La clasificación directa de España al Mundial 2026 tiene un efecto dominó sobre la selección argentina: sólo resta la confirmación oficial del partido con la Roja por la Finalissima 2026. Al haber obtenido sin necesidad de repechaje su pasaje a la próxima Copa del Mundo, el equipo ibérico tendrá libre el mes de marzo próximo, fecha en la que estaba programado el partido ante la Argentina. Había un asterisco: dependía de que la Roja no fuera al Repechaje. Solventada la eliminatoria europea y conseguido el pasaporte al Mundial, españoles y argentinos se medirán el viernes 27 de marzo en Lusail (Qatar) por una estrella; por un título internacional homologado por la Conmebol y la UEFA.
Más allá de la sede, lo cierto es que la realización de la Finalissima -que enfrenta a los campeones continentales vigentes de Sudamérica y Europa- antes del Mundial corría cierto riesgo, en caso de que España no se clasificara en forma directa.
Porque ni Lionel Scaloni -entrenador albiceleste- ni Luis de la Fuente -DT de la Roja- querían saber nada con jugarla en la ventana de junio, anterior a la Copa del Mundo. Entendían ambos que un partido de semejante envergadura podía alterar la preparación para el Mundial. Entonces, no hubiera quedado más alternativa que disputarla en septiembre, ya con el evento ecuménico decidido. El empate 2-2 con Turquia de este martes y la clasificación de España al Mundial solucionó cualquier inconveniente de agenda. “En teoría es así, la tienen prevista en marzo para la fecha de los amistosos, aunque todo por confirmarse”, confirmó a LA NACION una fuente de la AFA.
Al partido sólo le falta el anuncio oficial de ambas confederaciones continentales, pero ya desde hace varias semanas el nombre de Qatar como sede comenzó a tomar fuerza. Más allá de que la confederación sudamericana pretendió en algún momento hospedar el partido (el primero de esta índole, entre la Argentina e Italia, se jugó en Wembley, Inglaterra, antes del Mundial 2022). Incluso, se mencionó al estadio Centenario, de Montevideo, como una eventual sede.
Los petrodólares, más la influencia que pueden ejercer los qataríes sobre el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, parecen haber inclinado la balanza hacia el estadio en el que la Argentina se consagró campeona de la última Copa del Mundo. Allí donde Lionel Messi levantó la Tercera. “Queremos la Finalissima en Qatar; estamos negociando con UEFA y Conmebol. Es un partido entre dos grandes selecciones y Doha quiere organizar los mejores partidos. Hay más interesados, pero confiamos en que pueda ser aquí”, confirmó a fines de octubre Jassim Al Jassim, CEO del Comité Organizador Local de eventos deportivos de Qatar.
En declaraciones al diario español As, Al Jassim continuó: “Ya hemos organizado Supercopas de Francia y de Italia, o la Copa Intercontinental, con el Real Madrid como participante. Este año volveremos a tenerla aquí, al igual que el Mundial Sub 17 y la Copa Árabe. Tendremos eventos ininterrumpidamente desde el 3 de noviembre hasta el 20 de diciembre. Estudiaremos más partidos para el futuro, siempre que atraigan más turismo, más interés y sean rentables para el país”.
Con ese partido en el horizonte, el entrenador español Luis de la Fuente ya adelantó que llevará a la Finalissima a los 26 elegidos para la Copa del Mundo. Es decir, se lo tomará como un partido mundialista, aunque sin serlo. Será un ensayo general para lo que vendrá después.
Algo parecido piensa Lionel Scaloni, un competidor nato que también sabe que el partido tendrá un título como premio. Además, el encuentro incluirá el morbo del choque entre dos generaciones: pasado y presente con Lionel Messi del lado argentino; el futuro -que ya llegó-, con Lamine Yamal enfundado en la camiseta de La Roja.
El duelo venidero entre argentinos y españoles será el número 15 en la historia entre ambos seleccionados. El mano a mano tiene 14 antecedentes, con seis victorias por lado y dos igualdades. La particularidad es que 13 encuentros fueron amistosos y solo uno fue por un torneo oficial. Se trató del primer cruce entre sí, en el Mundial de Inglaterra 1966, y ganó la albiceleste 2 a 1 con anotaciones de Luis Artime. La última vez que se vieron las caras fue en 2018, con goleada de la Furia roja 6 a 1. A la Argentna la dirigía Jorge Sampaoli, y el choque se dio en la previa del Mundial de Rusia. Fue una muestra gratis de lo que sería aquella Copa del Mundo: la Albiceleste se volvería a casa en octavos de final tras caer con Francia por 4-3 en un partidazo.


