Hace unos años, lo habitual era que todos los domicilios tuvieran un cable de antena coaxial para ver la televisión. Con el paso del tiempo, la llegada de otras opciones como los servicios de streaming ha provocado que este tipo de accesos pierdan popularidad, razón por la que algunos hogares cuentan con entradas de este tipo en desuso. Sin embargo, debes saber que si tienes un cable de antena coaxial tienes un tesoro, ya que puedes reutilizar el mismo para crear una red Ethernet de alta velocidad.
Aunque la opción ideal es una red basada en cables Ethernet, los cables coaxiales pueden ser una buena alternativa cuando no es posible instalarlos y se busca una conexión más estable que el WiFi. Por ello, como indica el portal JeuxVideo en una reciente publicación, se pueden transformar los cables coaxiales en enlaces de red usando adaptadores coaxiales-Ethernet sin necesidad de hacer obras adicionales en casa. De hecho, puedes sacar partido a velocidades que van desde 100 Mbps o 1 Gbps o 2,5 Gbps siempre que compres el modelo adecuado.
Un adaptador ideal para múltiples dispositivos
Gracias a estos adaptadores, tienes la posibilidad de llevar el internet de alta velocidad a ordenadores, consolas de videojuegos, cámaras de seguridad u otros dispositivos que se encuentren en habitaciones alejadas sin tener que instalar nuevos cables. No obstante, es importante que el cable coaxial esté en buen estado y que exista una conexión directa entre los puntos que se quieran conectar. De hecho, los amplificadores o los repetidores pueden afectar al rendimiento. Así, si todo rinde bien, la instalación es de lo más sencilla: conecta el adaptador coaxial-Ethernet y despreocúpate de la configuración, ya que esta suele ser automática.
En cuánto a los factores que afectan al rendimiento, debes tener en cuenta que influyen aspectos como la calidad del cable, la distancia entre adaptadores o las interferencias electromagnéticas. Sea como fuere, si optas por un modelo que sea capaz de exprimir al máximo este tipo de conexión, podrás disfrutar de velocidades que llegan hasta 2,5 Gbps en el mejor de los casos. Sin duda, es una opción de lo más interesante para sacar partido a una vertiente que está empezando a entrar en desuso.
