PALM BEACH, Florida — El presidente Donald Trump y el primer ministro Benjamin Netanyahu de Israel presentaron un frente unido el lunes, disimulando sus diferencias sobre cómo llevar a cabo el plan de paz de la Franja de Gaza mientras se elogiaban mutuamente.
Los dos líderes, que se reunieron durante un almuerzo de varios platos en el comedor de Mar-a-Lago, el club privado de Trump en Florida, compartieron pocos detalles sobre el contenido de sus conversaciones o cómo planeaban resolver los muchos asuntos pendientes entre ellos.
Tampoco revelaron cómo el plan de Trump en Gaza avanzará a su siguiente fase, en la que Hamás debe desarmarse, los israelíes deben retirar sus fuerzas y otros países deben comprometer tropas en una «fuerza de estabilización internacional».
Pero Trump sí hizo al menos un compromiso.
Aseguró que Estados Unidos respaldaría los ataques israelíes contra Irán si este continuaba con su programa de misiles balísticos y armas nucleares.
El presidente afirmó haber escuchado que Irán se está comportando mal y busca reiniciar su programa nuclear, pero se negó a proporcionar más detalles.
Para Trump, la reunión fue una oportunidad para celebrar otra vez la orquestación del alto el fuego en Gaza, por tenue que sea; lo exageró repetidamente llamándolo «paz en Oriente Medio«.
Y Netanyahu se marchó con nuevas imágenes de Trump elogiándolo como el salvador de Israel, lo cual sin duda resultará útil en la campaña de reelección del líder israelí.
El presidente Donald Trump (derecha) y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un almuerzo en Mar-a-Lago, Palm Beach, Florida, el lunes 29 de diciembre de 2025. (Tierney L. Cross/The New York Times)“Se necesitaba un hombre muy especial para realmente ayudar a Israel a superar esta terrible situación”, dijo Trump sobre Netanyahu.
Cambio
El tono representó un cambio con respecto a la postura reciente de Trump, quien en los últimos meses se ha mostrado más dispuesto a expresar su frustración con Netanyahu y las formas en que este ha retrasado o socavado sus esfuerzos para impulsar sus planes para una Gaza posconflicto.
El lunes, no hubo indicios de fricción, aunque el presidente afirmó en un momento que Netanyahu podría ser difícil.
«No me preocupa nada de lo que esté haciendo Israel», dijo Trump.
Trump y Netanyahu eludieron en gran medida las preguntas sobre los próximos pasos del plan de paz de Gaza.
En Cisjordania, donde Netanyahu enfrenta presiones de sus bases para anexar más territorio y Estados Unidos ha dejado clara su oposición, Trump reconoció que ambos líderes no estaban totalmente de acuerdo sobre el tema.
Sin embargo, al ser preguntado sobre la naturaleza del desacuerdo, el presidente se negó a dar más detalles.
«Bueno, no quiero hacer eso», dijo, antes de añadir:
«Pero él hará lo correcto».
Sobre la posibilidad de que Turquía pueda desempeñar un papel en la Gaza de posguerra, a la que Israel se opone firmemente, Trump elogió a los líderes de ambos países, que tienen una relación amarga.
«Estoy con él hasta el final», dijo sobre el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
«Estoy con Bibi hasta el final. No va a pasar nada».
Frentes
Trump también elogió al nuevo líder de Siria, Ahmad al-Sharaa, y expresó su esperanza de que el nuevo liderazgo impulsara una mejor relación entre Israel y Siria.
Sin embargo, la acción militar de Israel en Siria ha indignado a la Casa Blanca, y algunos funcionarios israelíes desconfían de al-Sharaa.
Netanyahu se limitó a decir que quería garantizar la seguridad de la frontera siria.
“En cuanto a las apariciones públicas, Netanyahu obtuvo lo que buscaba:
un abrazo público y pleno del presidente Trump para presumir ante los votantes israelíes”, declaró Ilan Goldenberg, director de políticas de J Street, el grupo de presión de centroizquierda que promueve la solución de dos Estados en Oriente Medio.
“El contenido de la reunión es menos claro.
Empiezan a aparecer grietas en su enfoque sobre Turquía, Siria, Cisjordania e incluso la siguiente fase de la guerra en Gaza, pero lo que se discutió a puerta cerrada sigue siendo desconocido”.
Netanyahu, en su quinta visita a Trump este año, pareció tener dificultades para encontrar nuevas formas de decir que el presidente era el mejor amigo que Israel había tenido en la Casa Blanca, llegando en un momento a elogiar la comida que el líder estadounidense acababa de servirle.
El gobierno israelí también otorgó otro premio a Trump, el más reciente de una tendencia de líderes y organizaciones extranjeras que buscan ganarse el apoyo del presidente con nuevos galardones.
Al inicio de la reunión bilateral, el ministro de Educación israelí, Yoav Kisch, informó por teléfono que Trump recibiría el Premio Israel, que tradicionalmente se otorga a ciudadanos israelíes en diversas categorías de artes y ciencias.
Trump insinuó que Netanyahu pronto ganaría un premio propio: un indulto presidencial en su prolongado juicio por corrupción.
Trump ha instado al presidente de Israel, Isaac Herzog, a concederle el indulto.
«Hablé con el presidente y me dice que está en camino», dijo Trump el lunes.
«No hay nada mejor que eso, ¿verdad?»
Pero la oficina de Herzog negó rápidamente que se hubiera tomado alguna decisión y dijo que la misma tardaría al menos unas semanas en tomarse.
c.2025 The New York Times Company

