El papa León XIV advirtió este domingo sobre la proliferación de los “Herodes” en el mundo actual, en representación del mito del éxito a cualquier precio, el poder sin escrúpulos y el bienestar vacío y superficial, durante el rezo del Ángelus dominical.
Desde el balcón de su estudio en el Palacio Apostólico, saludado por la multitud de miles de personas congregadas en la plaza de San Pedro, el Sumo Pontífice dedicó su mensaje de hoy a la huida de la Sagrada Familia tras la orden de Herodes de matar a los recién nacidos pues entre ellos podía encontrarse el hijo de Dios.
El Papa, que cerrará el martes 6 la cuarta y última puerta Santa abierta en diciembre, poniendo fin al Año Santo de 2025, dijo que ”mientras contemplamos con asombro y gratitud este misterio, pensemos en nuestras familias y en la luz que ellas también pueden aportar a la sociedad en la que vivimos”.
“Lamentablemente –prosiguió–, el mundo tiene siempre sus Herodes. Se trata de sus mitos del éxito a cualquier precio, del poder sin escrúpulos, del bienestar vacío y superficial y, a menudo, sufre las consecuencias con la sociedad, la desesperación, las divisiones y conflictos”.
El 7 y 8 de enero el Papa pondrá en marcha la segunda fase de su pontificado, que se inició tras su elección, el 8 de abril con un Consistorio de los cardenales venidos a Roma de todo el mundo.
El Papa pidió hoy que las familias cristianas “no dejen que los espejismos sofoquen la llama del amor de las familias cristianas”.
“Al contrario, proyectamos en ellas los valores del Evangelio, la oración, la frecuencia a los sacramentos, especialmente la confesión y la comunión, los afectos sanos, el diálogo sincero, la fidelidad, el realismo sencillo y hermoso de las palabras, los gestos buenos de cada día”, destacó León XIV.
En medio de los aplausos, saludos y ovaciones que le llegaban al balcón del tercer piso del Palacio Apostólico, el pontífice pidió la bendición “a nuestras familias y a todas las familias del mundo para que, siguiendo el modelo de la familia de su Hijo hecho hombre, sean todos un signo eficaz de su presencia y de su amor sin fin”.

