No parecía ser su noche. Por aquel gol dilapidado en el primer tiempo y porque era el principal candidato a dejar la cancha cuando Fernando Gago decidió mover el banco al inicio del segundo tiempo. Sin embargo, Miguel Merentiel tuvo su revancha personal y le dio a Boca su esperadísimo triunfo fuera de casa. Luego de seis meses sin victorias como visitante -la última había sido un 4-2 sobre Central Córdoba, el 19 de mayo pasado-, el Xeneize pudo romper la racha y venció 2-0 a Sarmiento de Junín, que llegó a tenerlo contra las cuerdas. Con la victoria, Boca escaló varias posiciones en la tabla anual y quedó a cinco puntos de la zona de clasificación a la Copa Libertadores 2025, el máximo objetivo para lo que resta de la temporada.
A pesar del convincente triunfo ante Godoy Cruz (4-1), que cortó la racha de cuatro partidos sin triunfos, Gago volvió a echar mano en el equipo y empleó su quinto esquema táctico en seis partidos dirigidos. Un 4-2-3-1 que viró por momentos a un 4-1-2-3, con un solo contención fijado (Belmonte) y Pol fluctuando detrás del 9, en dupla con Miguel Merentiel. Por afuera, Zeballos y Aguirre. Y de punta, Cavani, que bajaba a pivotar y arrastrar marcas. Pero el plan salió peor de lo esperado. Boca amontonó demasiada gente en ataque y desprotegió peligrosamente la última línea, que sufrió varios sofocones a lo largo de la primera mitad.
Necesitado de puntos para asegurar el pasaje a la Copa Libertadores, Gago aprovechó la visita al último equipo de la tabla general para poner en cancha un 11 ultraofensivo con cuatro delanteros en la cancha. Boca mostró buen trato de pelota en el inicio y contó con una chance clarísima en los pies de Merentiel, que desaprovechó un blooper de la defensa de Sarmiento y remató al cuerpo del arquero Acosta. Sin embargo, no pudo sostener el ritmo y mostró graves desacoples defensivos que pusieron en riesgo el arco custodiado por Brey.
Gago apostó al golpe por golpe y Boca estuvo varias veces al borde del nocaut. Es que el Verde salió rápidamente del asedio, ajustó las marcas en el medio y empezó a complicar a Boca con el buen manejo de Gaitán (tras el partido le obsequió su camiseta a Riquelme, con quien compartió plantel entre 2008 y 2010) y la velocidad de sus hombres de ataque.
Lo mejor del triunfo de Boca
El equipo de Junín mostró una mejor estructura de equipo en ese tramo y contó con no menos de cuatro situaciones de gol. Martín Funes, el DT interino de Sarmiento al que Marcelo Gallardo tentó más de una vez para coordinar el fútbol juvenil de River, cambió ataque por ataque y el Verde tuvo a Boca contra las cuerdas en el cierre de la primera etapa. Más: logró ponerse en ventaja, pero el tanto de Joaquín Gho fue anulado por un offside.
La jugada de la polémica se dio a los 43 minutos del primer tiempo. Gaitán desbordó a Saracchi, envió el centro pasado y Gho definió con clase para el 1-0 parcial. Pero el gol, llamativamente, no valió. A instancias del VAR, a cargo de Nicolás Lamolina, Leandro Rey Hilfer retrotrajo la jugada por un supuesto fuera de juego de Elías López, que, en posición adelantada, cortinó levemente al lateral uruguayo que buscaba acudir a la marca antes de que el exBenfica lanzara el envío aéreo. Si bien Saracchi pareciera detener ligeramente su marcha para esquivar al defensor, se trató de una jugada 100% de interpretación.
Improductivo con la pelota e inconexo en ofensiva, Boca honró aquel viejo axioma del fútbol que indica que acumular jugadores en ataque no significa necesariamente convertirse en un equipo ofensivo. Gago asumió el error y rearmó el equipo en el comienzo del segundo tiempo, con los ingresos de Miramón por Aguirre y Zenón en lugar de Zeballos. Dos volantes por dos puntas, con el partido 0 a 0. Para muestra sobra un botón.
Boca recuperó su fisonomía de equipo y se pareció mucho más al que goleó a Godoy Cruz en la Bombonera. Gago tuvo el mérito de sostener en cancha a Merentiel, el más flojo de la primera mitad, y el uruguayo devolvió la confianza con un gol de otro partido, tras un despeje fallido de Elías López. En el área, su hábitat natural, la Bestia no perdonó. Y Boca, con la ventaja, al fin pudo plasmar su superioridad. Zenón, de buen ingreso, manejó los hilos en la mitad y aportó pausa y volumen de juego. Y el propio volante, que volvía de su lesión, liquidó el asunto en el tiempo adicionado, segundos después de estrellar un remate en el palo.
Boca volvió a ganar dos partidos consecutivos después de tres meses y sumó un triunfo de oro mientras Gago intenta encontrarle el punto justo a un equipo que luce por momentos sin brújula. El Xeneize cumplió con su deber en Junín y ahora aprovechará el parate por la fecha FIFA para seguir ajustando las piezas de cara a las próximas finales que se vienen: Unión en la Bombonera y Vélez en Córdoba, por las semifinales de la Copa Argentina. La discusión por las formas quedará para más adelante.
