Siguen existiendo capítulos para las genialidades de Lionel Messi. Es cierto que su Inter Miami no logró el objetivo de concluir la etapa regular de la Conferencia Este de la Major League Soccer como escolta pese al 5-2 en la casa de Nashville, porque Cincinnati ganó su partido, y entonces las Garzas afrontarán los playoffs con la ventaja de la localía hasta que el beneficio de la tercera ubicación en la zona se lo permita. Sin embargo, hubo una exhibición del argentino, una producción a voluntad. Una más, claro. El 10 hizo un triplete de goles y una asistencia y cerró con 29 tantos la primera parte de la competencia. Así, se quedó con la Bota de Oro, el premio al máximo anotador de ambas zonas. Uno de los tres tantos fue extraordinario y el pase-gol con que bajó el telón fue exquisito.
Es la primera vez, desde que llegó en 2023, que termina siendo el mayor artillero. Y, por otro lado, parecen ya no quedar dudas de que también será galardonado con el premio MVP al Jugador Más Valioso del certamen. Lo que desplegó en la tarde-noche del sábado, en el primer tiempo y sobre todo en el segundo, le aumenta enormemente las probabilidades de obtener por segunda vez (consecutiva) ese reconocimiento que otorga la liga estadounidense.
Se presentó un desarrollo complejo para las Garzas. Enfrente estaba el delantero Sam Surridge, el tercer goleador de la temporada, con 23 tantos. Entonces, el anfitrión hizo sufrir más de una vez al arquero argentino Rocco Ríos Novo mediante el atacante inglés. De cabeza, en varias ocasiones; parando la pelota en el aire y rematando potente de derecha; dando un giro (taco incluido) y procurando colocar el balón con la pierna diestra abierta.
El alemán Hany Mukhtar lo acompañó en el frente de ataque y también fue una constante pesadilla: tuvo un mano a mano que resolvió increíblemente por encima del arco. Abundaron las situaciones de gol para el local, que también tenía su objetivo: escalar a la quinta posición, algo que no terminaría ocurriendo.
Tras 34 minutos de salvación del equipo rosa, Jordi Alba, en uno de los esporádicos avances, encontró centrado a Messi y le lanzó un balón largo y alto. Ningún problema para el rosarino: el 10 saltó y controló de pecho en el aire, bajó el balón sin que hubiera tocado el suelo, esquivó los intentos de infracción de Edvard Tagseth, se balanceó para su zurda dejando en el camino al volante Patrick Yazbek y remató contra el palo derecho del arco de Joe Willis. Extraordinario. No para él, claro.
El primer tanto de Messi a Nashville: golazo
Eso sí: en pocos minutos Nashville dio vuelta el tanteador. Porque, a los 42, Mukhtar desbordó por la derecha y lanzó un centro al segundo palo que encontró un frentazo del propio Surridge. Y en los seis minutos adicionales, el alemán volvió a enloquecer a la última línea, ahora por la izquierda, y su remate cruzado de zurda se estrelló en un palo, antes de que resolviera Jacob Shaffelburg, que se llevó la pelota por delante. Al final de la mitad inicial el anfitrión se imponía por 2 a 1. Y era justo el resultado.
En el inicio de la segunda, Tadeo Allende pudo igualar, pero tuvo un insólito yerro. Un tiro libre rápido y pinchado de Messi para Alba terminó con un pase al medio para que el cordobés definiera frente al arco y con ventaja, pero el ex futbolista de Godoy Cruz pisó el balón con la zurda cuando intentó definir fácil. Luego, un delicado centro del rosarino encontró al propio Allende, esta vez para un cabezazo, pero Willis, con un manotazo, ahogó otra vez el empate.
Messi no frenó su inspiración. Fue la esperanza constante de Las Garzas. Tanto fue así que, a los 16 minutos, cuando Mukhtar quiso arrebatarle la pelota por sorpresa, el teutón fue el perdedor completo en la jugada: el campeón del mundo lo gambeteó con un giro y le hizo un pase fuerte y a media altura a Luis Suárez, que al controlar alto en el área encontró un brazo de Andy Najar. El árbitro no dudó de sancionar penal y Messi concretó su gol número 28 en la MLS.
Las emociones no se frenarían. Habría más desde los pies del ocho veces mejor jugador del mundo. A los 21 minutos el capitán filtró para Suárez, que definió cruzado y se encontró con una tapada del arquero, pero el rebote quedó servido para que Baltasar Rodríguez, anticipando a los marcadores, mandara el balón a la red. Así es la liga estadounidense. De repente, 3-2. De todos modos, el éxito no alcanzaba: Cincinnati ganó por un cómodo 3-0 y, por cantidad de triunfos (20 contra 19), los de Miami no resultaron escoltas.
El gol de penal
A los 35, Messi sellaría su hat-trick. Uno más en su vida. Desde un vértice del área vio al ingresado Ian Fray, que le rebotó el balón como más le gusta: el jamaiquino se lo dejó livianamente, el rosarino volvió a abrir su pie hábil y el remate se introdujo nuevamente contra el palo derecho del arco. Lionel empezó la noche con 26 tantos en 27 participaciones. La terminó con 29 goles en 28 encuentros. Tan mágico es que, en un partido, es capaz de invertir la delantera entre presencias y anotaciones.
El tercero, típico suyo
Pudieron ser cuatro sus conquistas, en un festival que armó Messi en el segundo tiempo y opacó lo avasallante que había sido Nashville en la primera mitad. Sin embargo, cuando tuvo una ocasión para el póquer, a los 45 minutos, decidió desparramar al defensor Josh Bauer y, frente al arquero, engañó la definición: tocó con tres dedos hacia el costado izquierdo para que el venezolano Telasco Segovia celebrara su gol con el arco a su merced.
“Messi asiste a Segovia sin egoísmo”
Cinco a dos. Triplete y una asistencia con la que, además, quedó a sólo una de las conseguidas por el líder Anders Dreyer, de San Diego FC. Finalmente, se quedó con la Bota de Oro: el gabonés Denis Bouanga, su inmediato perseguidor en la lucha de los goles, debía marcar seis en su visita con Los Ángeles FC a Colorado Rapids para superarlo en la tabla, pero no tuvo aportes en el 2-2.
Los playoffs de la Conferencia Este quedaron, entonces, definidos. ¿Cómo serán? En primer lugar, se clasificaron los primeros nueve equipos de la tabla, pero el octavo, Chicago Fire, y el noveno, Orlando City, se cruzarán este en una instancia llamada “Comodín”, un duelo único en el estadio del mejor ubicado. El ganador se agregará a los otros siete, con el escollo de toparse con el líder, Philadelphia Union. En tanto, el segundo, Cincinnati, se enfrentará con el séptimo, Columbus Crew; el cuarto, Charlotte, lo hará con el quinto, New York City, y el tercero se medirá con el sexto: por lo tanto, Inter Miami volverá a cruzarse con Nashville.
El próximo viernes comenzarán esas series al mejor de tres partidos, la primera etapa del cuadro de eliminaciones directas. El juego inicial será en la casa del mejor ubicado, el segundo se desarrollará en la del rival y, en caso de que no se saquen ventajas los contendientes, se habilitará el tercer cotejo, en el estadio del que alcanzó la mejor posición en la etapa regular. En caso de igualdad, los penales definirán al ganador del encuentro de turno. El formato es el mismo en la Conferencia Oeste.