Es un Abierto cerrado. Cuatro partidos jugados entre equipos de valorizaciones distintas, y ninguna goleada. Todos, marcadores ajustados. Y entreverado, uno sorpresivo: el triunfo, en chukker suplementario, de La Hache Cría y Polo, de andar desparejo en la temporada, sobre el afianzado La Ensenada. Es cierto que falta la presentación de dos de los grandes: La Irenita-La Hache (37 goles), que hasta el momento ha sido una decepción, y La Natividad-La Dolfina (40), el único invicto del año. El dream team que viene de ganar el Abierto de Tortugas, ante el equipo de los Pieres y los Heguy. Una victoria sin frac, de camisa arremangada y sudor en la frente, para una escudería acostumbrada a ganar casi sin despeinarse. Habrá que aguardar al fin de semana para saber si se mantiene la tendencia de los resultados cortos y los desarrollos igualados en este Palermo 2025, o el cuarteto de la contundencia y los goles fáciles rompe el equilibrio del apasionante comienzo.
En la tarde del lunes, en la cancha 2 del Campo Argentino de Polo, Ellerstina-Indios Chapaleufú no logró reflejar la superioridad en el hándicap, respecto de su adversario: La Dolfina II, equipo proveniente de la clasificación: 36 goles contra 31. Esta vez no funcionó la maquinaria rosa con la franja negra en el pecho, aunque finalmente logró imponerse por 11-9, en el match pendiente de la primera fecha del torneo más importante del mundo y que continuará el fin de semana.
Ellerstina-Indios Chapaleufú entró a la cancha con el libreto de todos los días: el polo clásico. Intentó la fórmula conocida, que mejor le sale: corta posesión de la bocha, pases rápidos, largos, y a correr hacia adelante. Pero esta vez no salió. Hasta los movimientos iniciales del sexto chukker, período bisagra del partido, hubo pocas combinaciones, abundaron las imprecisiones y actuaron generalmente apresurados. En ese chukker adquirió mayor protagonismo la presencia de Cruz Heguy en la faz ofensiva. El back tomó la lanza e impulsó a su equipo al ataque. Lo llevó a romper con la monotonía. Se desenganchó un par de veces, con el criterio y la convicción que lo caracteriza, pero le faltó algo de precisión y fortuna para definir.
De todas maneras, su actitud despertó al cuarteto y Ellerstina-Chapa jugó sus mejores minutos del encuentro. Remontó el marcador (perdía 4-6 al cabo del quinto parcial) y pasó al frente (vencía 7-6 al culminar el sexto) “Costó, claro que costó”, se sinceró Antonio Heguy en el palenque. “Haber tenido que jugar pocos días después la final de Tortugas fue bravo para los caballos. Pero bueno, pudimos ganar, que es lo importante”, señaló el escurridizo número 2 de los triunfadores. Él, como todos los integrantes de equipos con pretensiones reales de salir campeón, tiene claro que no se gana con la camiseta ni con los nombres: “Nadie te regala nada acá, eh. Y está bueno que los partidos sean parejos… Es más divertido… Para el espectador, ¿no? Para los que estamos dentro de la cancha. es un sufrimiento”, destacó.
Lo mejor del partido
La Dolfina II también hizo su parte para que los Pieres y los Heguy pasaran una tarde complicada. Se plantearon -y lo consiguieron- para jugarle de igual a igual al encumbrado adversario. Lo apretaron y le disputaron el medio con presión permanente sobre Gonzalito Pieres, la gran figura del equipo en la final de Tortugas. Además, con la movilidad del Negro Criado arriba, se aseguraron de frener a Cruz Heguy en el fondo. Así, La Dolfina II contuvo al peligroso rival, tomó la iniciativa y controló el partido.
También hubo nervios y apresuramiento en este cuarteto: Isidro Strada es el único con cierta experiencia en el Argentino Abierto; para el resto, Peke González, Luquitas Criado y Gonzalo Ferrari, este fue el debut. Y bastante bien lo llevaron, al hecho que sin dudas impacta emocionalmente. Por otra parte, pareciera también que La Dolfina, en cualquiera de sus versiones y más allá de los integrantes que presente, causa un extraño efecto en Ellerstina y sus variantes, en soledad o asociado, a UAE, en 2024 o a Indios Chapaleufú, ahora. Lo mortifica, lo bloquea.
La Dolfina II estuvo cerca. Le faltó, tal vez, algo de roce en este nivel de competencia para manejar la ansiedad y no apresurarse. En varias oportunidades, sus miembros apuraron tiros al arco cuando podían acercarse más y asegurar el gol. También careció de puntería en la ejecución de los penales. Nada grave, nada dramático. El Negro Criado, Gonza Ferrari, Peke González e Isidro Strada, estuvieron a la altura y les faltó una pizca para dar el segundo golpe fuerte en la zona B.
También es preciso destacar que el rival de La Dolfina II, cuya meta consiste en quedarse entre los ocho equipos que jugarán directamente Palermo en 2026, no es este de camiseta rosa, son los que pelean por el mismo objetivo. Y hacia ellos deberá apuntar sus cañones.
Ganó la alianza de los Heguy y los Pieres. Es un primer paso importante, pero… “Sabemos que podemos jugar mejor”, subrayó Antonio Heguy. Y completó con una sonrisa: “Pero nos vamos contentos. Teníamos que ganar y ganamos.”
Ellerstina-Indios Chapaleufú (11): Facundo Pieres, 10; Antonio Heguy, 8; Gonzalo Pieres (h.), 9, y Cruz Heguy, 9. Total: 36.
La Dolfina II (9): Lucas Criado (h.), 7; Gonzalo Ferrari, 8; Mariano González (h.), 8, e Isidro Strada, 8. Total: 31.
					
							
			

