En una isla palaciega y un hotel cinco estrellas de más de US$ 550 la noche, Claudio “Chiqui” Tapia tuvo su foto en el desierto. El presidente de la AFA viajó a Doha, la capital qatarí, en busca de más apoyo para su gestión, jaqueada por investigaciones judiciales y una denuncia de ARCA por apropiación indebida de tributos. El máximo dirigente del fútbol argentino no estuvo solo: lo acompañó una delegación de dirigentes a los que el propio sanjuanino nominó para distintas comisiones de la FIFA. Todos ellos también posaron para la foto junto al propio Tapia y a Gianni Infantino, el máximo dirigente del fútbol mundial.
El “Comandante”, como le dice Pablo Toviggino, tesorero y mano derecha suya en la AFA, buscaba su propia instantánea para que se hiciera viral. Y para que aquellos que, según él, quieren “apretarlo”, supieran que de su lado está todo el poder del fútbol. A diferencia de lo que ocurrió hace 10 días en Miami, cuando Tapia buscó la instantánea con Lionel Messi tras ganar la MLS Cup y no la tuvo, esta vez sí consiguió sus fotos. Como si fuera un rockstar, consiguió instantáneas con Alejandro Domínguez -presidente de la Conmebol- y el propio Infantino. Y les agradeció a ambos “por el apoyo”.
El tuit es toda una declaración de principios en medio de los conflictos internos y las causas judiciales que lo salpican pero, por ahora, no lo manchan. “¡Gracias a Gianni Infantino y Alejandro Domínguez por el apoyo!“, les agradeció Tapia en X. En rigor, el mundo del fútbol no le quitará el saludo ni dejará de sostenerlo, a menos que la Justicia argentina lo encuentre culpable de algún delito. Aún así, la solución para el fútbol ”deberá venir del fútbol». Esto implica que la FIFA, en principio, desconocerá a cualquier interventor, CEO o administrador que sea impuesto desde afuera del fútbol. Es decir, desde el gobierno.
Ese apoyo que Tapia agradeció por parte de los gestores del fútbol continental y mundial ya lo había obtenido de los clubes argentinos. Ningún dirigente de la Liga Profesional objetó una sola letra del comunicado que el lunes publicó la AFA en sus perfiles oficiales en defensa de su mandatario. Allá en Doha, la ciudad en la que la llamada “gestión Tapia” recibió el mayor espaldarazo con la obtención de la tercera Copa del Mundo, la delegación de dirigentes argentinos se encargó de poner énfasis en la proyección internacional de la actual administración.
“Los representantes de Argentina en las Comisiones de la FIFA, en la antesala de la reunión del Consejo, acompañamos al Presidente Tapia en la cena de gala de los premios The Best. ¡Muchas gracias Presidente Gianni Infantino por tan cálido recibimiento!“, publicó Javier Méndez Cartier, presidente de Excursionistas, y uno de los máximos referentes de la incipiente ”juventud tapista“. El club del Bajo Belgrano fue noticia la semana pasada porque su sede de Pampa y Miñones fue allanada en el marco de la causa Sur Finanzas. A través de un comunicado, la entidad que milita en la B Metropolitana aseguró que la financiera era un sponsor más de su camiseta, como tantos otros. La estrategia se replicó en los otros clubes que habían servido de vidriera para la empresa de Maximiliano Ariel Vallejo, investigado por presunto lavado de dinero.
La foto de Tapia junto a Infantino y Domínguez llegó en cuestión de segundos a los dirigentes del fútbol argentino. Y también a algunos del fútbol sudamericano. Los propios integrantes del círculo aúlico de Tapia se encargaron de difundirla por los cuatro puntos cardinales. Querían que todos -incluso el gobierno- supieran que meterse con Tapia era meterse con Domínguez y, también con Infantino. Que Tapia, hoy, también es Conmebol y es FIFA. Esos son, en definitiva, sus anticuerpos. Mientras se queja de un “apriete” y una “operación mediática”, les recuerda a sus oponentes quiénes son sus aliados. Una especie de medición de fuerzas a la vista de todos.
Tapia sabe que los problemas del fútbol argentino, las causas judiciales, las “roscas” por los contratos de TV, o la trazabilidad de los millones que genera la selección argentina no llegan a Europa. Que en Zürich (Suiza), por ejemplo, no están pendientes de los allanamientos en la casaquinta de Villa Rosa (Pilar), o del avance de la investigación contra Sur Finanzas. Ser el presidente de la asociación campeona del mundo, además, lo blinda. En definitiva, sabe que nadie quiere pelearse con el jefe de Lionel Messi.
El encuentro de los 30 comités de la FIFA se realizó en la capital qatarí, casi sin medios de prensa. Hubo un puñado de medios locales en el hotel Marsa Malaz Kempinski, en la exclusiva zona de The Pearl. El complejo cinco estrellas, en el que una noche en la habitación más barata cuesta US$ 550, se jacta de “ofrecer experiencias sin par”. Y las enumera: “Gastronomía de primera clase, un galardonado spa y exclusivas actividades de ocio diseñadas para familias, parejas y viajes de negocios”. Habla de “lujo inigualable” y “servicio personalizado”.
La agenda de Tapia continuará este miércoles con el partido entre Flamengo y PSG por la Copa Intercontinental, y en el estadio Ahmad bin Ali. Antes, estrenará su confirmado cargo en el consejo de la FIFA y se sentará a la mesa donde se toman las grandes decisiones del fútbol mundial. El lujo, el dinero y el confort qatarí contrastan con el repudio que recibe a diario en las redes sociales. O con el avance de las causas judiciales que involucran a la AFA. En el medio del desierto, todo un oasis para el máximo dirigente del fútbol argentino.


