El fútbol son momentos, y Exequiel Zeballos pasó por todos: alegrías, decepciones y golpes que pusieron a prueba su carácter. En junio, Miguel Russo, el técnico que lo hizo debutar en Boca a finales de 2020, le devolvió la titularidad después de casi tres meses fuera del equipo, en un partido clave contra Auckland City, donde el equipo se jugaba nada menos que la continuidad en el Mundial de Clubes. Pero aquel día, el Changuito vivió una tarde negra: nada le salió bien y, a los 26 minutos del primer tiempo, debió abandonar el campo por lesión, perdiendo la oportunidad de redimirse con el hincha y de reafirmar su lugar entre los once.
Tras aquel episodio, Zeballos atravesó una etapa de incertidumbre: quedó varias veces fuera de los convocados y mantuvo varias charlas con Russo, quien fue un padre para él en sus inicios y luego lo llevó de a poco, buscando protegerlo de las críticas y dejando que el tiempo pusiera las cosas en su lugar. “Los chicos a veces suben y bajan y hay que esperar el momento, la forma y la manera”, explicó el entrenador.
Recién a principios de agosto comenzó a recuperar el protagonismo, y en los últimos partidos logró mostrar su mejor versión. Ingresó a los 26 minutos finales ante Belgrano y marcó el gol del descuento, y este lunes, frente a Barracas Central, volvió a ser decisivo: entró en el entretiempo y se convirtió en la figura de la tarde, asistiendo a Milton Giménez para el empate y a Miguel Merentiel en el gol que cerró el 3 a 1.
Zeballos, uno de los preferidos de Juan Román Riquelme, pasó de ser la gran promesa de las inferiores de Boca a convertirse en el único de su generación que todavía no logró afirmarse en Primera. De hecho, fue el primer juvenil en debutar bajo la presidencia del ídolo, pero a diferencia de jugadores como Alan Varela, Cristian Medina, Ezequiel Fernández, Valentín Barco o Luca Langoni, aún no alcanzó el techo de su rendimiento.
Durante el ciclo anterior de Russo tuvo buenas actuaciones y también logró destacarse en la etapa de Sebastián Battaglia. Sin embargo, su carrera se vio marcada por una serie de lesiones graves. En 2022, en un partido ante Agropecuario, Zeballos sufrió una durísima patada que le provocó la rotura del ligamento interno, otro ligamento que une tibia y peroné, y una fractura en la parte posterior de la tibia, a la altura del tobillo derecho.
Zeballos volvió casi medio año después, en enero de 2023, pero en octubre volvió a padecer otra lesión: la rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de la rodilla derecha, que lo dejó fuera de las canchas por nueve meses más.
Su nivel nunca volvió a ser el mismo y, con el tiempo, fue perdiendo lugar en el equipo. Aunque recibió ofertas, en Boca lo declararon prácticamente intransferible. En junio de 2025, justo antes del Mundial de Clubes, el club rechazó una propuesta de nueve millones de dólares del Al Wasl, de Emiratos Árabes Unidos, mientras que el propio jugador también expresó su deseo de quedarse, con el objetivo de consolidarse de manera definitiva.
Ante Barracas, la lógica indicaba que Zeballos sería quien reemplazara a Brian Aguirre, cuya prestación había ido decayendo, pero Claudio Úbeda prefirió reforzar el medio con Williams Alarcón y reservarlo para el segundo tiempo. Y aunque Boca desaprovechó gran parte del primer tiempo, el santiagueño de 23 años respondió a la perfección. En apenas 45 minutos se convirtió en uno de los jugadores más peligrosos del equipo: mostró desequilibrio por ambas bandas, peleó cada pelota, asistió a Milton Giménez y deslumbró con una corrida impresionante para dejar a Merentiel frente al gol.
“Me sentí muy bien gracias a Dios. Voy sumando más confianza, no fue un año positivo para mí. Las lesiones fueron un poco largas, estoy volviendo a tener ritmo. Me pone contento por el equipo, fue un triunfo que necesitábamos, pero ahora hay que seguir trabajando. Hay que tener paciencia, cada vez que nos toca jugar hay que hacerlo mejor. Boca está para ganar y salir campeón. Le mando un beso grande a mi pareja y a mi hija que me bancaron todo este tiempo”, dijo Zeballos luego del partido con Barracas Central.
Y en los vestuarios recibió el elogió de Ander Herrera, que ingresó en el segundo tiempo del partido como el Changuito y que le da consejos al número 7 en los entrenamientos: “Tiene que ser un jugador determinante y hoy lo fue, en el mano a mano es difícil de parar. Le digo que tiene que saber elegir cuándo ir mano a mano y cuando ir al uno contra uno. Es un futbolista que si está bien es muy difícil de controlar, que no sé si hay alguno otro así en el fútbol argentino. Ya en el partido con Newell’s parecía que iba a quedar mano a mano y se tropezó… y hoy yo creo que era porque la cancha estaba un poco seca.. Pero espero que en la próxima me pueda dar una asistencia y que termine en gol”. Leandro Paredes también habló del partido del 7: ”Que Zeballos esté en este nivel es espectacular, que nos pueda ayudar, que esté contento, lo mismo el ‘Chelo’ (Milton Delgado), son jugadores muy jóvenes que nos pueden ayudar muchísimo y hoy lo hicieron muy bien».
De este modo, el Changuito se metió de lleno en la pelea por un lugar de cara al partido del domingo ante Estudiantes, en La Plata, y también para el clásico ante River en la Bombonera, equipo al que todavía no pudo vencer en los tres encuentros que disputó. Para que la revancha sea completa y como siempre la soñó: disfrutando dentro de una cancha.

