Hay años en los que el fútbol argentino expone con crudeza su propia falta de confianza en los procesos de trabajo. Y este 2025 que se evapora fue uno de ellos. Un calendario apretado, dirigencias en transición, economías frágiles y tribunas impacientes volvieron a dejar a los entrenadores en el centro de la escena: como conductor, como escudo y, casi siempre, como primer fusible ante la adversidad.
Un repaso por la actualidad de los 30 técnicos de primera lo confirma con datos. Apenas ocho lograron atravesar el año sin que su continuidad estuviera seriamente en discusión. El resto vivió cambios abruptos, regresos, interinatos prolongados o finales todavía abiertos. Una radiografía que dice tanto de los entrenadores como de los clubes.
Atravesó el año con el peso de la ilusión y la exigencia. Diego Milito ya le ofreció renovar hasta el final de su mandato. La Academia fue protagonista durante todo 2025. Cayó en las semifinales de la Libertadores con Flamengo, pero se recuperó anímicamente y llegó a la final del Clausura, en la que perdió por penales con Estudiantes.
Nicolás Diez (Argentinos Juniors)
Es uno de los casos más valorados del año. Llegó a comienzos de 2025, le dio identidad al Bicho, lo clasificó a la Copa Libertadores y logró respaldo dirigencial con una mejora contractual hasta 2027. Un proyecto que combina forma y resultados.
Guillermo Barros Schelotto (Vélez)
Tomó un equipo que arrancó el año muy mal y le dio identidad rápidamente. Vélez fue competitivo en todos los frentes, sostuvo una idea clara, pero le faltó llegar a las grandes instancias. En la Libertadores cayó ante Racing en un cruce de cuartos de final muy parejo. El Mellizo no sólo ordenó, sino que también convenció y motivó. Su continuidad para 2026 aparece como una consecuencia lógica.
Marcelo Gallardo (River)
El anuncio de su continuidad llegó antes del Superclásico y después del peor año de River desde 2011, sin ningún título en su haber. Flojo en resultados y funcionamiento, el Millo no compitió como se esperaba, pero el Muñeco apuesta a recuperar la memoria colectiva y esa voracidad que lo condujo a ser el DT más ganador de la historia del club. Después de gastar cerca de 100 millones de dólares en incorporaciones que no funcionaron, la dirigencia eligió creer, incluso en un contexto adverso.
Rubén Darío Insua (Barracas Central)
Representa la estabilidad silenciosa de un club siempre observado con lupa por su cercanía familiar con Claudio Tapia, presidente de la AFA. El Gallego condujo al Guapo a una histórica clasificación a la Copa Sudamericana que no evita polémicas: Barracas sumó 15 puntos más de los que debería gracias a errores arbitrales.
Alfredo Berti (Independiente Rivadavia)
Su trabajo silencioso encontró premio con la obtención de la Copa Argentina, que le permite al club mendocino meterse en la fase de grupos de la Copa Libertadores. Un hito.
Gustavo Benítez (Riestra)
Hombre de la casa, ordenó al equipo, lo hizo competitivo y lo metió en la Copa Sudamericana. El Tata seguirá al frente en el estreno internacional.
Daniel Oldrá (Instituto)
Asumió en abril y aportó calma, orden y sentido competitivo. La Gloria cerró 2025 con estabilidad y continuidad confirmada.
Claudio Úbeda (Boca)
Luego del entusiasmo que había generado con buenas actuaciones desde que asumió tras el fallecimiento de Miguel Ángel Russo, quedó en una zona gris. Lo que parecía continuidad asegurada antes de la semifinal del Clausura con Racing se volvió duda tras la derrota. Pero no solo por el resultado en sí, sino por las formas y por ese insólito cambio que hizo al sacar a Exequiel Zeballos, el jugador más desequilibrante del equipo, de un partido decisivo. Con contrato vigente hasta junio (como ayudante de campo), se espera una reunión con Juan Román Riquelme que definirá su futuro, en el epílogo de un año en el que el Xeneize tuvo cuatro entrenadores y no ganó ningún título.
Jorge Almirón (Rosario Central)
Fue el elegido tras la sorpresiva salida de Ariel Holan. Con el antecedente de su último paso por Colo Colo, tendrá la misión de liderar el regreso del Canalla a la Copa Libertadores en 2025. Su carta fuerte es la experiencia: llegó a la final del torneo continental más importante a nivel clubes con Lanús (2017) y Boca (2023).
Diego Martínez (Huracán)
Volvió al Globo luego de su experiencia en Cerro Porteño. Reemplazó a Frank Kudelka con el desafío de reconstruir confianza y competitividad. “Nos volvimos a elegir”, resumió en la firma del contrato.
Mauricio Pellegrino (Lanús)
Es uno de los grandes ganadores del año. Llegó a inicios de 2025, soportó críticas iniciales y terminó levantando la Copa Sudamericana. Su renovación es cuestión de tiempo.
Carlos Tevez (Talleres)
Asumió en un contexto límite, rescató al equipo, lo salvó del descenso y lo clasificó a los octavos de final del Clausura. En 2025 no sólo sumó puntos, sino también más experiencia y legitimidad.
Pedro Troglio (Banfield)
Renovó su contrato hasta finales de 2026 tras un buen desempeño en 2025. Llegó para salvar al equipo del descenso, logró la permanencia y luego compitió por puestos de clasificación en el Torneo Clausura. La sensación es que el equipo aun no llegó a su techo.
Fernando Zaniratto (Gimnasia y Esgrima La Plata)
Asumió de manera interina y pronto le inyectó entusiasmo y compromiso a un plantel golpeado por una grave crisis institucional y económica. Logró una victoria épica ante River en el Monumental, llegó hasta las semifinales del Clausura con el Lobo y se ganó el premio mayor: continuará hasta fines de 2026.
Ricardo Zielinski (Belgrano)
Regresó en febrero y, pese a una campaña irregular, renovó hasta 2026. Lo más destacado: llevó a los Piratas a las semifinales de la Copa Argentina.
Hugo Colace (Atlético Tucumán)
Pasó de interino a confirmado luego de reemplazar a Lucas Pusineri.
Guillermo Farré (Aldosivi)
Protagonizó una de las remontadas del año: tres derrotas iniciales y, luego, la salvación del Tiburón, que parecía condenado a la Primera Nacional y seguirá nadando entre los clubes más importantes de la Argentina al menos una temporada más.
Lucas Pusineri
Fue anunciado en Central Córdoba de Santiago del Estero tras la salida de Omar De Felippe.
Mariano Soso (Defensa y Justicia)
Fue autocrítico tras el Clausura y su continuidad aparece encaminada.
Diego Dabove (Tigre)
Le dio identidad al equipo y lo clasificó a la Copa Sudamericana y a los cuartos de final del Clausura; está cerca de renovar.
Leonardo Madelón (Unión)
Regresó por cuarta vez y armó un equipo sólido, que se metió entre los mejores de su zona y se clasificó a octavos. La rápida eliminación en las etapas decisivas del Clausura no borra el buen trabajo realizado en el semestre.
Walter Zunino (Platense)
Asumió tras la salida del Kily González y dirigirá al Calamar en la Copa Libertadores, el gran orgullo del club de Saavedra después del histórico logro de su primera estrella.
Gustavo Quinteros (Independiente)
“Vamos a llevar a Independiente otra vez a lo más alto”, dijo el DT cuando asumió en septiembre, tras la salida de Julio Vaccari. A eso apuntará durante 2026, cuando arranque el año con pretemporada planificada y armado de incorporaciones.
Ariel Broggi (Gimnasia de Mendoza)
Logró el ascenso a Primera y renovó hasta fines de 2026.
Damián Ayude (San Lorenzo)
En una institución volcánica en donde siguen los tironeos para que continúe (o no) el presidente Marcelo Moretti, el Azulgrana al menos tiene algo claro: Damian Ayude será el técnico hasta junio próximo.
Iván Delfino (Estudiantes de Río Cuarto)
Aún no definió su continuidad tras el histórico ascenso con Estudiantes de Río Cuarto.
Facundo Sava (Sarmiento)
Asumió en agosto, salvó al Verde del descenso y estuvo muy cerca de los playoffs del Clausura.
Favio Orsi – Sergio Gómez (Newell’s)
En la Lepra todo estaba en pausa por las elecciones del domingo pasado, en las que Ignacio Boero se consagró como nuevo presidente. La dupla técnica que condujo a Platense a su primera estrella en el Apertura será anunciada en estos días y quedará al frente del plantel profesional.
Eduardo Domínguez (Estudiantes de La Plata)
Durante varios tramos del año parecía que su ciclo en Estudiantes estaba terminado. Sin embargo, Domínguez siempre confió en su profesionalismo y tuvo premio: campeón del Clausura y cuarto título con el Pincha en apenas dos años. De hecho, este sábado buscará levantar el Trofeo de Campeones ante Platense, ganador del Apertura. “Ojalá sea con Eduardo”, declaró el presidente Juan Sebastián Verón en relación a disputar la Libertadores del año próximo. El DT aún no se manifestó públicamente y su futuro es una incógnita.

