En este 2025, Barracas Central fue un abonado a las polémicas arbitrales. En cada fin de semana, las decisiones de los hombres de negro y de sus ayudantes tecnológicos fueron escrutadas. El resultado es que, al igual que en otras épocas, el Guapo fue más beneficiado que perjudicado. La balanza es altamente positiva para el equipo de los Tapia, que jugará el lunes su “final” contra Huracán, con la posibilidad de clasificarse a la Copa Sudamericana. Por alguna razón -¿temor a equivocarse? ¿Inseguridad?-, los árbitros lo piensan varias veces antes de resolver una jugada en contra de Barracas, el club desde el que inició su carrera a la cima Claudio Tapia, el presidente de la AFA. Este “sistema” arbitral tendrá integrantes muy conocidos por los hinchas del equipo barraqueño ante el Globo.
Andrés Gariano será el árbitro principal. Ese partido le permitirá ser uno de los cuatro árbitros que más actuaron con el ‘Guapo’ en la temporada, con cuatro encuentros. Nicolás Lamolina, Darío Herrera y Nicolás Ramírez son los otros. Entre ellos suman el 50% (16 cotejos) de los partidos del equipo de los Tapia -Iván en la cancha, Matías en el club y Claudio “Chiqui” en la AFA- en este 2025.
El resto del cuerpo arbitral que estará a cargo del trascendental choque ante el Globo está integrado por otros habitués de Barracas: el asistente 1, Javier Delbarba, lo dirigirá por séptima vez en el año (cuatro como asistente 1, dos como asistente 2 y la restante como ayudante de VAR): el equipo al que más asistió. El récord de presencias, de todas maneras, le corresponde al asistente 2: Walter Ferreyra estará en un encuentro de Barracas por octava vez en la temporada: como Delbarba, los de Barracas son los que más colores le tocó ver en cancha este año.
José Antonio Carreras, por su parte, auditará las jugadas en Ezeiza: tendrá a su cargo el VAR. Y será la quinta vez en el año que lo haga en un partido con el equipo barraqueño como protagonista. Las mismas que Lucas Novelli y Adrián Franklin. Es decir que el equipo de los Tapia tendrá en el encuentro más trascendental de su historia reciente -se juega el pasaje a la Copa Sudamericana- a varios de los árbitros que más lo dirigieron en la temporada. Casi su propio dream team vestido de negro. Y un dato extra: está invicto con Gariano como árbitro principal (1-1 en el Apertura y el Clausura con Belgrano y 3-1 como visitante de Banfield en este Clausura).
Los hinchas del Pirata y su entrenador, Ricardo Zielinski no guardan un buen recuerdo de Gariano, el hombre que deberá aplicar el reglamento en el partido entre Barracas y el Globo. En la décima fecha del actual Clausura, y a instancias de la dupla a cargo del VAR, Adrián Franklin y Bryan Ferreyra, le anularon un gol insólito a Nicolás “Uvita” Fernández por una supuesta infracción previa de Franco Jara. El encuentro terminó 1-1 y el delantero explotó en TyC Sports: “¡Golazo hice! ¿No viste el gol que metí? No me pueden anular eso. Quería seguir de racha pero se me cortó, ¿Qué se le va a hacer? Son decisiones, la verdad te da ganas de decir cada cosa».
Gariano, nacido en Bariloche pero afincado en Rosario, empezó como árbitro en la Liga de Totoras y luego en el Consejo Federal y compaginó los partidos con el profesorado de educación física. Federico Beligoy, el director nacional de arbitraje, lo ascendió a primera a fines de 2020, en la Copa Diego Armando Maradona. Y en este 2025, justamente, lo hizo internacional: Gariano lleva el escudo de la FIFA en su uniforme.
Nicolás Lamolina no tuvo la misma suerte que Gariano con Barracas Central. Hasta la fecha 12 del Clausura era el único árbitro del fútbol argentino que había dirigido al Guapo cuatro veces en el año. Sin embargo, desde entonces, no volvió a figurar. Es más, hasta estuvo ausente de las designaciones por una semana y recién después regresó en el VAR. Algo así como un escarmiento, aunque nadie quiera hablar de eso en público. ¿Qué pasó? El hijo de “Pancho” Lamolina dirigió en Olavarría y Luna el postergado encuentro contra Boca. Y cometió una osadía: expulsar -correctamente- a Iván Tapia, capitán de Barracas, hijo de “Chiqui” y hermano de Matías, presidente del club.
Ya sea por responsabilidad del colegiado principal o de sus asistentes de VAR, Barracas tuvo 14 puntos más en lo que va de la temporada. Como contó LA NACION, hasta el partido con Estudiantes de La Plata tenía nueve unidades más por errores arbitrales. Desde entonces, Barracas perdió de local con Boca (1-3), empató con Tigre (2-2), le ganó a Argentinos (2-0) e igualó con Unión de Santa Fe (0-0).
En todos los partidos hubo jugadas polémicas que terminaron con un saldo favorable para el equipo barraqueño: Tigre se quedó con un jugador menos por la incorrecta expulsión de Elías Cabrera en el primer tiempo. Esa jugada influyó en el resultado, más allá de que el Matador empató sobre el final. En igualdad de condiciones, la historia podría haber sido distinta. El Guapo sintió que perdió dos puntos; en rigor, ganó uno.
Foto: FOTOBAIRESJUAN MANUEL BAEZ
El fin de semana siguiente, Barracas recibió en el remozado Claudio “Chiqui” Tapia a Argentinos, en un partido rodeado de todas las malas artes posibles. La AFA pudo haber programado la final de la Copa Argentina para la semana del 10 de noviembre, pero eligió hacerlo para la del 3. ¿La razón? Antes de medirse con Independiente Rivadavia en Córdoba por el título, el Bicho tenía como rival por el Clausura a… Barracas Central. Entonces, fue a Olavarría y Luna con suplentes. Y perdió en un duelo con mil polémicas, dirigido por Andrés Merlos. Los de La Paternal sufrieron la injusta expulsión de Claudio Bravo a los 21 minutos del primer tiempo. Más tarde vio la roja su entrenador, Nicolás Diez, único de los de la Paternal que se atrevió, al menos, a protestarle algo al árbitro. Y no le dieron un penal clarísimo con el partido 1-0 a favor del Guapo. Barracas, entonces, se impuso en un partido que podría haber ido empate.
El último eslabón de la cadena de fallos con Barracas de protagonista ocurrió en Santa Fe el fin de semana pasada. El Guapo visitó a Unión y el árbitro fue Darío Herrera, que no juzgó como roja una fuerte infracción de Rafael Barrios sobre Valentín Fascendini y tampoco vio penal en un choque del arquero Marcelo Miño sobre Franco Fragapane. Las dos jugadas eran, al menos, revisables. El VAR hizo mutis por el foro y el Guapo se fue del estadio 15 de Abril con un punto.
Las cinco unidades cosechadas en las últimas tres fechas, sumadas a los nueve puntos de más que ya había obtenido Barracas Central según el relevamiento de LA NACION, el equipo dirigido por Rubén Darío Insua muestra un total de 14 puntos más en la tabla anual de lo que habrían merecido sus actuaciones dentro del campo. Así, en lugar de sus 48 puntos actuales debería estar en la línea de los 34, los mismos que tienen Banfield, Atlético Tucumán y Sarmiento, que acaba de… salvarse del descenso a la Primera Nacional. Y apenas una unidad más que Talleres, Newell’s e Instituto, que también coquetearon con la pérdida de la categoría.
Este año, las polémicas alrededor del Guapo comenzaron en febrero, por la segunda fecha del Torneo Apertura. Barracas derrotó a Banfield 1 a 0 en el estadio de Arsenal, donde hizo de local durante la primera parte del año. El único tanto del partido lo marcó Kevin Jappert, tras una jugada con una clara posición adelantada. Sin embargo, ni el árbitro Luis Lobo Medina, ni el VAR, bajo la mirada de Fabrizio Llobet, señalaron el evidente offside.
Las controversias no demoraron en aparecer otra vez en favor del equipo presidido por Matías Tapia, hijo de Chiqui. El 15 de febrero, el Guapo visitó a Defensa y Justicia por la sexta fecha. En ese partido, el árbitro Darío Herrera sancionó un penal a favor del visitante en tiempo adicional por una caída de Gonzalo Morales en el área. La jugada no parecía tener la intensidad suficiente para una infracción, pero la intervención del VAR, comandado por Héctor Paletta, resultó determinante. El Halcón, que había hecho méritos para llevarse los tres puntos, se vio perjudicado por una decisión difícil de justificar.
Una fecha más tarde, Barracas recibió a Newell’s, el 24 de febrero. Aquella tarde de verano, en el triunfo local por 2 a 0, hubo al menos, cuatro polémicas en contra de la Lepra. Con la presencia de Chiqui Tapia en un palco del estadio de Arsenal, el árbitro Pablo Echavarría, primero, no sancionó un claro penal por mano de Yonatthan Rak en el área de Barracas, cuando el partido estaba solo 1-0.
Ya en el Clausura, la primera gran polémica se dio en la cuarta fecha del Torneo Clausura 2025. Barracas le ganó a Aldosivi por 3 a 1. Aquella tarde del 10 de agosto, el Guapo empezó ganando con un tanto en posición dudosa. Y las líneas que trazó el VAR para demostrar que estaba habilitado aportaron más confusión.
Otra reciente fue en la fecha 11 del Clausura y el perjudicado fue Estudiantes. En el empate 1 a 1 en La Plata, pasó de todo. Lo ganaba el Pincha, pero en la jugada previa al empate se ve un claro contacto del atacante visitante Facundo Bruera sobre Facundo Rodríguez en la disputa de pelota. Eso generó que el defensor de Estudiantes quede en el piso, bastante dolorido. Para Nazareno Arasa no hubo falta, y Barracas llegó así a la igualdad.


