“Ese sábado, nos despertamos a un país diferente, un país que no conocíamos, un país que era diferente. Era la misma bandera, la misma gente. Pero los lugares donde vivíamos ya no lo eran. Un niño que se ha ido, solo una foto y un marco. Estoy aquí y él está allí, pero no tengo otro lugar al que pueda ir”, decía un joven en la noche de este lunes en el Parque Hayarkon de Tel Aviv.
Su hermano, supo Clarín, fue tomado como rehén en el barbárico asalto de Hamas al territorio israelí en la mañana del 7 de octubre de 2023 en la que los combatientes del grupo fundamentalista palestino asesinaron a 1.200 personas al penetrar en comunidades del sur del país. De ahí se llevaron a unos 250 secuestrados a la Franja de Gaza, entre ellas su hermano.
Este lunes, en el Parque Hayarkon se pensaba reunir a 50.000 personas para recordar a las víctimas de la masacre de Hamas. Pero la situación de extrema inseguridad hizo que el acto, organizado por el Estado, se restringiera a su máxima expresión. Y además, muchos no quisieron asistir. Artistas locales y un inmenso sentido de la emoción hicieron revivir a este diario, invitado a la ceremonia -a la que se entraba con tickets y tenía mucho despliegue-, los tristes actos que en Argentina recuerdan el Holocausto o los atentados terroristas a la Amia y a la Embajada de Israel en Buenos Aires.
Heridas sin cerrar
Pero esta no es la única herida que enluta a los israelíes. Ocurre que pese a que el primer ministro Benjamin Netanyahu volvió a prometer que traería de regreso a los 101 rehenes de Hamas, que se estima que aún están en Gaza en manos de Hamas, vivos o muertos, el aniversario de la masacre no pudo unir a su Gobierno con los familiares. Estos hicieron ceremonias separadas y a ellas no asistió el premier.
«En este día, en este lugar, y en muchos lugares en nuestro país, recordamos a nuestros muertos, nuestros rehenes, a quienes estamos obligados a traer de vuelta, y a nuestros héroes caídos en defensa de la patria y de la nación. Sufrimos una terrible masacre hace un año», declaró Netanyahu en Jerusalén, donde visitó el monumento que rinde homenaje a 87 civiles y soldados de esa ciudad caídos desde el 7 de octubre. De todo el país murieron 728 soldados. «Hace un año sufrimos una masacre terrible y nos rebelamos como pueblo, como leones», sostuvo.
Netanyahu, entre tanto, enfrentó otra manifestación frente a su residencia en Jerusalén de un grupo de familiares de los rehenes que le reclaman un nuevo acuerdo -incluyendo un ceso de fuego- para traer a Israel a sus seres queridos todavía en Gaza y con paradero desconocido.
Mientras tanto, este lunes, en pleno aniversario, lo que queda de Hamas en Gaza, y de Hezbollah en el Líbano dispararon misiles a todo el territorio en Israel, que se sintieron incluso en Tel Aviv. Uno de ellos, no totalmente destruido por la batería antiaérea provocaron heridos.
El presidente Isaac Herzog, estuvo en Reim a las 6.29, hora del inicio del ataque de Hamas, por distintos puntos del sur del país. En Reim se levanta el playón donde se realizaba el Festival Nova de música electrónica aquel 7 de octubre de 2023 -que Clarín visitó el domingo- y donde los terroristas desataron una carnicería. Mataron a 364 jóvenes.
“El 7 de octubre de 2023 es un día que debería ser recordado en la infamia, cuando miles de terroristas crueles irrumpieron en nuestros hogares, violaron a nuestras familias, quemaron, descuartizaron, decapitaron y secuestraron a nuestros ciudadanos, nuestros hermanos y hermanas, y con ellos, a personas de 36 nacionalidades diferentes”, dijo el jefe de Estado en el sitio que recuerda a cada víctima con su foto, su nombre, flores y banderas amarillas.
Clarín estuvo también este lunes en la hoy conocida como “Plaza de los Secuestrados” en Tel Aviv. Ricardo Grichener, rosarino de nacimiento, y en Israel hace décadas, llevaba la foto de su sobrino Omer Wenkert, secuestrado por Hamas en Nova. Contó que corrió a uno de los tantos refugios que hay en el país para protegerse de los misiles cuando se iniciaba el primer ataque de Hamas. Lo único que se sabe de él fue el mensaje que le mandó a la mamá contándole donde estaba y que oían hombres a su alrededor hombres hablando en árabe. “Tengo miedo”, llegó a escribir.
Ricardo contó que se vieron imágenes de Omer en Gaza. Y preocupado contó que el muchacho tiene desde antes problemas de salud. “No tenemos tiempo. Necesitamos un deal (un acuerdo) para traer a todos los secuestrados a Israel. Y si hay ahora 50 vivos (ocurre que trascendió que sólo un 50 por ciento de los 101 sobreviven en la Franja) y si Omer está vivo, tienen que sacarlo ahora. Porque cada semana más rehenes mueren. Y no mueren porque quieren morir, sino porque los matan, les pegan un tiro en la cabeza. No tenemos tiempo. Omer va a volver vivo. Es inteligente, y tienen fuerza”, exclamó.
El único intercambio de rehenes y cese de fuego con Hamas tuvo lugar en noviembre del año pasado. Liberaron entonces a 58 secuestrados y los israelíes a 117 palestinos presos en cárceles israelíes.
Lo que le recriminan los familiares más duros a Netanyahu es -según pudo conversar con ellos Clarín– es que su prioridad siga siendo la guerra contra los enemigos de Israel. Los enfrentamientos al premier igual hoy son minoría porque el aniquilamiento de la cúpula de Hezbollah en el Líbano le dio a Netanyahu una popularidad y una fortaleza que se hizo añicos con el ataque de Hamas hace un año y porque su figura, y sus causas judiciales, generan hasta grieta. Hay sectores que buscan asociar las críticas «a la izquierda».
Pero la guerra contra las amenazas al país une a los israelíes aunque a todos los angustia la posibilidad de que sus seres amados no sobrevivan. Este lunes el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas confirmó que el joven Idan Shtivi, de 28 años, secuestrado en el festival musical Nova fue asesinado pero su “cuerpo sigue cautivo de Hamas”.