Franco Colapinto no podía disimular la bronca por un punto perdido que hubiese cerrado como un broche de oro su mejor producción, por manejo y resultado, a bordo de un Alpine. Se cuidó mucho de agitar el avispero o de ponerse en víctima. “Creo que era muy fácil hacerme sumar un punto hoy, por lo menos, y… Nada, siento que fue un poco… que estuvimos mal en no haberlo sumado, porque era… No había que esforzarse mucho, hubiera sido bastante fácil, creo”.
El piloto argentino se refería claramente a una maniobra de su compañero Pierre Gasly, que le había obstaculizado innecesariamente en la vuelta 71 de la carrera y hecho perder tiempo, teniendo que resignarse a acabar 11º, después de haber arrancado desde la 16ª posición. Había luchado como un león para recibir poco premio mientras, en la galaxia delantera, Oscar Piastri (McLaren) lograba otra victoria estratégica para sus posibilidades de ser campeón. Su compañero Lando Norris tenía que abandonar, dejando la segunda posición a un siempre eficaz y audaz Max Verstappen, que bien aprovechó los coches de seguridad.
Estas interrupciones de la acción a toda velocidad influyeron claramente sobre la suerte de Colapinto. En la vuelta 70, tras relanzarse la carrera después del tercer coche de seguridad debido a la rotura de motor de Norris, Franco, que había montado neumáticos blandos, llegó a espaldas de Gasly, que se arrastraba con neumáticos duros con más de 40 vueltas.
Así en caliente, desde su punto de vista, Franco tenía razón: le sabía a poco esa undécima posición porque, de haberle dejado pasar más fácilmente Gasly (que le retrasó en dos segundos), muy probablemente habría podido alcanzar y superar al décimo ubicado, Esteban Ocon (Haas). Era evidente al final la superioridad de su calzado con banda roja, hasta tres segundos más rápido que los de Gasly y el mismo Ocon. La de Países Bajos ha sido de lejos la mejor carrera que le ha brindado Colapinto a Alpine, como queriendo desvirtuar las que hoy parecen inapropiadas críticas de su septuagenario jefe de equipo Flavio Briatore el viernes, cuando dijo que el argentino no le había dado lo que esperaba.
En Zandvoort, Colapinto hizo más que dar. Impresionó por su ritmo y por sus maniobras de adelantamiento -por ejemplo la que culminó sobre el Kick Sauber de Nico Hülkenberg-. Ritmo, decisión, paciencia, confiabilidad y disciplina, todo esto mostró que puede dar el argentino.
Cuando el egoísta Gasly y él coincidieron en el ecuador de la carrera con neumáticos duros, Colapinto estuvo en el ritmo del francés y le superó varias veces en los tiempos marcados. En una carrera que tuvo tres períodos de safety car, Franco, que había avanzado hasta la 13ª posición, cayó momentáneamente hasta la 17º porque, aparentemente de manera prematura, Alpine le hizo abandonar los duros mucho antes de que decayeran para montarle calzado medio y dejando a Gasly con los duros.
Parecía algo muy contraproducente para los intereses de Franco, pero era evidente que Alpine apostaba, como al principio de la carrera, a dos estrategias diferentes. ¿Con cuál de ambos iba a acertar? El francés avanzó entonces, sin detenerse durante el carrusel de cambio de neumáticos por los dos safety car siguientes, hasta la octava posición, y giraba 10º, con Franco 14º, cuando en la vuelta 65 se rompía el McLaren de Lando Norris. Iba a entrar a pista el último de los coches de seguridad. En ese momento, Pierre estaba en un tren que por delante incluía a Esteban Ocon, Yuki Tsunoda y Fernando Alonso.
Fue entonces que le pusieron los blandos a Franco y desde el relanzamiento atacó con todo. Adelantó con maestría a Hülkenberg y en la vuelta 70 se encontró de repente a espaldas de Gasly. Los neumáticos duros habían desfallecido y no se había hecho evidente durante las 3 vueltas del safety car, pero dejaron sin defensa al francés en cuanto se aceleró de nuevo. Tsunoda y Ocon pasaban a Pierre. Y en esa misma vuelta cuando Franco lo atacó, le obstaculizó un poco. Perdió dos segundos el argentino y acababa en la ronda 72 a medio segundo de Ocon en la 10ª posición.
Por eso decía, entre otros conceptos: “No nos ayudamos nada entre nosotros; pudimos haber hecho las cosas un poco mejor”. Mensaje dirigido a Gasly. Todo había sucedido muy rápido después de ese relanzamiento.
Podría argumentarse que el equipo tardó demasiado en dar la orden de ceder a Pierre. LA NACION recibió esta versión de una fuente interna de Alpine sobre el episodio explicando que no hubo tardanza. “El safety car entró a boxes en la vuelta 70. En esa misma vuelta, llegando los coches a las curvas 10 y 11, se dio la orden a Pierre de dejar adelantar a Franco en la curva 1 siguiente. Y así se hizo ya comenzando la ronda 71 en esa curva 1. Para cada carrera el equipo establece un punto del circuito que sea seguro para llevar a cabo las órdenes. Para la carrera de hoy se había designado la curva 1 y ambos pilotos actuaron de acuerdo a lo acordado”.
Ese sería el punto de vista del equipo que no menciona lo que se vio en televisión: antes de llegar al momento del sobrepaso, Pierre amagó con cerrarse sobre la trazada de Colapinto cuando este aceleraba antes y con más fuerza completando la vuelta.
Es posible que se piense que Colapinto fue “víctima”. Si así fuera, también lo fue el equipo porque perdió posiblemente un valioso punto. El argentino podría haber atacado a Esteban Ocon (Haas), quien también desfallecía pero, pasarlo podría haber sido otra cuestión.
Y por otra parte, en cuanto a la estrategia elegida para Gasly, es evidente que no fue la acertada. La misma fuente allegada al equipo afirmó que hubo una mini reunión inmediata cuando ambos pilotos regresaron al hospitality desde la zona de entrevistas y ahí se aclaró la situación y que no hubo animadversión alguna entre Colapinto y Gasly. En todo caso, si Franco cree que Pierre exageró con su inoportuna defensa, ya sabrá él a qué atenerse en el futuro.
¿Habrá dentro de poco más fotos de ambos juntos probándose trajes de smoking y tomando mate? Si se enfoca todo en el papel de víctima del argentino, ¿qué queda de todo lo positivo que hizo, del valor, de lo que es capaz de hacer, ahora más que evidente para los críticos? Ya se habían visto claras señales en Bélgica, Hungría y en la clasificación el sábado en Zandvoort.
Ahora queda claro que hay un punto de inflexión.
Por momentos, parecía el Franco Colapinto que, con el Williams, asombraba el año pasado con una ejecución de carrera brillante en Austin. Había adelantado a Gasly en los primeros compases de la carrera porque le habían hecho comenzar con calzado blando (estrategia bastante discutible para un coche que iba a estar muy cargado de combustible) y a Gasly con medios. En cuanto avanzaran las vueltas, los neumáticos medios del francés debían rendir mejor. Esto comenzaba a ser evidente desde la vuelta 12. En la vuelta 15 llegó la orden desde el muro de boxes dirigida a Franco: “Swap positions”, cambien posiciones.
Fue después de la vuelta 24 cuando ambos coincidieron con las gomas duras y se notó una muestra clara de la fortaleza del argentino en carrera. Había un tren de cinco coches, todos con posibilidad de utilizar DRS que no podían adelantarse. Luchaban Gasly, Colapinto, Bortoleto y Hülkenberg y Franco rodaba perfecto. Cuidando sus neumáticos, Colapinto se mostraba a la altura e incluso por momentos superior a estos rivales.
Al final, en el corralito, Franco tuvo la oportunidad de quedarse con aspectos positivos: “Sí, fue un buen fin de semana, creo que estoy más consistente con el auto, estoy más… Un poco más cómodo, y con eso sí, estoy contento”. Gasly pareció desentenderse de las quejas del argentino: “La primera vez [que Colapinto lo pasó] tuve un problema en la última curva y casi me voy contra el muro, así que tuve una mala salida de ahí. Y luego al final, sí, yo ya no tenía neumáticos, así que estuvo completamente bien dejarlo pasar”.
Lo importante es que esa sensación de satisfacción comience a anidar en la mente de quien dentro de no mucho tiempo tendrá que decidir si sigue o no en Alpine y en la Fórmula 1. Parece que después de lavar algunos trapitos del equipo al sol del viernes, Flavio Briatore comienza a revisar sus ideas.
Aprobó lo hecho por Colapinto: “Comenzando desde fuera de los puntos, tomamos algunos riesgos a lo largo de la carrera para tratar de maximizar nuestras posibilidades de puntuar. Franco condujo una carrera muy buena, probablemente su mejor actuación de la temporada hasta ahora. Con Pierre, con las herramientas que tenía, fue un desafío para él contener a los autos con neumáticos más frescos. Ambos pilotos presionaron fuerte, dieron todo de sí, y jugaron como equipo, intercambiando posiciones en la Curva 1 cuando se les pidió. Seguiremos intentando en cada carrera maximizar nuestro resultado final con el paquete que tenemos”.
Este paquete, con un motor y recuperación de energía deficientes, poco se podrá defender el próximo domingo en Monza. Tocará poner buena cara a las dificultades.