Novak Djokovic cumplió 38 años en mayo. Es el último eslabón de la era dorada construida por el Big 3. Su cuerpo sigue siendo un privilegio, pero ya no funciona como antes y las derrotas en momentos cruciales ante los estrellas más jóvenes, Jannik Sinner (N° 1; 24 años) y Carlos Alcaraz (N° 2; 22) son un ejemplo objetivo. Nole jugó el US Open por primera vez hace dos décadas, en 2005; esta noche, desde las 20 de la Argentina (una hora menos en Nueva York), abrirá una nueva participación, midiéndose con el local Learner Tien (48°), de 19 años.
El legendario serbio alcanzó las semifinales en los tres Grand Slams de la temporada: en Australia perdió con el alemán Alexander Zverev y cayó ante Sinner en el polvo de ladrillo de París y en el césped de Londres. Este año como séptimo preclasificado en Flushing Meadows, ostenta el récord histórico masculino con 24 títulos de Grand Slams y, desde hoy, buscará convertirse en el primer jugador en ganar 25 trofeos individuales de majors, superando a la australiana Margaret Court, que tiene 24 (11 en la Era Abierta). Pero la tarea es espinosa. Cada actuación de Nole puede ser la última y así lo viven los amantes del tenis.
Las prioridades actuales de Djokovic son distintas. Su familia, ante todo. Arribó al US Open sin preparación previa en torneos sobre superficie dura. De hecho, su último encuentro oficial fue en las semifinales de Wimbledon, el 11 de julio. Desde entonces, más allá de los entrenamientos, disfrutó del tiempo en familia, en el verano europeo, en Montenegro y Mykonos. “Puedo estar ‘frío’ en cuanto a partidos, partidos oficiales. Obviamente, no he jugado ningún partido desde Wimbledon. Así que es el término correcto en cierto sentido, pero he entrenado mucho en las últimas tres o cuatro semanas. Decidí no jugar [en Canadá y Cincinnati] porque quería pasar más tiempo con mi familia. Y, siendo sincero, creo que me he ganado el derecho y tengo el lujo de elegir dónde quiero ir y a qué quiero jugar. Para ser sincero, ya no disfruto de los torneos Masters 1000 de dos semanas. Son demasiado largos. Me centro principalmente en los Grand Slams, ya lo he dicho antes», sentenció Djokovic durante una rueda de prensa.
Stefan y Tara, los hijos de Novak y Jelena Ristic, esta vez no estarán en Nueva York, ya que empezaron las clases. Y eso, de cierta manera, pone triste a Djokovic, que se perderá el cumpleaños de su hija si avanza a la segunda semana del torneo neoyorquino. “Ya no le doy prioridad a la agenda apretada como antes. Ya no busco el ranking, ni ganar puntos, ni defender, etc. Simplemente ya no pienso en ello. Para mí, lo importante es dónde encuentro motivación y alegría. ¿Dónde me inspiraré para jugar el mejor tenis? ¿Y dónde me interesa realmente estar y jugar? Y los Grand Slams son, obviamente, los cuatro torneos principales donde siempre siento más motivación. Luego están los otros torneos aquí y allá… Para ser sincero, no tengo ningún calendario aparte de los Grand Slams», describió Djokovic, que en mayo ganó su título N° 100 (en Ginebra).
Y prosiguió: “Me gusta sentir en el momento qué quiero hacer y cómo quiero equilibrar las cosas con otras prioridades en la vida. La familia es, por supuesto, la principal, y estar presente en las fechas importantes. Y hablando de eso, me voy a perder, quizás el cumpleaños de mi hija. Es el 2 de septiembre, así que si me va bien, sigo aquí. Pero ese tipo de cosas son las que realmente no quiero perderme. Así que, a nivel personal, para mí es importante estar presente, para la gente que me ha apoyado durante todos estos años jugando al tenis”.
Muchos focos neoyorquinos le apuntan a Sinner y Alcaraz, pero Djokovic es un contundente centro de atención. Durante la semana agitó el mundo del béisbol, concretamente en el Yankee Stadium. Fue el protagonista de la ceremonia inaugural del encuentro entre los New York Yankees y los Boston Red Sox. Nole saludó a la estrella de los Yankees, Aaron Judge, All-star en siete oportunidades y dos veces ganador del MVP de la liga norteamericana; el serbio le obsequió una raqueta y Judge le entregó un bate de béisbol firmado.
Nole ostenta un registro de 90 triunfos y 14 derrotas en el Abierto de los Estados Unidos, un récord de victorias sólo superado por Jimmy Connors (98), y buscará igualar la marca de Jimbo de cinco títulos de Flushing Meadows (Roger Federer y Pete Sampras también tienen cinco). Novak fue campeón en 2011, 2015, 2018 (derrotando a Juan Martín del Potro) y 2023. El serbio nunca perdió en Nueva York antes de la tercera ronda (registro de 35-0 en las dos primeras rondas). Este domingo comenzará una nueva historia. ¿La última en el US Open…?