Con el cuerpo en Avellaneda y la mente en Río de Janeiro. Así se presentaba para Racing el partido con Aldosivi, que en contrapartida asumía su visita a Avellaneda como un duelo crucial en su anhelo de mantener la categoría. Ante el inminente cruce con Flamengo, frente al que el miércoles abrirá la serie de las semifinales de la Copa Libertadores, la Academia reservó a la base de sus habituales titulares, pero logró un valioso 1-0 para quedar en zona de clasificación a los playoffs del Clausura, con gol de Luciano Vietto, de penal.
En la previa, Gustavo Costas apeló a la lógica. El técnico entiende más que nadie que el mayor propósito por estos días es intentar llegar a la final de la Libertadores luego de 58 años. Por eso, en plena ola de lesiones importantísimas, preservó a varios de los jugadores insustituibles mientras aguarda por la recuperación de aquellos que padecen distintos inconvenientes físicos.
En la victoria contra Banfield había perdido a Gabriel Rojas (por un desgarro en el bíceps femoral derecho). En el empate con Independiente Rivadavia, dos jornadas atrás, se quedó sin Franco Pardo (descartado para la serie de semis por un desgarro de grado 3 con desprendimiento en el aductor izquierdo), mientras que en la derrota con River (el 2 de octubre, por la Copa Argentina) tuvo por última vez desde el inicio a Santiago Sosa y Adrián Martínez, quien pidió sumar minutos y entró en los últimos 20 frente al Tiburón.
“‘¿Llega Rojas?’, ‘¿Cómo están Sosa y Nardoni para el miércoles?’ ‘Flamengo goleó al Botafogo’, ‘¿ellos pondrán todo contra Palmeiras por el torneo?’”, eran algunos de los disparadores de las charlas de distintos grupos de hinchas de la Academia en las inmediaciones del Cilindro, donde la brújula también se orientó hacia lo que ocurrirá en Brasil, el miércoles a las 21.30.
En esa combinación de expectativa copera y el riesgo latente de más bajas, el entrenador sorprendió al dejar entre los once iniciales a Facundo Cambeses, quien el miércoles había regresado de su debut con la selección nacional, cuando reemplazó a Emiliano Martínez en los 15 minutos finales del 6-0 a Puerto Rico. Sin Gabriel Arias, por un esguince acromioclavicular derecho en la victoria ante el Taladro, fue el juvenil Francisco Gómez quien esperó entre los relevos.
Para Aldosivi, que está en zona de descenso, la rotación académica se presentaba como una chance a buscar dar el golpe en Avellaneda, donde además a Racing le costó hacerse fuerte durante este certamen (sólo le había ganado a San Lorenzo). Por eso el equipo de Guillermo Farré salió a plantarse lejos de su arquero, Jorge Carranza, que en la primera media hora apenas había sido exigido por un remate de Luciano Vietto.
Las malas salidas de Racing le daban aproximaciones a la vista, cuya falta de jerarquía quedó expuesta en la mala toma de decisiones para finalizar acciones prometedoras. Cuando a la Academia le costaba atravesar el orden rival, una clara mano de Fernando Román, quien extendió el codo para evitar que un remate de Marco Di Césare llegara al arco, concluyó con penal para Racing. Después de un par de minutos en el VAR, Sebastián Zunino cobró la pena máxima que aprovechó Luciano Vietto: con una pincelada de su exquisita técnica, picó la pelota y dejó desparramado a Carranza para el 1-0. Después del partido el delantero reconoció que Costas le reconoció que sufrió, que lo había asustado bastante con la forma en la que ejecutó el remate. “Me dijo que le puse los h… en la garganta”.
Más allá de estar en ventaja, Racing no controlaba el trámite del partido. Y Vietto, de gran definición, intercalaba destellos de talento y malas entregas que originaban transiciones rápidas de Aldosivi, que reincidía en su impericia para intentar vulnerar a Cambeses, que acumuló su quinta valla invicta consecutiva en el Clausura (sólo recibió un gol en los últimos ocho partidos que atajó para la Academia). Para confirmar su gran momento, el arquero tuvo una atajada impresionante en el complemento, cuando un cabezazo de Tobías Cervera –en la puerta del área menor- tenía destino de red.
Justamente en la segunda parte de vio lo mejor de Racing, que sufrió innecesariamente en los últimos minutos por no haber liquidado la historia antes. La mejora en el juego del equipo de Costas coincidió con los minutos más prósperos del paraguayo Richard Sánchez, quien distribuyó la pelota de manera atinada y participó mucho más de la construcción ofensiva.
Adrián Balboa falló una chance increíble luego de dejar el camino al arquero, pero su toque hacia el arco fue desviado sobre la línea por un defensor de Aldosivi. Antes, Ramiro Degregorio había dilapidado un mano a mano porque su zurdazo se fue apenas al lado del palo de Carranza, quien sobre el cierre taparía una mala definición de Maravilla Martínez, quien se apuró y le pegó mordido desde afuera del área en un contraataque.
“¡Hay que ganar la Copa Libertadores!”, bramó el público en distintos momentos del partido, a tono con la ilusión que tiene a Costas como bandera del plantel que dirige. El árbitro Zunino debió expulsar a Duván Vergara por un planchazo, pero sólo amonestó al colombiano, cuyos 20 minutos en la cancha dejaron en evidencia los motivos que lo llevan a perder terreno de cara a una final como la que afrontará Racing en Brasil.
La Academia ganó y trepó en el Clausura, pero ahora se enfoca totalmente en aquello que le quita el sueño desde hace mucho tiempo: la Libertadores.