Los nuevos SoC de Intel para ordenadores de sobremesa llegan en un momento muy delicado para esta compañía. Su situación económica ha provocado que la cúpula directiva se vea obligada a despedir al 15% de los trabajadores. Y, para rizar aún más el rizo, sus dos últimas familias de chips para equipos de escritorio, los Intel Core de 13ª y 14ª generación, provocan problemas de inestabilidad en determinadas circunstancias. Intel ha publicado un nuevo microcódigo para corregirlo, pero es evidente que no se encuentra en su mejor momento de forma.
Sea como sea los auténticos protagonistas de este artículo son los SoC Intel Core Ultra 200S. Durante los últimos meses nos hemos referido a ellos por su nombre en código, ‘Arrow Lake’, pero en adelante los identificaremos por su denominación comercial. Como estamos a punto de descubrir, Intel ha escuchado a los usuarios. Y sabemos que lo ha hecho porque la microarquitectura de estos chips prioriza justo lo que muchos entusiastas pedíamos: optimiza el rendimiento por vatio reduciendo perceptiblemente el consumo, y, de paso, también la disipación de calor. Podemos estar seguros de que los Core Ultra 200S van a llamar la atención.
Con la búsqueda del mayor rendimiento por vatio como objetivo prioritario
La primera diapositiva en la que merece la pena que nos detengamos resume con mucha claridad qué nos proponen estos nuevos SoC. Al menos sobre el papel. Por un lado los ingenieros de Intel han introducido en la microarquitectura ‘Arrow Lake’ las innovaciones necesarias para reducir el consumo del chip hasta un 40% frente al modelo equiparable de la generación anterior. Y, además, su rendimiento en escenarios multihilo se ha incrementado un 15% y con juegos se mantiene presumiblemente intacto. Suena bien. Esperemos que las pruebas lo confirmen.
Los Core Ultra 200S trabajan con juegos a una temperatura 10 ºC más baja que los chips equiparables de la generación anterior
Por otro lado, los ingenieros de Intel han puesto a punto una lógica diseñada expresamente para lidiar con los algoritmos de inteligencia artificial (IA) bastante capaz. De nuevo, sobre el papel. Y los gráficos integrados, como veremos más adelante, también pintan bien. En cualquier caso, lo que probablemente más usuarios van a agradecer es que, según Intel, los Core Ultra 200S trabajan con juegos a una temperatura 10 ºC más baja que los chips equiparables de la generación anterior. Como todo lo demás, suena muy bien, pero tenemos que esperar hasta que lleguen las pruebas para comprobar si realmente están a la altura.
En la siguiente diapositiva Intel nos hace varias promesas. Varias promesas muy importantes. Por un lado nos asegura que los SoC Core Ultra 200S nos entregan el mismo rendimiento que los chips ‘Raptor Lake-S’ consumiendo la mitad de energía. Además, nos anticipa que el rendimiento de estos SoC en escenarios multihilo es extremadamente competitivo. Y, por último, nos garantiza que nuestra experiencia como usuarios será satisfactoria gracias, entre otras características, a la capacidad de lidiar con la IA de estos chips. Todo esto pinta muy bien, pero es crucial que las pruebas en escenarios de uso reales lo confirmen.
Aunque es algo que ya sabíamos, en estos chips la tecnología Hyper-Threading ha pasado a mejor vida. Y sorprende. Los núcleos de alto rendimiento de los SoC Core Ultra 200S solo pueden procesar en un instante determinado un único hilo de ejecución (thread). Eso sí, Intel nos asegura que la microarquitectura ‘Lion Cove’ de estos núcleos les permite incrementar el IPC (las instrucciones ejecutadas en cada ciclo de la señal de reloj) un 9% frente a los núcleos equiparables de la generación anterior. Algunas de las mejoras más interesantes que han introducido en esta microarquitectura son un predictor de bifurcaciones del código más «ancho» y un subsistema de caché L2 mejorado con una capacidad de 3 MB.
Los núcleos de alta eficiencia nos deparan incluso más sorpresas que los de alto rendimiento. Y es que, según Intel, su IPC es hasta un 32% más alto que el de los núcleos equiparables de la generación anterior. Curiosamente, esta compañía nos promete que la microarquitectura ‘Skymont’ coloca a estos núcleos de alta eficiencia en un nivel de rendimiento equiparable al de los núcleos de alta productividad. Un apunte interesante: todos ellos acceden a una memoria caché de nivel 2 compartida con una capacidad de 4 MB.
Los jugadores que decidan hacerse con un SoC de la familia Core Ultra 200S probablemente van a decantarse por utilizar una tarjeta gráfica dedicada. Aun así, la lógica gráfica que nos proponen estos chips no pinta nada mal. De hecho, está implementada sobre la arquitectura Xe-LPG, que deriva directamente de la utilizada por Intel en sus tarjetas gráficas dedicadas. La siguiente diapositiva resume sus características, pero merece la pena que no pasemos por alto que estos gráficos integrados tienen una potencia máxima de 8 TOPS, incorporan cuatro unidades para trazado de rayos y acceden a una caché de nivel 2 de 4 MB.
La NPU (Neural Processing Unit o Unidad de Procesamiento Neural) es el subsistema de los SoC Core Ultra 200S destinado a ejecutar los algoritmos de IA. En la siguiente diapositiva podemos ver que tiene una potencia máxima de 13 TOPS int8, mientras que la CPU alcanza los 15 TOPS y la GPU los 8 TOPS. La ventaja de la NPU es que su rendimiento por vatio sobre el papel es más alto que el que nos entregan tanto la CPU como, sobre todo, la GPU.
La NPU tiene una potencia máxima de 13 TOPS int8, mientras que la CPU alcanza los 15 TOPS y la GPU los 8 TOPS
Honestamente, los 36 TOPS máximos que nos prometen estos SoC no me impresionan lo más mínimo. Esperaba más en este ámbito, aunque posiblemente a medio plazo esta potencia será suficiente. Y una tarjeta gráfica dedicada puede sumar muchísimos TOPS. De hecho, como curiosidad, una GeForce RTX 4090 roza los 1.300 TOPS en tareas de inferencia de IA.
En la última diapositiva podemos ver algunas de las especificaciones de los SoC de la familia Core Ultra 200S. El número de núcleos (y threads) de estos chips oscila entre los 14 de los modelos Core Ultra 5 245KF y 245K y los 24 núcleos del Core Ultra 9 285K. Este último SoC incorpora 8 núcleos de alto rendimiento y 16 de alta eficiencia, así como 4 núcleos de GPU. Es capaz de alcanzar una frecuencia de reloj máxima de 5,7 GHz. Los nuevos SoC de Intel estarán disponibles a partir del próximo 24 de octubre, y no cabe duda de que cuando lleguen será interesantísimo comprobar si las promesas que nos ha hecho Intel se ajustan a la realidad. Y también cómo rinden estos chips frente a las últimas propuestas de AMD.