En tono épico y a contra mano del perfil bajo que suele mantener la primera dama de Estados Unidos, el equipo de Melania Trump acaba de lanzar el primer tráiler oficial de su película autobiográfica, titulada simplemente «Melania».
El tráiler se aleja por completo de la estética tradicional de un documental político sobrio o institucional. Parece una producción de Hollywood de alto presupuesto para describir algo absolutamente soso: los 20 días previos a la investidura presidencial de 2025, mostrando la perspectiva personal de Melania sobre el regreso a la Casa Blanca.
«Sea testigo de los 20 días para convertirse en la primera dama de los Estados Unidos de América: Melania», dice el trailer en letras blancas y gigantes sobre un fondo negro. Lo único que le falta al avance son explosiones.
Desde su primer mandato, Donald Trump ha tratado la política con una estética de showmanship (espectáculo). Esta película parece aplicar esa misma fórmula.
Exagerada, sobredimensionada, mostrando a Melania como una femme fatale/chica Bond/primera dama a punto de asumir el trabajo mas riesgoso del planeta. Todo es una exageración cómica, de un personaje insulso.
No se sabe si la película será como el trailer con música triunfalista, bandas sonoras intensas que sugieren el «viaje de una heroína»: cámara lenta y planos heroicos, encuadres que buscan magnificar la figura de Melania, dándole un aire casi de protagonista de una saga epopéyica. Y una narrativa de «nosotros (los mejores) contra el mundo» que tanto le gusta al presidente de Estados Unidos.
Todo el tráiler enfatiza la resistencia y el regreso al poder como una hazaña histórica, cuando no hubo tal cosa cuando Trump asumió por segunda vez.
Lo que lo hace sentir más exagerado es el contraste. Melania Trump es conocida por ser una figura enigmática y de pocas palabras. Verla ahora envuelta en una edición de ritmo rápido, con cortes de acción y una narrativa tan dramática, genera esa sensación de que el «personaje» cinematográfico es mucho más grande que la persona que se ve en actos públicos.
No es casualidad que la película esté dirigida por Brett Ratner. El director es conocido por grandes éxitos de acción y blockbusters como Rush Hour (Una pareja explosiva) y X-Men: The Last Stand. Su lenguaje visual es, por definición, cinematográfico, legendario y diseñado para el espectáculo, no para el realismo crudo.
Más que un registro histórico, la película parece ser una pieza de branding personal. Al presentar su vida con este tono de magnificencia, la administración Trump busca elevar su legado por encima del debate político diario, convirtiéndolo en algo aspiracional y casi mítico.
¿Grandeza real o narcisismo visual? Se estrena en cines solo en Estados Unidos, el 30 de enero.
Pero estará disponible en los más de 240 países y territorios donde opera Amazon Prime.
Esto incluye a España y toda América Latina, donde se espera que el documental esté disponible con subtítulos y doblaje al castellano pocos días después de su estreno en cines o incluso de forma simultánea.
