la espalda.
“Me gusta el uno contra uno, cuando puedo usar mi aceleración para ganar ese espacio extra”, explicó en una entrevista con FIFA.com. El técnico Mohamed Ouahbi confió en él desde el inicio: “Tenemos jugadores que luchan por su país a una edad tan temprana, lo cual es impresionante. Esta generación escribe su propia historia. Es un auténtico placer trabajar con ellos”.
Su liderazgo en la cancha, siendo uno de los capitanes del equipo, y su capacidad para desequilibrar lo convierten en el jugador a seguir en la final ante la Argentina. En un equipo que prioriza el orden, la transición rápida y el compromiso colectivo, Maamma es la pieza que rompe el molde: un talento individual que marca diferencias.
“Hemos enorgullecido a todo Marruecos”, afirmó luego de la victoria en cuartos de final. La selección africana vive un momento histórico, impulsada por una generación que capitaliza el trabajo estructural de su federación en formación e infraestructura. Marruecos, que ya había sido semifinalista en Qatar 2022 —donde se convirtió en la primera nación africana en alcanzar semifinales de un Mundial— y logró la medalla de bronce en París 2024, suma otro hito en su renovación futbolística.
La final en Santiago de Chile enfrenta a dos estilos opuestos: la técnica argentina contra el orden marroquí. En ese duelo, Othmane Maamma aparece como el principal foco de atención para el equipo de Diego Placente. Un joven que ya dejó su marca en este Mundial y que ahora va en busca de la gloria. Para la albiceleste, será clave que no tenga su mejor noche.