Alguna vez, Boca y Vélez definieron el pasaje a la zona de grupos de la Libertadores 2015 en un insólito partido en Mar del Plata que acabó con victoria por 1-0 a favor del conjunto de la Ribera. El Xeneize y el Fortín compartían la cima en la tabla general y el reglamento no especificaba a cuál de los dos equipos le correspondía el boleto a la etapa inicial del certamen: si corría la diferencia de gol -que favorecía a los de Liniers- o si debía jugarse un desempate. Tras varios idas y vueltas, la AFA decidió dirimir diferencias en la cancha y un zapatazo de Nicolás Colazo en el Minella dejó a los dirigidos por Miguel Russo sin siquiera un lugar en el repechaje. Casi diez años después, Boca y Vélez vuelven a enfrentarse este martes en otro partido cargado de condimentos y clave para determinar los puestos de clasificación a la Libertadores. Desde las 21.10, en Córdoba, van por la final de la Copa Argentina, donde espera desde octubre Central Córdoba de Santiago del Estero.
Si bien el Fortín ya aseguró su participación en la Libertadores de 2025 (sacó diez puntos de ventaja en la tabla de la temporada, con tres fechas por disputarse), una hipotética consagración ante el Ferroviario lo metería en la zona de grupos de la Copa sin depender de otros resultados. Boca, en cambio, escaló a zona de repechaje tras el empate con Huracán y precisa un triunfo contra Vélez para acrecentar sus chances de ingresar a la Libertadores.
Pese a la queja del Fortín, que pretendía jugar ante Boca en la fecha FIFA o, en el peor de los casos, en la provincia de Mendoza, donde el equipo de Gustavo Quinteros igualó este domingo con Godoy Cruz, AFA hizo caso omiso al pedido de la dirigencia velezana y el duelo tendrá lugar, finalmente, en medio de la definición del campeonato. Las prioridades están muy claras: mientras Vélez analiza preservar algunos jugadores para el partido del domingo ante Sarmiento, Fernando Gago cuidó a sus mejores hombres en la visita al Ducó y tirará toda la carne al asador en el duelo ante su exclub, el que lo trajo de vuelta a la Argentina allá por mediados de 2012 y donde cerró su etapa de futbolista a finales de 2020.
Con más de 50.000 personas en el estadio (30.000 de Boca, alrededor de 18.500 de Vélez y los invitados), será uno de los últimos partidos del año con hinchas de los dos equipos. Los del Xeneize agotaron las localidades en menos de dos horas, mientras que la Comisión Directiva del Fortín fletó varios micros con destino a Córdoba que estarán llegando a la Docta en las horas previas al inicio del partido.
Boca tuvo el martes su último entrenamiento en Ezeiza antes de viajar a Córdoba. Y aunque Gago ordenó una práctica de fútbol, las dudas en el equipo se mantendrán hasta la charla técnica. Hay ocho jugadores que tienen confirmado su lugar, y otros cinco que luchan por tres puestos: de Lautaro Blanco, Marcelo Saracchi y Frank Fabra saldrá el lateral por izquierda; Ignacio Miramón será titular en caso de que Kevin Zenón vaya como extremo por la derecha, pero podría quedarse afuera del 11 si el exUnión va de volante y arriba se suma alguno de los otros extremos: Brian Aguirre o Lucas Janson. Volverá a atajar Leandro Brey, y Edinson Cavani, autor del 1-0 ante el Fortín en la quinta fecha de la Liga Profesional, se mantendría en la delantera a pesar de sus pálidos 60 minutos contra el Globo. El uruguayo anotó dos goles (a Riestra y Godoy Cruz) en 11 encuentros, pero tendría una nueva oportunidad ante Vélez, teniendo en cuenta su experiencia y sus buenas apariciones en partidos decisivos.
Quien regresa a los concentrados es Miguel Merentiel, que ocuparía un lugar en el banco, mientras que Gary Medel quedó fuera de la convocatoria, pese a estar suspendido por el torneo local por haber llegado a las cinco amarillas.
En la vereda de enfrente, Quinteros analiza realizar entre dos o tres variantes teniendo en cuenta la seguidilla de partidos en el sprint final del campeonato. Emanuel Mammana se recuperó en tiempo récord de una fractura en el hombro izquierdo y pidió jugar sí o sí, aunque espera el OK del entrenador. Además, Jalil Elías podría ingresar por Christian Ordoñez y Matías Pellegrini por Francisco Pizzini.
Para Boca y Vélez será una final anticipada. Porque un triunfo los deposita en el encuentro decisivo ante Central Córdoba y en la antesala de lo que puede ser una despedida de año a lo grande. Un partido sin mañana para saborear una nueva copa y empezar a pensar en las que vienen.
