BUDAPEST.- No fueron buenas sensaciones. Una vez más. Franco Colapinto arrancó su última escala antes de la pausa del verano de la Fórmula 1 en un trazado que ya había recorrido en otras categorías, pero en donde no circuló para el Gran Circo. En su octava prueba con Alpine, el argentino concluyó 18° en la práctica 1 y finalizó 20° en la FP2, pensando en el Gran Premio de Hungría. Van catorce fechas de una temporada que es encabezada por Oscar Piastri (McLaren), seguido a 16 puntos por Lando Norris, su compañero en la escudería de Woking.
El bonaerense de 22 años habló luego de un rendimiento que claramente, no le convenció a él ni tampoco puertas adentro a la escudería francesa: “No encontramos el grip en general y… no sé, nos está costando mucho acá en Hungría. Hay que entender el porqué y trabajar duro durante la noche para estar más fuerte para mañana. Claramente estamos bastante lejos y hay mucho por mejorar. Probamos los dos cambios, que quizás no funcionaron bien, intentamos diferentes caminos y direcciones que hay que evaluar hoy a la noche y decidir para mañana. Pero fue un día complicado, estamos muy lejos en general y es un poco difícil entender el por qué”.
Colapinto, que hizo 29 giros en cada una de las dos sesiones, agregó: “Siempre que empieza la sesión estoy adelante, me adapto enseguida y estamos rápidos, pero después los otros mejoran y nosotros no, eso es lo que nos está costando: el hecho de salir rápido y que después nos caemos y no mejoramos”.
El jueves, una fuente muy cercana a Alpine había contado el panorama interno que se vive en la escudería: “Me da la impresión de que en el equipo son conscientes de los temas que preocupan a sus dos pilotos y asumen que el A525 tiene el nerviosismo y la reacción impredecible que ellos señalan. Reconocen que el mayor problema está en la poca confianza que transmite el chasis en las curvas largas. No solo Colapinto; también Pierre ha sufrido salidas de pista cuando se ha comprometido jugando con el límite en esas curvas. Dos ejemplos son el espectacular trompo de Pierre en la curva Copse, de Silverstone, el viernes del Gran Premio y la salida a la leca de Franco en la Q1, el sábado.
La misma persona, conocedora de la situación, se sumergió en temas técnicos que explican el rendimiento de los autos producidos en Enstone, últimos en el campeonato. “Se habla en general de dos fenómenos que afectan a los actuales coches de Fórmula 1, incluidos los Alpine, muy duros de suspensiones. Algunos tienen ventanas de funcionamiento ideal bastante estrechas, pero hay coches que son más manejables, más progresivos en sus reacciones. Y a veces son introducidas actualizaciones que resultan un fiasco, que transforman un chasis muy manejable en otro casi indomable. Además, los neumáticos Pirelli blandos pasan muy rápidamente de una condición de adherencia a una falta abrupta de ella”, analizó.