Se está complicando la vida Emiliano Martínez con los córners que caen en el área chica, una zona que debería ser de su dominio y control, como lo marcan los manuales de los arqueros y se desprende de su imponente personalidad para no dejarse atropellar. El sábado sufrió contra Chelsea, cuando entre Enzo Fernández y João Pedro lo molestaron en un tiro de esquina que terminó en gol del equipo de Londres. Luego, en el segundo tiempo, en una gran remontada, Aston Villa dio vuelta la historia, se impuso 2-1 y la falla del arquero de la selección argentina quedó subsanada.
Dibu volvió este martes a Londres, en este caso al Emirates Stadium, en un partido doblemente especial para el marplatense: frente al puntero Arsenal, que además es su ex club. Tras un primer tiempo sin mayores contratiempos, con buen timing para salir a cortar un tiro libre en forma de centro, el encuentro derivó en un calvario para Dibu en la segunda etapa. Fue una dura derrota por 4-1, que además de impedir el salto al primer puesto le significó a Aston Villa la primera caída tras 11 victorias consecutivas, entre la Premier y la Europa League.
La debacle de Aston Villa, que en los primeros 45 minutos había impuesto su método de presión en campo propio y contraataque, comenzó con un grueso error de Dibu en un córner desde la derecha ejecutado por Saka. Inseguro y dubitativo, el argentino, a centímetros de la línea del arco, dio un par de pasos y quiso atrapar el centro, la pelota se le escurrió y dio en el zaguero central Gabriel Magalhães para el 1-0. El brasileño fue con el brazo en alto y llegó a tocar a Dibu, que cayó y amagó con pedir infracción. No dio la sensación de que fuera foul, más aun teniendo en cuenta la exuberancia física que suele imponer el arquero en el contacto cuerpo a cuerpo. Iban dos minutos y el desarrollo dio un vuelco terrible a favor de Arsenal, mientras a Dibu le revolotearon los fantasmas que ya había padecido tres días atrás.
Aston Villa empezó a llegar tarde a la presión y los volantes locales, Zubimendi, Merino y Odegaard, tomaron las riendas. La desintegración del conjunto de Unai Emery incluyó el enorme hueco que dejaron los centrales Konsa y Lindelöf para que Zubimendi condujera con comodidad y definiera junto a un poste. Nada que hacer para Dibu en el 0-2, pero las vacilaciones lo volvieron a asaltar en otros dos córners cerrados, que evidentemente los rivales ya tienen estudiado que a Aston Villa le duelen mucho. Y más a Dibu, poco ayudado por sus compañeros, que deberían sacarle a los contrarios que van a encimarlo en esos espacios reducidos.
Además, Arsenal le dedica trabajo y preparación a los córners a favor: este año convirtió 17 goles por esa vía, más que cualquier otro equipo de la Premier. Dibu, en medio de una muchedumbre entre rivales y compañeros, se quedó dos veces más a mitad de camino, a expensas de rebotes y del destino que tuviera una pelota suelta.
Lo más destacado de Arsenal 4 – Aston Villa 1
Se salvó Dibu en esos dos córners, pero Arsenal ya había encontrado más de una manera para hacerle daño. Se sucedían las combinaciones locales, muy cómodos en el intercambio de posiciones entre mediocampistas y delanteros. El belga Trossard y el brasileño Gabriel Jesús, que es recambio ofensivo en el plantel de Arteta, llevaron la victoria a goleada con precisas definiciones.
Dibu apenas si pudo desviar un remate de media distancia de Odegaard. La decepción no le cabía en el rostro. Ganador como es, la derrota era un golpazo porque lo exponía en sus debilidades.
Arsenal fue el club de entrada de Dibu Martínez a Inglaterra cuando tenía 18 años, pero en Aston Villa, a partir de septiembre de 2020, es donde su carrera se consolidó y consiguió una proyección que lo llevó a la selección argentina. Siempre es especial para el arquero enfrentar a un Arsenal que vio en él a una promesa a la que nunca terminó de respaldar, como lo prueban las cuatro cesiones a préstamo dentro del fútbol inglés -también hubo una a Getafe-, hasta que hace cinco años y medio lo transfirió en 17,4 millones de euros a los Villanos.
En el mercado de pases de mediados de este año, Dibu hizo fuerza para pasar a Manchester United, que nunca terminó de hacer una oferta concreta por su pase; propuso un préstamo que fue desestimado. Martínez consideraba que había cumplido un ciclo en el equipo de Birmingham, pero en su permanencia encontró una motivación quizá un tanto impensada, como lo es disputar los primeros puestos de la Premier League, con tres equipos que llegaban a esta fecha apretados en tres puntos.
Llegaba entonado a Londres, era la oportunidad para un buen cierre de año, pero dejó un flanco descubierto por arriba en el primer gol, le cayeron otros tres en 30 minutos y la goleada hizo tanto ruido como los fuegos artificiales que explotarán en la medianoche de este miércoles.

