Treinta y cinco años después, el pato, deporte nacional de la Argentina, volvió a la cancha 1 de Palermo. Una tarde llena de expectativa y con el sol barriendo los pronósticos de lluvia. Con El Siasgo y San Patricio, los mejores equipos de los últimos tiempos, en un duelo clásico y siempre apasionante, resuelto en el suplementario en favor del equipo de Villegas por 14-13. Un éxito muy celebrado por los jugadores, familiares e hinchas, el que le permitió obtener el tricampeonato, al sumar esta corona del Torneo Argentino a las obtenidas en 2024 y 2023.
El gran escenario, que hace una semana consagraba al mejor equipo de polo, el domingo se engalanó con la gran fiesta del pato. Mucho público, entusiasmado y fervoroso, para vivir un espectáculo que va creciendo con fuerza. La que vuelcan, apasionadamente, sus dirigentes y cada uno de los amantes de esta actividad bien nuestra, con raíces criollas. “Lo único que nos quitaba el sueño en estos últimos días, era el pronóstico de lluvia. Pero por suerte nos tocó un día bárbaro”, le comentó el presidente de la Federación Argentina de Pato, Miguel Di Pasquale, a LA NACIÓN. Y agregó: “Para nosotros es muy importante volver a la cancha 1. Jugamos hace mucho en Palermo, pero no en la cancha 1 y haber podido vivir este acontecimiento en este lugar es fantástico”.
El cierre cinematográfico levantó al público de sus asientos. Nadie despegaba sus ojos de la acción que transcurría en ese rectángulo verde, con ocho jinetes dispuestos a dejarlo todo en procura del triunfo. Y la gente agradeció semejante entrega con un cerrado aplauso, sobre todo cuando algunos de los triunfadores se acercaron a las tribunas principales, de ambos laterales, a saludar a quienes colorearon la tarde con su presencia, sus cantos y sus banderas.
El inicio también generó emociones fuertes. Fue un ida y vuelta a puro vértigo y acciones colectivas bien elaboradas. En ese desarrollo, San Patricio, ganador de los dos torneos previos de la Triple Corona de 2025, la Copa Argentina y la Copa El Recuerdo, sacó provecho. Dominó el juego y sacó una ventaja considerable: al finalizar el cuarto tiempo, se imponía 12-8.
Pero el partido había cambiado. Ya no se veía un juego fluido, sino un encuentro enredado, conversado y con más infracciones. Entonces, El Siasgo comenzó a crecer. Impulsado por su número 4, Justo Bermúdez, uno de los tres pateros con el máximo hándicap: 10 goles, junto a su compañero de cuarteto, Martín Lemme, y Facundo Taberna, emblema del adversario.
Mejoró el funcionamiento de El Siasgo y, de a poco comenzó a descontar goles; la distancia desapareció en el sexto y último tiempo, cuando un gol de Justo Bermúdez dejó el tablero igualado en 12. Luego llegó el fantástico desenlace, con oportunidades para cada uno, en un tiempo extra para recordar. El gol de oro de Federico Ferrari completó el sueño del tricampeonato de El Siasgo y arruinó la ilusión de ganar la primera Triple Corona de San Patricio.
El hombre de rendimiento más parejo fue Justo Bermúdez, pero quien definió el asunto, con una corrida de casi toda la cancha, se llama Federico Ferrari y lo apodan el Gringo: “Uff…” Alcanza a decir Ferrari ante la primera pregunta de LA NACIÓN, rumbo al podio. Respira hondo, se frena y responde: “Veníamos de atrás y los alcanzamos. Recién en el quinto tiempo pudimos remontar algo y llegamos parejos al final del partido. Como pasó en las clasificaciones, donde también llegamos a definir con gol de oro. La anterior le tocó a ellos y ahora, en esta oportunidad, nos tocó a nosotros”, señaló.
Acto seguido, contó el gol del título: “Cuando agarré el pato lejos, cerca de nuestro arco, pensé: lo tengo que meter allá. Y a medida que me iba acercando, el aro se me hacía cada vez más chico, pero bueno, pude meterlo. Sabía que la yegua corría y le di para adelante nomás. Corrió y corrió… Espectacular… A la pelota la levanté justo, cuando la dejó un compañero. La verdad, el tricampeonato es una locura. Y más en la Catedral”, admitió exhausto el héroe de la jornada.
El Siasgo reina en el pato. Es su tiempo. Esta vez, la mano venía muy complicada, pero la sacó adelante otra vez, y contra el mismo rival de las últimas dos finales en Palermo. Todos colaboraron y el gol final llegó con una corrida de Ferrari. Para gritar bien alto el triunfo. Especial, sin dudas, por el tricampeonato y por el retorno del deporte argentino a la Catedral.
El Siasgo (14): Federico Ferrari, 9; Martín Lemme, 10; Facundo Novoa 8, y Justo Bermúdez, 10. Total: 37.
San Patricio (13): Nazareno Gerli, 7; Juan José Storni, 9; Adolfo Herrero, 6, y Facundo Taberna, 10. Total 32.
Goles de El Siasgo: Ferrari, 4; Lemme, 3; Novoas, 1, y Bermúdez, 6. De San Patricio: Gerli, 3; Storni, 2; Herrero, 2, y Taberna, 6.
Progresión: El Siasgo: 2-5, 4-5, 7-9, 8-12, 12-13, 13-13 y 14-13.


