En el Estadio Nacional de Santiago, Bolivia se anotó este jueves un triunfo histórico: superó por 2-1 a Chile, ganó por primera vez como visitante por Eliminatorias después de 31 años, y lo hizo a pesar de una jugada controvertida que derivó en el gol chileno. La derrota en casa prolongó el mal momento de la Roja, que quedó penúltima en la ruta hacia el próximo Mundial, apenas por delante de Perú, y a cuatro puntos de Bolivia, que con los dos triunfos de esta serie -había goleado por 4-0 a Venezuela el jueves pasado- se subió al séptimo puesto y se queda, por ahora, con el ingreso al repechaje.
Eso sí: el partido tuvo una jugada puntual que abrió el debate. Cerca de los 40 minutos, Bolivia tenía un tiro libre en defensa. Marcelo Suárez, cerca de la media cancha, jugó hacia atrás para el arquero Carlos Lampe. El ex Boca, cuando quiso patear el balón, resbaló, se lesionó y cayó al piso; Eduardo Vargas, delantero de Chile, se llevó la pelota sin resistencia y anotó debajo del arco el 1-1 parcial. Esto fue considerado por el equipo boliviano como una acción en la que no hubo fair play de parte de Chile, lo que generó una trifulca entre ambos equipos. El árbitro paraguayo Juan Benítez lo resolvió con una amarilla por lado.
El gol, claro está, fue válido, pero del lado visitante se entendió que Vargas no debería haber aprovechado el infortunio de Lampe, que debió salir del campo de juego; las primeras informaciones refieren a una rotura del tendón de Aquiles, que podría dejarlo muchos meses fuera de las canchas al experimentado arquero de 37 años.
Además, Bolivia consiguió un triunfo de carácter épico y se llevó tres puntos que pueden valer mucho cuando se acerquen las jornadas decisivas. Por primera vez ganó en Chile por eliminatorias, festejó fuera de casa después de 31 años (el anterior había sido un 7-1 sobre Venezuela, en 1993) y además terminó con una racha de 67 partidos sin festejos fuera de casa. Un triunfo más que valioso para el equipo dirigido por Oscar Villegas.
Aunque los locales mostraron voluntad de ataque desde el arranque del partido, el equipo visitante abrió el marcador cuando iban 12 minutos en el Estadio Nacional. Carmelo Algarañaz, delantero que juega en la segunda división del fútbol de Grecia, anotó el gol que silenció a los pocos hinchas chilenos -no hubo más de 20.000 espectadores- que llegaron al mayor recinto deportivo del país.
Chile empató a los 38 minutos a través de Eduardo Vargas, en la controvertida acción por la lesión de Lampe. Pero pocos minutos después, ya en tiempo de descuento, Miguel Terceros aprovechó un error defensivo chileno y selló la victoria para los visitantes, pese a que la Roja creó varias situaciones de peligro en el segundo tiempo.