El infierno de Barranquilla no es un lugar encantador. Con 36° de temperatura y casi 80% de humedad, el Metropolitano Roberto Meléndez se prepara para recibir este martes a la Argentina con más de 35.000 boletos vendidos y un clima en las tribunas en las tribunas que promete ser hostil. Para Colombia será la chance de vengar la final perdida en la Copa América de Estados Unidos y la eliminación por penales en 2021. Para el equipo de Lionel Scaloni, que ganó seis de sus siete partidos por Eliminatorias, la posibilidad de empezar a asegurar el pasaje para el Mundial de 2026.
Aunque Argentina perdió un solo partido en Barranquilla, 2-1 en 1993, el equipo de Néstor Lorenzo suma tres triunfos, cinco empates y una única derrota ante Perú en sus últimas nueve presentaciones en esa ciudad. Apenas José Pekerman asumió el cargo en 2012, uno de los primeros pedidos a la Federación Colombiana fue consolidar la localía en Barranquilla, donde el fútbol se vive de forma especial y el factor climático suele ser un aliado estratégico. El horario, para colmo, tampoco favorece: 15.30 de Colombia, 17.30 de Argentina.
“Iremos a un lugar con muchísimo calor, es un partido en un horario que no tendría que ser, pero es lo que hay. Toca jugar a esa hora y allí estaremos. Es un partido dificilísimo”, sostuvo Scaloni, que pondría en la cancha un once muy similar al que goleó 3-0 a Chile. En la práctica de este lunes, Alexis Mac Allister y Nicolás González se entrenaron a la par, aunque no se descarta el ingreso de otro volante central en lugar del extremo de la Juventus.
La selección arribó este domingo a Barranquilla y fue recibida por un grupo de hinchas colombianos que, fanáticos de Lionel Messi, alientan a la Argentina sea cual fuera el rival. Las entradas para el partido de este martes se agotaron hace 40 días, antes de confirmarse la baja del rosarino. Aún sin la presencia del astro, la expectativa es total: la entradas de reventa escalan a los 500 dólares.
Del histórico 0-5 en el Monumental a los penales en el Hard Rock Stadium de Miami fueron varios los sucesos deportivos que convergieron en la construcción de un antagonismo cada vez más marcado. En 2001, 48 horas antes de su inicio, Argentina renunció a su participación en la Copa América de Colombia por motivos de seguridad, en medio del conflicto armado entre el gobierno de Andrés Pastrana y las FARC. Los locales no perdonaron el desplante y acusaron a la selección por su falta de empatía.
Veinte años después, las atajadas de Dibu Martínez con bailecito incluido en las semifinales de la Copa América marcaron un quiebre definitivo en el vínculo entre las selecciones. El arquero argentino puso nerviosos a sus rivales y despejó tres de los cinco penales que le ejecutaron. El más recordado, el tercero de la serie ante Yerry Mina, tras su popular frase: “Mirá que te como, hermano”. Unos meses atrás, Dibu y Mina ya habían tenido un cruce en otro Colombia-Argentina por la eliminatoria rumbo a Qatar. Fue justamente en Barranquilla, en el segundo partido de Martínez como titular. El marplatense ocupó el arco en lugar de Franco Armani, afectado por el Covid 19, y dejó la cancha a los 40 minutos de juego por un choque sin pelota contra el entonces zaguero del Everton. Argentina ganaba 2-0 y, tras la salida de Dibu, terminó empatando 2-2. Este martes, Mina ni siquiera estará en el banco por acumulación de tarjetas amarillas. Poco después, Martínez y Mina sellaron las paces en un partido de Premier League, aunque el público colombiano quedó muy molesto con la actitud del arquero; más aún tras la victoria por penales en la final de la Copa América.
A pesar del gran presente que vive la Tricolor, afianzada en el tercer lugar de la clasificación al Mundial, el equipo de Scaloni ha sido, sin dudas, su principal piedra en el zapato. En febrero de 2022 Argentina se impuso 1-0 en Córdoba con gol de Lautaro Martínez y dejó a Colombia fuera de la zona de clasificación. Luego de ese traspié, el conjunto cafetero enarboló una racha de 28 encuentros sin derrotas y volvió a caer con Argentina en el partido decisivo de la Copa América 2024.
“¿El contexto adverso en Barranquilla? Es normal, pasa siempre. Con los colombianos te encontrás en la calle y te llevás bien, tengo amigos colombianos, pero en la cancha quieren ganar y es lo normal. Nunca encontré nada raro. Ni siquiera pienso en lo que pueda pasar”, puso paños fríos Scaloni. “No lo tomamos como un partido especial. Va a ser difícil porque Colombia es un equipo con grandísimos jugadores y que venía con muchos partidos invicto antes de la final. Vamos a ir a buscar los tres puntos”, agregó Rodrigo de Paul.
Al igual que el Monumental vs. Chile, el Metropolitano de Barranquilla tampoco lucirá repleto a raíz de una sanción disciplinaria de la FIFA por cánticos discriminatorios en su anterior partido como local. Estará habilitado en un 75%, aunque se espera un clima de “final” y de “euforia”, según titulan los medios colombianos.
De todos modos, la selección tricolor no ha sacado ventaja deportiva bajo el sofocante sol de Barranquilla. En la eliminatoria pasada, sin ir más lejos, no logró el pasaje al Mundial por sus magros resultados en condición de local.
Otro punto a tener en cuenta será el césped del campo de juego, que luce largo, desparejo y algo seco, características que no favorecen al juego de la selección. El equipo realizó este lunes el reconocimiento del Metropolitano, dos horas más tarde del horario del partido, con una temperatura que rondaba los 32°. Un clima caliente tanto dentro como fuera de la cancha.