A raíz del conflicto bélico que viven Rusia y Ucrania desde hace años, multitud de países han decidido vetar sus servicios a los eurasiáticos. Entre ellos se encuentra Estados Unidos, la región norteamericana que, además, se ha convertido en una de las principales rivales de los rusos. Y, como consecuencia directa de ello, hemos tenido noticias como las sanciones a Kaspersky, el antivirus con origen en Rusia al que los americanos han echado el guante.
Sin embargo, la noticia de hoy no está relacionada con una sanción a Rusia, sino todo lo contrario. Como indica el portal TechSpot en una reciente publicación, Rusia planea gastar cerca de 650 millones de euros en los próximos cinco años con una única intención: reforzar su sistema de censura en internet. Así, el país presidido por Vladimir Putin perpetuará el control estricto que ya ejerce sobre los medios de comunicación. Sin embargo, planea llevarlo al siguiente nivel, ya que Rusia tiene planes de desconectar su red local de la infraestructura global si lo considera necesario.
Adquirirán nuevo hardware y desarrollarán software
Según señala la noticia original, la intención del Ministerio de Desarrollo Digital de Rusia es modernizar su infraestructura a través de la adquisición de nuevo hardware y el desarrollo de nuevo software. Desde el año 2019, los proveedores de internet en Rusia están obligados por ley a instalar equipos TSPU para controlar el tráfico de red. Y, en los próximos meses, la inversión propuesta por el gobierno ruso supondrá una mejora significativa para Roskomnadzor, el organismo que supervisa la censura en medios y telecomunicaciones que duplicará su presupuesto.
Así, el objetivo principal del sistema TSPU se centra en bloquear redes privadas virtuales (VPN), dado que los rusos las utilizan para acceder a medios independientes y a sitios webs internacionales. De esta forma, la modernización del TSPU podría aumentar la eficiencia del bloqueo de este tipo de opciones hasta un 96%. Aún así, figuras como Mazay Baznaev (fundador de Amnezia VPN) creen que los esfuerzos del gobierno no conseguirán disuadir a los usuarios y, por ello, seguirán encontrando formas de acceder a estos servicios.
