Una guerra de ideas dirigenciales terminó con jugadores dándole la espalda a otros. El desplante no se trasladó al campo de juego, ya que luego Estudiantes terminó eliminando a Rosario Central: el triunfo por 1-0, con gol de Edwin Cetré, le dio el pasaje a los cuartos de final del torneo Clausura, mientras que el Canalla, proclamado campeón hace tres días en un escritorio, se despidió del año. El destino a veces suele ser curioso. Porque el equipo de Ariel Holan había sido uno de los mejores del 2025, pero no lo pudo confirmar cuando empezaron los mata-mata, los duelos de eliminación directa, tanto en el Apertura, en el primer semestre, como en el Clausura, ahora.
“¿El pasillo que nos hicieron? Eso es cosa de ellos. El pasillo lo hicieron igual. Nosotros entramos como teníamos que entrar y quedó ahí”, contestó luego del partido con respecto a la actitud de sus colegas y sobre la polémica medida que tomó la AFA agregó: “Habría que preguntarle a los que querían que salga campeón el puntero de la tabla anual, a los que querían terminar primeros. Eso vino de los equipos más grandes y nosotros aceptamos. Nos llamaron para ir, estaban todos los dirigentes y ninguno dijo nada, así que nos sentimos campeones. Lo dije después de Instituto y no porque lo hubiera sabido, sino porque lo sentimos así. Fueron muchos años sin poder terminar primeros en la anual para Rosario Central y es importante. Entramos a la Libertadores después de tener dos semestre increíbles y merecíamos terminar de esa manera».
La previa había sido muy picante desde los mensajes cruzados entre Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes, y Pablo Toviggino, mano derecha de Chiqui Tapia. “El Club Estudiantes de La Plata comunica a sus socios, socias, hinchas y a la comunidad que, en la reunión del Comité Ejecutivo de la Liga Profesional del Fútbol Argentino, no se realizó ninguna votación respecto del reconocimiento del título de Campeón de Liga 2025″, se expresó en el breve escrito publicado en X. Enseguida vino la respuesta de Toviggino: apuntó en primera instancia contra Verón y luego aseguró que uno de los vicepresidentes de Estudiantes, Pascual Caiella, había participado en el encuentro y que la decisión había recibido apoyo unánime. “Sir, sir, sir! No podías quedarte atrás, tenías que ser parte de la campaña mediática de desestabilización y terrorismo contra la AFA y sus Dirigentes. ¡Dale Miamense, vení a una reunión de Comité Ejecutivo, así conocés la dinámica del Fútbol Argentino, ¡qué te hizo ser quién sos! ¡Pecho frío!“, chicaneó. Y cerró con la aclaración: “Me olvidaba. Sí se votó, por unanimidad. Con tu club presente en su vicepresidente. En fin”.
La guerra dialéctica escaló cuando desde la AFA apareció un comunicado en donde obligaba a Estudiantes a hacerle un “pasillo de campeón” en honor a Rosario Central, justo en el partido que se iba a disputar este domingo. La comunicación sobre el pasillo, emitida por la Liga Profesional de Fútbol, no dejó lugar a dudas sobre la instrucción: “Tal como se viene realizando en las competencias organizadas por la LPF, en el partido del próximo domingo 23 de noviembre entre el Club Atlético Rosario Central y el Club Estudiantes de la Plata, en la salida de los equipos, se realizará un pasillo entre jugadores visitantes y niños escolta correspondientes, para recibir al recientemente designado Campeón de Liga 2025”, indicó el texto. El tesorero de la AFA, Pablo Toviggino, difundió el comunicado de la AFA con más provocaciones para Verón. “Que 2026 Te/Nos Espera !! Cuídate mucho Boina multicolor. Ahora a Cumplir el Reglamento, que establece el Ente Rector, la Asociación del Futbol Argentino”.
Está claro que Verón no sólo escuchó la amenaza, sino que la usó para seguir una batalla que nadie sabe cómo finalizará. Lo cierto es que sorprendió que este domingo en el Gigante de Arroyito los jugadores de Estudiantes le dieran la espalda a los de Central. Pero, en algún punto… Cuando la conducción de la AFA no es clara y va volanteando en la toma de decisiones, ya sea a la hora de eliminar los descensos o nombrar nuevos campeones, eso genera grietas incluso entre los propios jugadores.
Fue tal el revuelo que se armó en los últimos días en las redes sociales que cada partido se vive como una caldera de tensión. La desconfianza que domina al fútbol argentino no tiene color de camiseta. Si hasta hubo insultos para Claudio Tapia, presidente de la AFA, en la cancha de Vélez y en la previa al duelo posterior con Argentinos Juniors, en otro de los partidos de los octavos de final del Clausura. El Fortín fue un polvorín y ni que hablar San Lorenzo, muy perjudicado por los errores arbitrales en la derrota ante Central Córdoba por 2-1, en Santiago del Estero.
En este marco de miradas cruzadas, Estudiantes -que venía muy mal- debía romper el favoritismo de uno de los candidatos, Rosario Central. Que más allá de la Copa anual entregada el jueves pasado de manos de Tapia al campeón del mundo Di María, reunió todo este tiempo argumentos para ser un equipo competitivo, con armas ofensivas, mezcla de juventud y experiencia, y también virtudes defensivas.
La lupa, claramente, estuvo puesta en Pablo Dóvalo. Pero el árbitro, esta vez, casi que pasó inadvertido porque dirigió bien: en un momento le contó los segundos al arquero Muslera sobre el final del partido (por una eventual demora en el saque de arco) y expulsó correctamente a Mikel Amondarain por doble amonestación, la segunda por una falta sobre Copetti. Di María es siempre desequilibrante y logra sorprender: tuvo un remate en el palo que pudo haber cambiado el destino del partido, pero fue una tarde en la que el juez tampoco entró en ninguna de las faltas que pretendió cobrarse por sí sólo.
Estudiantes tuvo mucho menos la pelota (34% contra 66%) y atacó mucho menos que Rosario Central, pero tuvo dos chances claras: la primera finalizó en el golazo de Cetré, En un contraataque Pincha comandado por Tiago Palacios, Medina dejó correr la pelota y le quedó en la apertura para el colombiano, que controló a perfil invertido y remató al palo más lejano de Broun.
En el segundo tiempo, e Pincha tuvo una chance inmejorable para ampliar al diferencia pero Broun se lo desvía a Farías. Central extrañó a Ignacio Malcorra (expulsado ante Independiente) y no tuvo ideas más allá de algún centro para el cabezazo de Veliz. El Pincha terminó abroquelado cerca de su área, cometiendo muchas infracciones (24) y pegándole de punta y para arriba, tratando de enganchar otro contragolpe. Pero terminó festejando sin demasiados sobresaltos.
Ariel Holan, en la conferencia de prensa posterior al partido, fue crítico de la medida adoptada por Estudiantes: “Para mí fue una falta de respeto, yo lo tomo como tal. La diferencia que puedan haber entre dirigentes deberían quedar ahí. Pero los jugadores son colegas. Los futbolistas son compañeros. Lo que pasó dentro del campo de juego fue una falta de respeto. Nosotros… Nosotros no pedimos nada. Esto fue una decisión de todo el Comité Ejecutivo de la AFA, del cual yo agradezco que hayan tenido la distinción por considerar que Central debería tener una estrella más en sus vitrinas. Y yo creo que ese reconocimiento es merecido. Los dirigentes vieron que en un torneo largo en el que se resolvía los descensos y las clasificaciones para las Copas, también era, de acá en adelante, merecedor de nombrar a un campeón de la tabla anual. El mérito de haber hecho una campaña como la que hicimos merecía su reconocimiento”.
El fútbol argentino es así: puede nombrarse un campeón que a los tres días es eliminado. Creer o…


