La Casa Blanca publicó este sábado un reporte médico que concluye que Kamala Harris posee a sus 59 años la «resiliencia física y mental necesaria» para desempeñarse como presidenta de Estados Unidos, en un intento por presionar a su rival republicano Donald Trump a hacer una publicación similar.
«La vicepresidenta Harris continúa con excelente salud», dijo su médico Joshua Simmons en el informe, y agregó que la también candidata demócrata a la presidencia «posee la resiliencia física y mental necesaria para desempeñar con éxito las funciones de la presidencia».
Según Simmons, los más recientes exámenes médicos de Harris, realizados en abril, no señalan nada «fuera de lo ordinario» y ella posee una «excelente salud». Harris reportó un solo tratamiento: una inmunoterapia con alérgenos durante tres años para reducir los síntomas de las alergias estacionales.
La vicepresidenta y candidata espera que con este examen médico se alimente el debate sobre las facultades de Trump, quien hasta ahora se ha negado a publicar cualquier información sobre su estado de salud a sus 78 años.
El ex presidente y ahora candidato republicano se negó a publicar sus registros médicos durante su primera campaña en 2016 y, a pesar de haber prometido varias veces darlos a conocer en esta carrera presidencial, aún no lo ha hecho.
Los detalles más completos que se conocen sobre la situación médica de Trump provienen de un informe de hace casi 7 años, de parte de su médico en ese momento que le realizó un examen físico. En ese informe, se supo que el magnate tenía el colesterol alto, sobrepeso y rosácea, una enfermedad benigna de la piel.
El peso de la salud en la campaña
La cuestión de la edad y las capacidades mentales empezó siendo un factor importante en esta campaña, hasta que el presidente demócrata Joe Biden, de 81 años, pasó la posta a Harris en julio tras un calamitoso debate contra el ex presidente republicano.
Desde entonces, la cuestión de las facultades físicas se ha abordado poco en los medios y no está teniendo una influencia en los sondeos muy ajustados entre Harris y Trump, pese a su diferencia de edad y a la tendencia de este último a pronunciar discursos plagados de digresiones.
Recientemente, el equipo de campaña de Harris se interesó por un artículo de The New York Times que señala que el ex presidente no ha publicado los resultados de ningún chequeo médico reciente.
Otro artículo del mismo diario analizaba sus discursos recientes, y llegaba a la conclusión de que se han vuelto más «largos», «confusos», «vulgares» y «obsesionados con el pasado».
El ex presidente mantiene una agenda fuerte de viajes y actos, pero no muestra ninguna fatiga comparable a la de Biden. Y, según los sondeos, su edad no es una cuestión importante para los votantes.
De acuerdo con una encuesta de Gallup publicada el 10 de octubre, el 41% de los electores consideran al republicano demasiado mayor para volver a ser presidente.
El porcentaje no ha cambiado mucho desde que Harris se convirtió en candidata a la presidencia del 5 de noviembre.
Según Gallup, en junio opinaba esto el 37% de los electores, mientras que dos tercios de los estadounidenses estimaban ya que Biden era demasiado viejo para seguir en la Casa Blanca.