A menos de un año del inicio del Mundial 2026 que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá, Joseph Blatter reapareció con una serie de declaraciones punzantes contra Gianni Infantino. En una entrevista publicada por The Telegraph, el expresidente de la FIFA, quien condujo la organización entre 1998 y 2015, sostuvo que su sucesor gobierna alejado del juego, influenciado por intereses políticos y con escasa legitimidad dentro del fútbol profesional. “Ha desaparecido. Está en una esfera. Creo que ya está en esa esfera donde mañana (hoy) organizará el fútbol en la estratósfera”, dijo Blatter desde su casa en Zúrich, durante una conversación por videollamada.
El dirigente suizo fue apartado del cargo en medio del escándalo de corrupción conocido como FIFAGate, tras la apertura de investigaciones penales en Suiza y Estados Unidos. En agosto de este año, fue finalmente absuelto de todos los cargos criminales. Pese a que aún enfrenta demandas civiles, aseguró estar en paz: “Duermo bien y mi conciencia está tranquila”.
Infantino, quien asumió en 2016 con la promesa de “expulsar y castigar” a los responsables de la corrupción, es hoy, para Blatter, un dirigente desconectado de los valores del fútbol. Lo acusó de aliarse con líderes políticos como Donald Trump y el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, y de utilizar el poder para fines personales. “Tenemos 211 asociaciones nacionales… y no hay ni una sola asociación que se oponga al trabajo del nuevo presidente, que solo habla con jefes de Estado y que ha traído la política a esta Copa del Mundo”, denunció. “Es un juego maravilloso, social, cultural —puede ser económico— pero es para el mundo. Porque es el juego más popular del mundo. Y ahora dan la impresión de que los políticos —de un lado Arabia Saudita, del otro Estados Unidos— se harán cargo. Creo que eso no es lo correcto”.
Uno de los hechos que más molestia generó en Blatter es la entrega de un “premio de la paz” que la FIFA otorgará a Trump, luego de que el mandatario estadounidense no fuera reconocido por el Comité Nobel. “No deberían darlo. El fútbol no debería dar el premio de la paz. Un día deberíamos recibir el premio de la paz porque trabajamos por la paz. Ahora lo están discutiendo en Noruega, especialmente, porque el Nobel está basado allí. En Noruega están viendo quién trabaja por la paz. Pero acá no están trabajando por la paz. Van a crear un nuevo premio de paz en el fútbol. Creo que eso está mal. El fútbol debería recibirlo de una organización existente. Pero eso no entra en la cabeza de quienes están dirigiendo el fútbol. Es una lástima. Es una lástima”, repitió al final.
Consultado sobre la cercanía entre Infantino y Trump, Blatter ironizó: “Mi sucesor, no sé si es realmente Trump o Infantino. No puedo decir que no deban tener una buena amistad, pero no veo exactamente cuál es el gran interés del fútbol. Veo esto como conexiones personales, especialmente con Trump, y no estoy tan seguro de dónde está actualmente el trofeo real del Mundial, que siempre estuvo en Zúrich bien resguardado hasta la apertura del nuevo Mundial. Dudo eso. Tal vez ese trofeo ya esté en la Casa Blanca”.
Respecto de Arabia Saudita, país que será sede del Mundial 2034, señaló que: “Ahora ha puesto al fútbol en peligro. Son los directores del fútbol. Ellos dicen qué va a pasar en el fútbol, porque el nuevo presidente, cuando tiene una idea, ellos simplemente dan el dinero para hacerlo”. Blatter recordó que fue bajo su mandato que la FIFA decidió llevar el Mundial por primera vez a Medio Oriente, con la elección de Qatar como sede de 2022. Sin embargo, considera que la influencia saudita sobre la actual gestión supera cualquier precedente.
Otro de los temas abordados en la entrevista fue la decisión de FIFA de suspender parcialmente la sanción que pesaba sobre Cristiano Ronaldo, quien había sido expulsado en el partido por Eliminatorias Europeas contra Irlanda. Esa resolución permitió que el delantero portugués esté habilitado para disputar el arranque del Mundial. Blatter fue tajante: “Es un principio que no debería aceptarse. Los asuntos disciplinarios deben considerarse como un tribunal. No se deberían tomar decisiones por decreto presidencial. No me corresponde decir siempre que está mal, porque mucha gente ya sabe que está mal”.
A lo largo de la entrevista, Blatter insistió en que Infantino gobierna de espaldas al juego y sin escuchar a los protagonistas. “Hay demasiado fútbol en el mundo, con la repetición de la creación de nuevas competiciones para asegurarse de estar presentes. Pero a veces menos sería más eficiente que estar presentes en todas partes, y estar presentes solo con la ayuda de políticos ahora y no con la ayuda de la familia del fútbol”, argumentó. “Puedo entender que la organización de los jugadores no esté contenta con eso, pero no tienen contacto directo con el líder. El líder no escucha a los jugadores. Tiene alguna otra organización”.
Incluso la posibilidad de una candidatura futura no fue descartada, incluso con los casi 90 años que cumplirá en marzo. “Nunca fui despedido en la FIFA”, afirmó. “Cuando fui suspendido por el comité de ética de la FIFA, entregué mi mandato a otra persona. Pero todavía tengo el mandato. Sigo siendo el presidente electo”. En 2027, cuando se celebren las próximas elecciones, Blatter tendrá 91 años. Consultado al respecto, respondió: “Espero estar vivo todavía”.
Por último, reconoció que, a pesar de todo, sigue observando el fútbol con atención. “Soy un hombre feliz. Estoy absolutamente desconectado de los problemas. Trato de estar por encima de los problemas, y aun así, estoy tan feliz de ver un partido en el estadio”. Sin embargo, aclaró que no viajará a Estados Unidos, y que no pisa un estadio mundialista desde que fue invitado por Vladímir Putin en 2018. “Ahora veo los grandes partidos por televisión, porque no puedo perderme lo que he creado”, cerró.


