KIEV, Ucrania — Viktoria Gulieva estaba sentada en un sillón rosa intenso con un vestido tubo de jean sobre su barriga de embarazada y su cabello oscuro peinado hacia atrás en un moño apretado.
Su perro Pomerania blanco estaba posado en su regazo.
Una empleada del salón le pintó delicadamente las uñas de los pies con esmalte rosa pálido, que tenía separadas por separadores de espuma en forma de corazón.
“Nos arreglamos las uñas porque es como un apoyo emocional para nosotras”, dijo Gulieva, de 30 años, que es esteticista.
Una manicura en un salón de Kiev. Los cortes de electricidad y las sirenas antiaéreas pueden complicar las visitas, pero aún así muchos hacen el esfuerzo. Foto Oksana Parafeniuk para The New York Times“Hacemos algo para sentirnos mejor. Debido a todo lo que está pasando, debido a la guerra, estamos al límite emocional. Si nos arreglamos las uñas, al menos podemos mirar nuestras manos y decir:
‘Esas se ven bien’”.
Prestar atención a la belleza puede parecer una preocupación trivial cuando el destino mismo de Ucrania está en juego, con Rusia intensificando su bombardeo de las ciudades de Ucrania y las tropas de Moscú avanzando en el frente oriental.
Pero para muchas mujeres, es un ritual importante de la vida diaria.
El acto de mantener las apariencias también se ha convertido en una pequeña forma de que los ucranianos le demuestren a Rusia que esta guerra no los ha quebrado.
Incluso un simple acto de mimo puede ser difícil de llevar a cabo.
Los cortes de energía y las sirenas de ataque aéreo pueden dificultar que las mujeres se arreglen las uñas, pero muchas claramente hacen el esfuerzo.
Ejemplos de ello son una cajera de banco hosca con uñas pintadas de color canela salpicadas de remolinos pálidos y brillantes, una camarera amable con las uñas pintadas como piel de cocodrilo azul, una empleada del gobierno en un suburbio de Kiev que alguna vez asistía a una docena de funerales al día y ayudaba a supervisar la excavación de fosas comunes, pero que todavía luce una manicura francesa perfecta.
Desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, las mujeres ucranianas se han adaptado.
Todavía usan vestidos largos y brillantes en Kiev, la capital, pero con zapatos prácticos, a menudo zapatillas blancas, lo que les permite moverse rápidamente si suena una sirena de ataque aéreo.
Se atan el cabello en complicados recogidos cuando la falta de electricidad significa que no hay agua caliente.
Soldado coqueta
Una soldado ucraniana en el frente publicó su ritual de belleza en Instagram:
cómo trenza su largo cabello castaño rojizo, cómo se hace la manicura con gel usando ropa de camuflaje.
El director general de L’Oréal en Ucrania también describió recientemente cómo los rituales de belleza elevan la moral de las personas, llamándolo el “efecto del lápiz labial rojo”.
Incluso las mujeres que han aceptado trabajos en las minas (porque los hombres que alguna vez trabajaron allí están sirviendo en el ejército) a veces lucen uñas largas y rojas.
“Nuestras mujeres son imparables”, dijo Donna Todorova, gerente del salón Kukla, donde Gulieva se pintó las uñas.
Las mujeres en Ucrania tienen reputación de tener uñas hermosas, y los profesionales de las uñas del país, llamados aquí “maestros de las uñas”, son contratados codiciados en los salones de toda Europa.
Sus manicuras a menudo no son uñas monocromáticas insulsas:
cada uña ha sido vista durante mucho tiempo como un lienzo en sí mismo, a menudo detallada como una pintura en miniatura.
Pero después de la invasión de Rusia, las uñas se convirtieron en algo más.
Muchas mujeres decoraron sus uñas con símbolos patrióticos, pintadas de azul y amarillo para la bandera del país, o con girasoles, omnipresentes en los campos ucranianos, o amapolas rojas, designadas oficialmente como símbolo del recuerdo de los muertos de la guerra.
Un salón llamado Mimi Miss en Kiev todavía se anuncia en Instagram diciendo:
“Elíjanos: invierta en la muerte de los enemigos”, junto a corazones patrióticos azules y amarillos.
Las uñas también se convirtieron en formas de identificar a los muertos.
Una empleada de una clínica asesinada por los restos de un misil en Kiev en julio fue reconocida por su manicura rosa con lunares blancos, dijo la hija de la víctima.
Una operadora de una planta de calefacción a la que las fuerzas rusas dispararon mientras montaba en bicicleta en el suburbio de Bucha en Kiev en marzo de 2022 fue identificada por su manicura:
cuatro uñas rojas y la quinta, pintada de blanco, con un pequeño corazón morado bordeado de plata.
En aquel entonces, cuando las tropas rusas avanzaron hacia Kiev, tomaron el control de un salón de belleza en Bucha llamado Profi, cerca de una intersección importante y de una de las peores matanzas.
Los francotiradores se instalaron en la ventana del salón en el segundo piso y dispararon a los automóviles y autobuses, recordó la propietaria, Iryna Davydovych, y agregó que su familia se había quedado en el sótano de su casa cercana antes de escapar para vivir cerca con su madre.
Luego, el ejército ucraniano expulsó a los invasores rusos.
«Los rusos dejaron atrás destrucción y mucha basura», recordó Davydovych, de 54 años.
En abril de 2022, justo a tiempo para las vacaciones de Semana Santa, Davydovych y su esposo terminaron de limpiar el salón y se restableció la electricidad.
El esposo de Davydovych luego se unió al ejército.
Todavía está en el frente.
«A veces te sientas y lloras», dijo.
«Pero por la mañana te levantas, te pintas los labios, sales hermosa y riegas las flores».
Salón
Quince personas trabajan ahora en Profi, incluidas cuatro maestras en uñas.
Tetiana Kravchenko, conocida como Tania, es tan popular que tiene citas con semanas de anticipación.
Un miércoles reciente, pintó las uñas de Natalia Fomenko con diseños de verde fluorescente y negro.
“Seguimos a Tania a todas partes”, dijo Fomenko, quien también lleva a su esposo al salón.
“Si alguna vez va a Kiev, la seguiremos”.
Si Kravchenko no está trabajando, agregó Fomenko, “es una catástrofe”.
“Siempre estoy aquí”, dijo Kravchenko, inclinada sobre su trabajo.
Ahora, quizás en un guiño al tercer año de guerra y al estado de ánimo de la gente, los símbolos patrióticos en las uñas son más raros.
Los estilos más populares en Ucrania son los nudes, las manicuras francesas y, ocasionalmente, los pasteles brillantes, dijeron los maestros de las uñas.
Kravchenko dijo que más mujeres estaban optando por manicuras prácticas.
“Lo natural es la nueva tendencia”, dijo, agitando sus manos, que estaban manicuradas pero no pintadas.
Aun así, en Kukla, a una maestra de uñas de 21 años, que decidió su futura profesión cuando estaba en noveno grado, le gusta mostrar sus creaciones artísticas, en las que pega delicadas mariposas en las uñas o incluso las perfora con aros.
Cada clienta de Kukla tenía una historia de guerra.
La familia de Gulieva alguna vez tuvo su propio salón de belleza, en la orilla izquierda del río Dnieper.
En marzo de 2022, un cohete destruyó el salón, destrozando las ventanas panorámicas y arruinando gran parte de su equipo para el hidropeeling y el maquillaje permanente, recordó Gulieva.
Huyó a Alemania, junto con su madre, hermana y hermano.
Pero unos meses después, Gulieva regresó, en contra de los deseos de su madre, para estar cerca de su esposo, que se había unido al ejército en el frente.
Su madre y su hermana ahora trabajan en salones alemanes.
Los clientes a veces llaman a Kukla para preguntar sobre posibles cancelaciones debido a cortes de energía o ataques con misiles, pero eso rara vez sucede.
El 8 de julio, cuando los ataques con misiles mataron a más de 42 personas en toda Ucrania, la mayoría en la capital, Kiev, los trabajadores y empleados del salón se refugiaron en una estación de metro cercana.
“Cuando terminó el ataque aéreo, los clientes regresaron y las manicuristas continuaron con su trabajo”, dijo Todorova.
“Por lo que recuerdo, nadie canceló sus citas ese día”.
c.2024 The New York Times Company
