Seis competencias, cero títulos. Un pésimo año para un equipo sin identidad que tuvo su último golpe de knock-out en Avellaneda luego de tres meses en caída libre. Un plantel indolente, desalmado, sin respuestas futbolísticas ni el temple necesario para afrontar la adversidad. Un entrenador aturdido, responsable por sus elecciones y sus decisiones confusas y erráticas. River perdió 10 de sus últimos 13 partidos, quedó eliminado del Clausura, no sabe si jugará la Copa Libertadores y cerró un triste 2025 que no puede volver a repetir. “Voy a dar la cara como me lo he ganado. Mañana mismo empezaré a trabajar”, dijo Marcelo Gallardo. Esa labor deberá ser exhaustiva y profunda para sostener un ciclo que hoy no tiene argumentos futbolísticos. Y la reconstrucción del plantel es el primer ítem a resolver antes de la pretemporada. ¿Final de una era?
El Millonario descansará martes y miércoles y se reencontrará el jueves en River Camp antes de las vacaciones que comenzarán el fin de semana. Serán días de evaluaciones, conversaciones y decisiones del entrenador, que a lo largo del año utilizó 45 jugadores diferentes -entre ellos, nueve juveniles- en 54 partidos. A comienzos de mes acordó su continuidad en 2026 luego de la asunción del presidente Stefano Di Carlo, en un claro mensaje dirigencial anticipado: el DT tiene respaldo, más allá de haber terminado el 24 de noviembre una temporada paupérrima e inesperada. Así, de cara a la pretemporada, que comenzará el 20 de diciembre y que tendrá su etapa más fuerte en San Martín de los Andes durante las primeras semanas de enero, hay al menos diez jugadores que se irían: Federico Gattoni, Milton Casco, Enzo Pérez, Nacho Fernández, Pity Martínez y Miguel Borja terminan su contrato; Paulo Díaz es un caso juzgado; Fabricio Bustos y Sebastián Boselli buscarían salida; y Facundo Colidio esperará ofertas del mercado.
Dentro de la lista, los cuatro héroes de Madrid son los apellidos más pesados. Y hoy el único que dejó abierta una puerta es Enzo, el capitán de 39 años que espera una charla definitiva con el Muñeco: “Todavía no sé si jugué mis últimos minutos acá. Lo que menos me importa ahora es eso. Ahora, a masticar esta bronca y después se analizará bien. Trato de enfocarme donde me tengo que enfocar y nada más. Si me toca jugar, dar siempre lo mejor, y si me toca estar afuera, tratar de apoyar, como lo he hecho durante toda mi carrera, no solamente acá en River. Son decisiones muy particulares, qué camino tomará cada uno, qué conclusiones sacarán el técnico y la dirigencia, es algo muy particular e individual. Yo puedo decir un montón de cosas y por otras cabezas pasan otras diferentes”.
Más allá de la declaración de Enzo, con 38 partidos jugados en el año y un liderazgo que no abunda, según pudo saber LA NACION todo indica que los cuatro empiezan a transitar sus últimos días en el club. Milton Casco se irá luego de 10 años, 316 partidos y 13 títulos, y aún no decidió si seguirá jugando profesionalmente a los 37 años; Ignacio Fernández cerrará su segundo ciclo con un deslucido último año en el que disputó 31 encuentros y podría volver a Gimnasia y Esgrima La Plata; mientras que Pity Martínez se irá, pero aún no tiene ofertas, con solo 456 minutos en el año en 13 partidos, sin goles y con cuatro lesiones musculares que sentenciaron su futuro.
Miguel Ángel Borja también cerrará su etapa en el club de Núñez, luego de ser apartado de la nómina de convocados de los últimos dos partidos. Más allá de sus 62 goles en 159 partidos, el colombiano quedará libre pese a que River invirtió 8,6 millones de dólares por su pase en 2022. Además, el chileno Paulo Díaz tampoco fue convocado frente a Vélez y Racing y no será tenido en cuenta para el próximo año: su representación ya está trabajando en alternativas del mercado para concretar una transferencia, ya que su contrato está vigente hasta diciembre de 2027 luego de la última renovación a mediados de 2024 cuando tenía una jugosa oferta de Al Qadsiah de Arabia Saudita. Otro caso juzgado es el de Federico Gattoni, quien terminará su préstamo y tendrá que retornar a Sevilla, luego de un año y medio en el que solo jugó siete partidos con poco más de 500 minutos. Este año solo disputó un duelo de Copa Argentina y en el segundo semestre quedó apartado del plantel profesional.
Pero la lista no termina con estos siete futbolistas. Porque el CT hará una evaluación profunda línea por línea y la lista también la podrían incluir Sebastián Boselli y Fabricio Bustos, sin continuidad en el último tiempo. El marcador central que fue repescado de Estudiantes aún tiene contrato hasta diciembre de 2026, pero solo jugó cinco encuentros en el semestre y su último duelo con Atlético Tucumán del 20/9 parece haberlo condenado por su bajo nivel. Mientras tanto, el lateral derecho buscaría una salida para lograr la continuidad perdida desde la llegada de Gonzalo Montiel. En el año Bustos jugó 22 partidos, pese a que River invirtió más de cinco millones de dólares para sumarlo desde Inter de Porto Alegre en julio de 2024. Además, también estará en la vidriera Facundo Colidio, quien espera ofertas para analizar su futuro durante la pretemporada.
Además, también estará en la vidriera Facundo Colidio, quien espera ofertas para analizar su futuro durante la pretemporada; y se deberá resolver el futuro de Giuliano Galoppo, quien no alcanzó los objetivos pactados con San Pablo para la obligación de compra del 60% del pase por 3.5 millones de dólares. Ahora, en Núñez deberán definir si desean retenerlo ya que estaba a préstamo por un año.
“En este último trimestre se nos hizo muy difícil sostenernos como equipo. Estoy muy desilusionado. Hay que hacerse cargo. Asumo la responsabilidad de este momento. Pero también me tomaré estos días de reflexión y revisión para cambiar. Esto no va a terminar así. El año termina de forma negativa, pero en mi cabeza ya empiezo a pensar cómo seguimos. Mañana mismo empezaré a trabajar. Es un año totalmente negativo e incómodo”, dijo Gallardo, y agregó: “No voy a escaparle al momento. Voy a dar la cara como me lo he ganado, con mucha capacidad para empezar a trabajar mañana. No voy a descansar. Cuando decidan que no estoy capacitado o que no tengo la energía, seré el primero en correrme. Pero hoy no está en mi mente”.
Habrá una semana de evaluación y conclusiones y tres de descanso antes de regresar el 20/12 para comenzar la actividad de cara al 2026. Así comenzará un año en el que River deberá afinar el ojo y el lápiz en un libro de pases que promete volver a tener actividad con al menos un refuerzo por línea, pero con cambios en las políticas de contrataciones: se espera una política de mercado diferente, con la implementación de un tope salarial para no firmar nuevos contratos elevados al nivel europeo, más la instalación de objetivos colectivos e individuales para premiar la productividad. El 2025 ya se terminó y no se puede volver a repetir.


