No aguantaba estar sentado en el banco de suplentes. Los nervios consumían a Pedro del Piano y a sus compañeros. Algunos ya habían dejado la cancha y otros aún soñaban con entrar, aunque faltaran un puñado de giros del segundero para el cierre del partido. El reloj avanzaba hacia el minuto 38. En ese momento, ‘Pepo’ escuchó la indicación que esperaba: “Entrá”. El jugador número 21 de Champagnat saltó del banco y se metió en la cancha. No miró a nadie, no pensó en nada. Le avisó a Martín Graciarena que el cambio era por él y no apartó de los postes sus pensamientos. “Voy a tener una posibilidad. Lo sé. Voy a tener una y no voy a fallar”, se repetía hacia dentro.
Y tuvo la oportunidad, sobre la hora, sin tiempo para más. Los forwards, con una actitud avasallante, se lanzaron a presionar a San Luis, poseedor de la pelota. Éste la escondía y mediante el “pick and go” hacía correr el tiempo. San Luis especulaba y ‘Champa’ apretaba en busca de la infracción. La consiguió. Penal a unas 40 yardas del arco y casi de frente. La incertidumbre y la tensión se volvieron insoportables en la cancha 1 de La Plata: se definía el repechaje por el último cupo en el Top 14 de URBA.
Nadie respiraba hondo. El único sereno era el hombre sobre el cual se posaban todas las miradas. Toneladas debían pesarle los hombros debido a la responsabilidad. Pero Pepo ni se enteró. Como jugando en el patio de su casa, acomodó la pelota y, sin vacilaciones ni estridencias, la hizo pasar bien alta por el medio del arco. Ganó Champagnat, 18-16. Y volvió al torneo de elite del rugby de Buenos Aires.
-¡Qué momento para entrar y qué responsabilidad asumiste!
-Uff… Desde fuera lo viví con muchísimo nervio, durante todo el partido. Había más nerviosismo fuera que en la cancha. Estábamos todos como locos, no sabíamos a dónde ir. Por suerte, todos los que entramos estábamos preparados para aprovechar la oportunidad, fuera entrando al final o antes, daba lo mismo. Cada uno de nosotros sabía que a lo mejor no entraba, o que entraba por un minuto o cuarenta. Así que nos preparamos para el rato que fuese. Me tocó a mí, faltando dos o tres minutos y pude ponerle la frutilla al postre.
-¿Qué pensaste en el momento en que te dijeron que entraras?
-Sabía que era para hacer esto. Tenía bien claro que era para buscar el penal y patear. Ese era mi único objetivo. Apenas pisé la cancha ya estaba mirando a los palos. Sabía que iba a tener una oportunidad. Y bueno, se me dio. Y estoy agradecido.
-¿Tan confiado estabas? Era un momento decisivo: si acertabas, ascendían, y si no, se quedaban en la primera A.
-Estaba ciento por ciento confiado, olvidate. Creo que lo más importante para un pateador es la confianza. Y ese es un aspecto que laburamos mucho en el club. Así que estaba 10 puntos, no iba a fallar.
-Vos ya estuviste en el Top 12, en 2024, cuando tal vez pagaron el derecho de piso. ¿Qué implica volver y con esa experiencia?
-Muchísimo. Somos un grupo de jugadores que venimos juntos después de la pandemia, desde 2021. Con todas las restricciones que hubo en los planteles, laburamos un montón. Peleamos por el ascenso en 2023 y se nos dio, casi con los mismos jugadores de hoy. Después tuvimos la experiencia del año pasado en el Top 12, que no resultó como queríamos, y tuvimos que volver a la primera A. Entonces nos propusimos volver. Volver como fuera. Y por suerte lo conseguimos. Ahora contamos con un año de experiencia y aprendimos qué tenemos que mejorar para estar a la altura y dar la talla. Vamos a ir con todo.
-¿Cuál es la principal diferencia entre ambas categorías? ¿El ritmo? ¿La velocidad? ¿La preparación?
-Yo creo que al ritmo, la velocidad y la preparación los tenemos. Somos un equipo al que le gusta jugar, lo mostramos el año pasado. Me parece que nuestra mayor debilidad estuvo en las formaciones fijas, tanto el scrum como el line. Pero este año laburamos mucho en esos aspectos y mejoramos un montón en esas formaciones fijas. Vamos a estar a la altura de la categoría.
-Pero no desentonaron en el Top 12 en 2024. Por muy poco no se les dieron algunos triunfos. Le ganaron a Newman, empataron con Hindú, tuvieron ahí nomás al CASI…
-Sí, es verdad. Más allá del descenso tuvimos un año bueno, de buenos resultados. Sacamos varios bonus defensivos y algunas victorias se nos escaparon en el final. Pero lo importante es que ya tenemos la experiencia. Va a servirnos mucho para el año que viene.
-¿Les costó empezar este año, después de bajar del Top 12?
-Sí , nos costó un poco. Quizás nos costó adaptarnos a la categoría… Tuvimos varios cambios, de staff, del plan de juego, y eso nos costó. Pero al final de cuentas, el objetivo está cumplido. Más allá de haber terminado primeros, segundos o terceros. Es lo mismo. Hoy estamos felices por haber cumplido el objetivo.
-Cuando les tocó jugar el repechaje, ¿estaban confiados en ascender o lo veían complicado?
-Estábamos confiadísimos. En el club laburamos mucho la confianza. Nuestro primer rival era Pueyrredón y desde el día 1 nos enfocamos en él. Nos preparamos y fuimos con todo a ese partido. Y desde el lunes siguiente nos enfocamos en San Luis. Pensando en hacer lo que veníamos haciendo durante el año.
-Ahora los espera el clásico con Newman, que es el campeón. ¿Es una motivación extra?
-Ja, ja, ja… Es un lindo desafío. La verdad es que lo felicito, lo merecía más allá de algunos resultados adversos en los últimos años. Es muy lindo volver a cruzarse con Newman. En el 2024 jugamos dos veces y ganó una cada uno. Desde ahora esperamos con ansias ese partido.


