Para Zelensky, el simple hecho de que Trump siga hablando ya es una victoria

KIEV, Ucrania — Una nueva ronda de conversaciones de paz entre el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, y el presidente Donald Trump el domingo parece haber producido poco más allá de una promesa de reunirse nuevamente el próximo mes y un recordatorio de lo lejos que todavía está un acuerdo de paz.

Sin embargo, para Zelensky, incluso un estancamiento en las discusiones cuenta como una medida de éxito.

Tras los reveses en el apoyo estadounidense a Ucrania este año, una de las principales prioridades de Zelensky al reunirse con Trump ha sido evitar que las conversaciones se descarrilen.

Tras la reunión del domingo, Trump indicó que seguiría participando en las negociaciones, una victoria para Ucrania dadas sus reiteradas amenazas de retirarse.

Trump también se abstuvo de fijar otra fecha límite para alcanzar un acuerdo de paz, tras haber mencionado previamente el Día de Acción de Gracias y la Navidad como fechas límite.

«No tengo plazos», dijo Trump a los periodistas al recibir a Zelensky en Mar-a-Lago, Florida, para las conversaciones.

«¿Saben cuál es mi plazo? Poner fin a la guerra».

Lo más importante para Ucrania es que Trump no se hizo eco de las exigencias maximalistas de Rusia de detener los combates, lo que representa un cambio con respecto a principios de su mandato, cuando a menudo parecía alinearse con el Kremlin.

El cambio también fue notable porque Trump había hablado con el presidente ruso, Vladimir Putin, justo antes de reunirse con Zelensky, el tipo de intervención rusa de última hora que ya ha frustrado las esperanzas ucranianas.

Ese resultado podría dar esperanzas a Zelensky de que Ucrania y Washington se hayan alineado más estrechamente en las negociaciones de paz.

Varios líderes europeos también participaron por teléfono en las conversaciones del domingo, y Zelensky afirmó que Estados Unidos podría organizar una nueva ronda de negociaciones el próximo mes que podría incluirlos.

«El hecho de que estén hablando es una victoria en sí misma», dijo Harry Nedelcu, director senior de Rasmussen Global, una organización de investigación, sobre los presidentes de Estados Unidos y Ucrania.

Aun así, Zelensky reconoció el lunes que hay cierta división entre ellos, señalando que si bien Trump aceptó ayudar a proteger a Ucrania, ofreció tales garantías solo por 15 años, menos de las varias décadas que Zelensky y los ucranianos buscan.

“El desafío para Zelensky es demostrarle a Trump que está haciendo todo lo posible para lidiar con la versión de Trump del plan de paz y al mismo tiempo hacerla digerible para la sociedad ucraniana”, dijo Nedelcu.

En el centro del desafío de Zelensky se encuentran puntos clave de conflicto, principalmente el destino del territorio controlado por Ucrania en la región oriental de Donetsk.

Rusia quiere que Ucrania ceda el territorio, algo que Trump ha alentado a Ucrania a hacer, pero las encuestas de opinión muestran que la mayoría de los ucranianos se oponen a las concesiones territoriales.

Tras la reunión del domingo, Zelensky se mostró esperanzado.

«Tuvimos una excelente conversación sobre todos los temas y valoramos el progreso logrado por los equipos estadounidense y ucraniano en las últimas semanas», declaró Zelensky.

Aun así, reconoció que varias propuestas seguían sin resolverse en el borrador del acuerdo de paz, incluyendo la de Donetsk y el control de una central nuclear ocupada por Rusia.

Cuando Zelensky llegó a Florida, algunos ucranianos temían que asistiera a otra reunión donde Trump lo presionaría para alcanzar un acuerdo de paz rápido según las condiciones impuestas por Moscú.

La preocupación aumentó cuando la Casa Blanca anunció inesperadamente que Trump había hablado con Putin.

En octubre, Trump mantuvo una llamada similar sin previo aviso con Putin poco antes de reunirse con Zelensky para hablar sobre el suministro a Ucrania de potentes misiles de crucero estadounidenses.

En esa llamada, Putin pareció disuadir a Trump de vender los misiles. Trump le comunicó posteriormente a Zelensky que Ucrania no recibiría las armas durante una reunión que funcionarios europeos calificaron de tensa.

Trump afirmó que la llamada del domingo con Putin había sido «buena y muy productiva».

Yuri Ushakov, el principal asesor de política exterior de Putin, declaró en rueda de prensa que la conversación había durado más de una hora.

Ushakov también reiteró la postura del Kremlin de que Ucrania debería ceder territorio en Donetsk para lograr la paz.

Aun así, Trump se abstuvo el domingo de repetir las exigencias del Kremlin y no presionó públicamente a Ucrania para que cediera territorio y llegara a un acuerdo rápidamente.

«Este no es un acuerdo de un día», declaró Trump a la prensa.

«Es un asunto muy complejo».

Putin y Trump mantendrán otra llamada «en el futuro próximo», dijo el lunes el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.

En Moscú, Putin ordenó a sus generales que continuaran su avance para capturar la ciudad de Zaporiyia, en un aparente intento de aumentar la presión sobre Zelensky.

Zaporiyia, capital regional de unos 700.000 habitantes, se encontraba relativamente alejada del escenario de los combates más intensos en el este de Ucrania, pero las tropas rusas han avanzado recientemente hacia ella.

Putin emitió la orden durante una reunión el lunes con altos mandos, quienes presentaron informes sobre la situación en el frente.

Esta fue la tercera vez en dos semanas que Putin discutió públicamente el estado de los combates en Ucrania con sus altos mandos, destacando el esfuerzo del Kremlin por proyectar fuerza y ​​demostrar a Washington que tenía ventaja en el campo de batalla.

El domingo, Zelensky afirmó que el plan de paz estaba completado en un 90 %, el mismo progreso que informó antes de volar a Florida.

Añadió que Ucrania y sus aliados estadounidenses y europeos estaban muy cerca de llegar a un acuerdo sobre las garantías de seguridad que Ucrania busca para prevenir nuevas agresiones rusas.

El actual borrador del plan de paz dice que Estados Unidos, la OTAN y Europa proporcionarán a Ucrania las llamadas garantías similares al Artículo 5, una referencia a la cláusula de defensa mutua de la OTAN que requiere que los miembros de la alianza militar se ayuden mutuamente en caso de un ataque.

Zelensky afirmó que Trump había acordado otorgarle a Ucrania garantías solo por 15 años.

«Nos gustaría mucho que las garantías fueran más largas», declaró a la prensa el lunes.

«Y le dije que realmente nos gustaría considerar la posibilidad de 30, 40 o 50 años».

Nedelcu se mostró más cauteloso respecto al progreso en materia de garantías de seguridad.

Afirmó que los aliados europeos aún no se han puesto de acuerdo sobre qué podrían proporcionar de forma realista a Ucrania para disuadir otro ataque ruso, y que continúan las conversaciones sobre el despliegue de tropas europeas en Ucrania, una línea roja para Moscú en cualquier negociación.

Un compromiso similar al Artículo 5 para defender a Ucrania también podría resultar demasiado vago para ser un elemento disuasorio eficaz.

En cuanto a la cuestión territorial, Ucrania ha ofrecido como solución de compromiso la creación de una zona desmilitarizada de la que se retirarían tanto las tropas ucranianas como las rusas.

Zelenski afirmó que los ucranianos deberían votar sobre la propuesta mediante un referéndum antes de que se concrete un acuerdo de paz, un paso que requeriría previamente un alto el fuego.

Rusia ha rechazado la idea de un alto el fuego y no ha mostrado indicios de estar dispuesta a aceptar nada que no sea que Ucrania renuncie a la región de Donetsk, incluidas las zonas que Ucrania todavía controla.

Cuando se le preguntó sobre el progreso en la solución de la cuestión territorial, Trump dijo el domingo:

«No diría ‘acordado’, pero nos estamos acercando a un acuerdo sobre eso».

Tal vez el avance más prometedor para Ucrania fue la aparente disposición de Trump a celebrar otra ronda de conversaciones el próximo mes en Estados Unidos, posiblemente con líderes europeos en la mesa.

En negociaciones anteriores, se convocó a líderes europeos para rescatar las conversaciones tras los desacuerdos entre Zelensky y Trump.

Su presencia como participantes de pleno derecho, en lugar de como solucionadores tardíos, podría ayudar a Ucrania a fortalecer su posición.

El lunes, Zelensky delineó un plan de acción para mantener las conversaciones en marcha y reforzar esa alineación.

Dijo que esperaba que los asesores estadounidenses, europeos y ucranianos se reunieran en los próximos días, seguido de una reunión de líderes europeos y ucranianos.

Posteriormente, se celebraría otra ronda de conversaciones con Estados Unidos, esta vez con participación de Europa.

“Y después de eso, si todo avanza paso a paso, habrá una reunión en un formato u otro con los rusos”, dijo Zelensky.

c.2025 The New York Times Company